CAPITULO 41

117 10 3
                                    

Penélope

Hago una mueca, cuando Adael deja el ramo de flores sobre la tumba de mármol que conserva el nombre de mi padre, suspiro, deslizándome hacia el césped recién cortado, mi hijo me imita, sentándose a mi lado, acaricia mi brazo y me consuela, y no entiendo cómo lo hace

Solo tiene 3 años, y parece un adulto, supongo que es por los genes que tiene ya que mi ahijada es casi igual a el, ambos tan responsables con sus juguetes, y sus cosas, suspiro, apartó el cabello castaño del rostro de Adael perdiendome en sus perfectos ojos avellana

Mirarlo aveces me recuerda de quien salió, quien permitió que viniera al mundo, pero rápidamente cambio ese pensamiento, cuando un par de ojos café se me vuelan entre el pensamiento

Su presencia detrás de mí, me eriza la piel y oculto la forma en la que me estremezco, cerrando los ojos, cuento hasta 10 mil y vuelvo a abrirlos despacio, Adael bosteza y se que es por sueño

Rubén se inclina a tomarlo, después de que mi hijo le hace una seña, me levanto del suelo, dejando un beso al aire y caminando a la salida, detrás de Rubén, abre la puerta de la camioneta, para que me deslice al interior de ella, y lo hago recibiendole a mi hijo, que gruñe por el cambio de brazos, aún no se ha dormido pero está a punto de hacerlo

Rubén no se ha movido al asiento de piloto, así que levanto la vista y lo veo tan cerca, erizando cada vello de mi piel, se inclina un poco más y pasa el cinturón por ambos, y luego da dos pasos atrás, trago en seco, cerrando un poco más las piernas, logrando que el se ría

Arrugó el entecejo, acomodando mejor a Adael que se remueve y Rubén por fin se sienta en su lugar y empieza a conducir, mi hijo no tarda en quedarse dormido, mientras me dedico miradas con el hombre que conduce, hasta por fin llegar a la casa, bajo rápido sin esperar que sea el quien me abra la puerta y subo a Adael a su habitación

Lo acuesto sobre su cama, apagando la luz para que se vean reflejadas las estrellas que tiene pegadas al techo, salgo sin hacer mucho ruido y bajo las escaleras para buscar algo que comer, no preveo el movimiento que me encierra en dos brazos fuertes, que reconozco a mucha distancia, la cercanía envía descargas a mi cerebro que empieza a ordenar que mis bragas se mojen y mi piel se erice

Giro lentamente, encontrándome de frente con su rostro, su barba afeitada y sus labios invitandome a probarlos , no tardó en aceptar la invitación y me inclino para buscar su boca, que recibe la mía como si fuera un sediento y mi boca el oasis perfecto, gimo cuando pega sus caderas a las mías, enseñándome que está ansioso

Su boca rápidamente va a mi cuello y sus manos van quitando mi ropa con desesperación, el tacto que genera el que este tocando directamente mi piel hace que suelte una serie de gemidos, jadeo contra su cabeza, ya que su boca va en dirección a mis tetas, muerdo mi labio inferior

Tragandome el nuevo jadeo que surge, solo siento su lengua húmeda arracandome la razón con el contacto que genera en mis pezones erectos, un poco de raciocinio vuelve al levantar la cabeza y ver la habitación de Adael, entonces lo separó...

—No, Rubén, no podemos hacer esto, Adael podría despertar — murmuró, su mano enrolla mi pezón húmedo por su lengua y lo estruja haciéndome soltar otro gemido, más fuerte que el anterior, el sonríe cínico, sabe que puede tomar todo de mi, y he retrasado tanto este momento que el no se detendrá

Y se que no quiero que se detenga

—Entonces te sugiero que cubras tu boca, porque te voy a follar tan duro que olvidarás como caminar — gruñe, pero aún así no se mueve de donde está, yo jadeo ante lo que sus palabras significan, su mano deja de torturar mi pezón y entonces gruño — a menos que tú no lo quieras, Penélope

Lamo mis labios, y lo veo, sus ojos café tan dilatados que aprecio solo un iris negro profundo, doy un paso adelante, porque no hay algo que quiera más desde hace años que esto, así que apagó mis pensamientos y rompo cualquier clase de distancia buscando su boca y empezando a desvestirlo

—Hazlo por favor, hazme tuya — el se ríe pero cumple su palabra, así que al estar completamente desnudo me toma por las piernas y al enrollarlas en su cintura se desliza en mi, tan profundo, que me arranca un grito

—En silencio, Penélope no queremos despertar a Adael — murmura burlesco, sus fuertes brazos me llevan de arriba a abajo, mientras su polla entra y sale sin contemplaciones, cubro mi boca con una mano luego de lanzarle un insulto que lo hace reír mientras sigue en la labor de follarme

Lo siento apoyarme en la pared, yendo cada vez más profundo, siento el orgasmo tocar la puerta y se la abro dejándolo pasar, colocando la cabeza en su hombro, susurrando su nombre, el no tarda mucho en correrse, se apoya en mi vaciandose en mi interior

Nos quedamos así, en silencio, piel con piel, mi corazón acelerando se, uniéndose al suyo en un ritmo tan perfecto, y en sincronía

🖤🖤🖤

La puerta principal es abierta, mientras le doy el desayuno a Adael, escucho pasos de tres personas y no tardó en ver de quién se trata, Aubrey hace mala cara como siempre, dejando que su hija se acomode en la silla a mi lado, después de saludarme

Estuvieron varios meses por fuera, Adael está cerca de cumplir los 4 años, y se que se volverán a ir, o por lo menos Aubrey lo hara, ya que se aclara la garganta dejando que veamos la tablet que coloca en el centro de la mesa

Jasmine se inclina, después de darle una ojeada a Alana, la pantalla se ilumina y nos muestra a Samuel Hoffman torturando a un hombre, cubro la vista de Adael, para evitar que vea más del que debería, aún no está en edad de saber esas cosas, Aubrey lo ve con aburrimiento mientras yo no entiendo que sucede

—Ese hombre es socio de Jenkin, el como ven es mi hermano menor, al parecer — Aubrey suspira — según tengo entendido la mujer que tiene es hijastra del hombre, pero también fue vendida a la organización, así que este video es la siguiente fase de la venganza, mostrarme públicamente

»—Dejarle saber a esta familia — señala la pantalla después de ponerle pausa al vídeo — que jamás morí, y que soy una sombra del pasado que los atormenta cada día

Jasmine baja la cabeza, mientras yo separo los labios, se que jamás me creerá nada de lo que le diga, así que solo suspiro viendo a mi hijo que comparte sus ojos avellana y luego a el

—Volveras de los muertos

Aubrey asiente, una de las fases finales para completar la venganza

Oscuridad ~ Hoffman #4Where stories live. Discover now