Amor transgresor.

Situaciones incómodas

El príncipe salió rápidamente a avisar al médico real que se encontraba algunos pasos más lejos y ambos regresaron a la alcoba real -Estaba estable ¿Qué fue lo que sucedió? ¿Acaso tuvo algún sobresalto?- preguntó él ante lo que el chico confirmó angustiado. -Joven príncipe. Es absolutamente necesario que su majestad evite situaciones donde su corazón se esfuerce. Recuerde lo que le dije acerca del poco tiempo que le puede quedar de vida- 

Jungkook salió de la habitación cabizbajo, aún no asimilaba todo y al parecer tardaría en hacerlo, sin embargo, no deseaba separarse de Jimin y no lo iba a hacer. Muy por el contrario, deseaba seguir estando con él por más tiempo e idear una forma de poder volver a verse en su reino pues el rubio, además de la comida, extrañaba el lago y los jardines. 

Sabía que había una persona que estaba dispuesta a ayudarles y esa era la señora Park. La puso al tanto de que seguía viendo a Jimin y que había conocido un poco del palacio de su reino pero no podían estar libremente en éste pues la gente era desconfiada a causa de un suceso del pasado. Había explicado que la comida ahí era terrible y Jimin sufría porque no había disfrutado de sus delicias culinarias en semanas, por tanto, le solicitaba que pudiera preparar diariamente algunos platillos para poder llevarlos al rubio príncipe cuando se vieran. De igual forma, pidió, les apoyara en vigilar la salida a los jardines durante las noches pues deseaban verse nuevamente en este lugar.  

La buena cocinera no pudo estar más feliz de hacerlo. -No se preocupe. Sabe que en mí puede confiar no importa qué. Deseo con todas mis fuerzas el poder ayudarlos y que ustedes sean dichosos- la mujer reverenció y él agradeció con un asentimiento de cabeza aunque hubiera deseado darle un gran abrazo. 

Jungkook había decidido decirle todo al rubio con respecto a la salud de su padre. Ahora que sabia que era verdad, necesitaba comentárselo para saber su opinión al respecto e igualmente el que le había planteado la idea de casarse con él en lugar de con Lalisa y el gran problema que eso había causado. Así, una noche mientras disfrutaban sentados recargados en un árbol frente al lago, le dijo todo, arrepintiéndose segundos después pues Jimin entristeció y se sintió un poco culpable -Jungkook, es terrible lo que me dices. Me siento mal por en cierta forma ser causante de los enojos y malestares de tu padre sin darme cuenta- 

-Oh, no amor mío. No te sientas culpable, esta enfermedad al parecer se le fue desarrollando desde tiempo atrás y no eres tú la causa- le dijo con ternura tratando de calmar la tristeza que sentía. 

Se recargó en su pecho y él lo abrazó -Tal parece que todo se pone en nuestra contra. No deseo apartarme de ti, pero quizá sea mejor que te cases con Lady Lalisa- 

Lo apartó un momento para mirarlo a los ojos -Eso nunca será lo mejor, quizá sea lo que tengo que hacer, pero lo mejor sería seguir los designios de mi corazón y eso siempre será estar contigo. Eso sería lo correcto de hacer- lo comenzó a besar con cariño y este luego se volvió en deseo. Jungkook lo llevó suavemente a que se acostara en el pasto y se puso encima de él comenzando a sentir que su cuerpo respondía lo que hizo que se apartara a pesar del leve reclamo del otro en forma de un pequeño quejido -Perdona, me dejé llevar pero no puedo negar que te deseo- 

Había escuchado varias veces decir esas palabras al pelinegro pero no estaba seguro que significaran lo que él pensaba o tal vez tenían un sentido más profundo o distinto -Cuando dices eso ¿a qué te refieres exactamente? ¿A que deseas mi compañía?- 

Enrojeció y se apartó de encima -Ehm... si, pero también que requiero tu compañía para algo más...- Jimin hizo esos gestos propios suyos que denotaban su confusión -Me es muy extraño y bochornoso explicarte esto. No puedo creer que a ti no te pasen estas cosas... ¿de verdad cuando nos besamos no sientes nada ahí?- señaló a lo que el otro negó -Haces que me sienta como un pervertidor- Se echó a reír ante la cara del rubio quien no había entendido ni una sola palabra y se puso en pie -Vamos, te llevo a tu palacio- que él necesitaba arreglar algunas cosas. 

Una vez que Jimin subió hacia la fuente, él se quedó pensando en la cama de la habitación secreta. Pensó en él, en sus hermosos labios que le gustaban tanto, en sus mejillas rojizas, en su cuerpo -¿Cómo se sentirá? ¿Cómo se verá sin alguna prenda que lo cubra?- Jungkook sabía muy bien lo que le provocaba el tan solo pensarlo, pero necesitaba tocarlo, sentirlo -Ojalá algún día pueda tenerlo entre mis brazos siendo solo uno- 

Regresó después de un rato al castillo donde la señora Park aún estaba apostada cerca de la puerta. Agradeció a la noble mujer y la despidió para que fuera a descansar. Esto se fue repitiendo haciéndose algo rutinario y la señora Park estaba feliz de ver cómo ambos jóvenes volvían a disfrutar de su amor. 

-¿Dónde estabas Jungkook?- preguntó la voz severa del rey cuando el joven entró a sus aposentos. El rey había ido a buscarlo y no lo había encontrado, pero en lugar de buscarlo, o enviarlo a buscar, prefirió esperarlo para escuchar una explicación de su viva voz. 

-Estaba paseando. A veces me gusta hacerlo cuando no puedo dormir- dijo adentrándose y comenzando a quitar sus botas de forma desinteresada. 

-No me quieras tratar de engañar. Estoy plenamente convencido de que te estás volviendo a ver con Jimin y eso no lo voy a permitir- 

-Si tanto está convencido ¿Entonces por qué me lo pregunta?- cuestionó sin dirigirle la mirada, pero la gran mano del rey lo tomó del brazo e hizo que volteara hacia él. 

-Entiende que eso que sientes por él no es correcto. Tú debes amar a una mujer, a una buena y hermosa mujer como Lalisa- el chico quitó su brazo con rabia -No te empeñes en llevarme la contra. Y de una vez te digo, que si vuelvo a ver a Jimin...- 

El hombre no terminó de decir sus palabras cuando Jungkook lo tomó de la camisa y lo miró con llamas en sus grandes y brillantes ojos -Si se atreve a hacerle algo a Jimin, olvidaré que es mi padre y encontrara usted a su peor enemigo-