Oscuridad ~ Hoffman #4

CAPITULO 10

Jasmine

«—Papá prometelo, promete que jamás me abras pasar por eso — pido, la voz me tiembla, pero no me interesa verme vulnerable

—Lo prometo, Jas, jamás implementare ese castigo en ti...

—Papá, prometelo

»—Papá...»

🖤🖤🖤

El recuerdo se repite constante en mi mente mientras sigo avanzando, el recuerdo de una niña de 13 años pidiéndole a su padre que le prometiera algo que no iba a cumplir, era obvio, era más que obvio que aquellos detalles no importaban

Yo no era nada, solo la hija defectuosa de un hombre poderoso en el mundo en el que crecí y que las promesas que a mí me hacía, algún día las iba a romper, cómo aquella de dejarme ir a la universidad, o todas las que ahora solo son vacías, palabras vacías llevadas por el viento

Cohen golpea mi rostro y me hace regresar a la realidad, sus ojos azules están destrozados, o simplemente me veo reflejada en el, yo estoy destrozada y eso que el castigo aun no comienza

—Camina — murmura, y suspiro haciendole caso, nuestra casa es grande, «Su» casa es grande, y lo sigo al camino directo que llleva al sótano, sus hombres rodean la cabina en la que abre la puerta con su palma abierta y yo lo sigo con la cabeza abajo

—Papá... — susurro, mis ojos no derraman lágrimas, ni si quiera las buscan porque llorar, ante el es un caso perdido, así que solo lo veo, el traga en seco y sacude la cabeza dando un paso atrás cerrando las puertas y dejándome dentro

Hay 4 personas a parte de mi, y no tengo que ser adivina para saber lo que sigue

»—Lo prometiste... Tu lo prometiste... — susurro aún cuando se que no me escucha, solo soy empujada al centro donde solo una cama, la cuál parece una camilla psiquiátrica adorna el centro, en la esquina está el horno y varios instrumentos de tortura

Jadeo cuando quedó a los pies de la camilla y mi ropa es arrebatada de mi, respiro por la boca buscando el aire que empieza a escasear y el hombre fiel de papá, su mano derecha me ve con asco

—Puta — gruñe pero me da igual lo que el piense, me tiran a la camilla y me atan las manos, las piernas y la cintura, es un clima extraño ya que puedo sentir alguna que otra brisa helada que me hace estremecerme pero al mismo tiempo el fuego que aumenta mientras le echan carbón para activarlo

Arriba de mi hay un espejo, y veo mi reflejo, atada y expuesta, suspiro reteniendo el aire para calmar la ansiedad que me recorre la sangre pero solo me pongo peor escuchando la voz de papá hablar sobre lo que está pasando, el castigo al cual me está sometiendo

—Lo prometiste — vuelvo a susurrar pero mi voz no es escuchada, y vuelvo a ver mi reflejo admirando las marcas que Aubrey dejo en mi, sollozo  sin querer, y escucho risitas de los hombres que están dentro

Pienso en la noche que pase hoy antes de estar aquí atada, y me concentro en eso cuando el perro de papá grita, que el castigo ha comenzado y me muestra la aguja que empiezan a calentar en el horno, y aún cuando mis ojos ven el pedazo de hierro afilado, sigo pensando en Aubrey

En sus ojos avellana, en la forma en qué sonreía mientras me follaba, nadie me había visto así, y pienso en eso mientras la aguja regresa dónde estoy y aprietan mi pecho para traspasar la aguja que abre mis pezones

Es un hueco lo suficientemente grande para hacerme gritar, aún cuando de lejos casi no note, aprieto mis labios cuando hacen lo mismo con mi otro pezón

—¡Está hecho! ¡Está marcada! — gritan pero yo aprieto más los labios, más cosas de mi boca no salen mientras escucho la puerta abrirse y pasos salir, observó una vez mi reflejo y mis pezones están rojos, no por las caricias que Aubrey me dió

Y aún así no dejo de pensar en eso, incluso me concentro solo en eso, en como sus besos inexpertos me robaron el aliento y como el cielo de estrellas nos grababa, solo en eso está mi mente cuando el perro de papá se coloca sobre mi

—Agradece que Cohen solo dejo que yo te tocará, maldita puta — expresa y aún cuando veo sus ojos negros y su cara tan asquerosa no lo veo a el, estoy viendo a Hoffman y sus ojos avellana en particular — si fueras mi hija, hubieras tenido que soportar a todas las pollas de este lugar

—Gracias al cielo que no soy tu hija, y tú solo eres un perro más en este lugar — me atrevo a decir, ganandome una bofetada, la puerta es abierta de nuevo y escucho pasos y a alguien quitando lo de mi

—No puedes golpearla, lárgate de aquí — escucho la voz de papá y aún así no derramó lágrimas

—Lo prometiste — sus ojos se encuentran con los míos y acaricia mi cabello, cerrando los ojos y gritando el nombre de alguien más, mientras escucho sus pasos alejándose — dices que la palabra de un hombre es un legado de honor, pero tú siempre faltas a la tuya...

Tal vez me oye tal vez no, lo siguiente que veo es al único hombre dentro de los suyos que me da migajas de respeto, ya que no lo hace completo por miedo, todos temen

—Lo siento tanto, Jas — susurra y a él si le creo, le creo cuando deja un beso en mi frente y se quita su ropa, le creo cuando se sube sobre mi y acaricia mi piel lastimada, le creo hasta que se desliza dentro de mi luego de ponerse un condón

Y aún así, sigo pensando en Aubrey mientras me toma, cómo parte de mi castigo porque no fui lo suficientemente capaz de mantenerme sin ningún aruño dentro de la jaula, solo soy una hija defectuosa, solo soy una decepción, papá está harto de mis errores, y por eso seguro merezco esta clase de castigos

Pero ya no hay admiración para el hombre que me dió la vida, en eso pienso, pienso en el y sus promesas no cumplidas, en como un hombre que no quiero que lo haga, me tomé como una muñeca inflable, y por último pienso en Aubrey, en como me cumplió el capricho de darme una noche memorable antes de que mis facultades y mi derecho a decidir fueran interrumpidos

El hombre termina y vuelve a besar mi frente, se separa y baja de mi, escucho risas y me veo al espejo, la sangre que acompaña mi entrepierna, no es mucha pero ahí está, seguido del rojo de mis pezones por la aguja que antes los traspasaron, y al final no veo más nada ya que las luces se apagan y solo soy yo en el centro de la habitación siendo la exhibición de la noche

La decepción de papá, y ahora todo eso parece darme igual