CAPITULO 26

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Aubrey

Miro mi teléfono asegurando que mi auto, en donde Jasmine lleva a Penélope, ya está lo suficientemente lejos de la mansión Caine, Austin Caine está a mi lado con una mueca en el rostro mientras cruza los brazos y me dedica una mirada de satisfacción

De agradecimiento

No tiene que agradecer nada, Penélope es mi mejor amiga, la única persona que no me tiene miedo, que no se ha ido aún cuando le he dado las razones suficientes para hacerlo, ella se ha quedado a apoyarme en cada estupidez que hago

Y además ahora lleva otra vida en su vientre, una vida que lleva mi apellido y que no pretendo dejarlo a merced del malnacido de Jenkin, para que haga con el, algo peor de lo que hizo conmigo

Cierro los ojos un momento y extraigo de mi pantalón la caja de cigarros, enciendo uno pensando en lo que pasó en Manchester, en el cielo lleno de estrellas y en la pelirroja que estuvo a punto de saltar del puente Lowry

Pienso de más en ella, sentí un vacío en mi pecho y un miedo que no quiero manifestar, porque el miedo fue erradicado de mi, pero lo tuve, un fuerte latir en mi pecho, una punzada que decía que no podía dejar que se cayera

Jasmine me saco de mis pensamientos a tiempo para salvarla, y aún sigue ese escozor en mi pecho, aún nose porque

Parpadeo viendo lo que sucede a mi al rededor, la media docena de camionetas que estaciona una tras otra, abriéndole paso a un Mercedes convertible de color azul, del cual baja Jenkin furioso

Lo veo en sus ojos avellana, pero me mantengo tranquilo mientras se acerca, detengo su puño a tiempo y lo giro en una llave que lo deja de espaldas a mi pecho con mi brazo envolviendo su cuello

—Sueltame — gruñe y lo hago despacio cuando se qué no va a intentar golpearme de nuevo , se gira, está tan furioso que puede que eche humo por los oídos pero aún así me mantengo tranquilo, expectante a cualquier movimiento que haga — ¿Quien mierda te crees que eres?

—Creia que me conocías, mucho gusto, mi nombre es Aubrey Hoffman, — extiendo la mano que el aparta con rabia, una media sonrisa se extiende por mi rostro

—Tienes el tiempo contado para que Penélope regrese, ese bastardo será entrenado quieras o no — sacudo la cabeza levantando una ceja

—Quieras o no, tengo la suficiente autoridad para que mis desiciones pesen contra las tuyas, cuando se me antoja, ese niño no será otro maldito más en tu ejército — gruño dando un paso adelante, entrecerrando la vista

—¿Ves las mierdas que haces? Todo el mundo va a saber que tienes debilidad por un bebé que ni siquiera es tuyo — grita, miro a mi alrededor los hombres que bajan la vista a penas las pongo en ellos

—Dicen que la sangre llama, es un bastardo que tiene la mía, y no lo vas a usar para tu venganza — me encojo de hombros — lo mismo que hiciste conmigo, al asegurar que la sangre que corre por nuestras venas es la misma, solo que ese bebe ni será parte de tu maldito ejército...

—Tu no... — me corta, pero yo hago lo mismo con el, sosteniendo su cuello y apretándolo ligeramente haciendo que se calle y solo escuché

—Sabes que puedo martarte cuando y como quiera, así que no hagas esto más fácil, el hijo de Penélope Caine no se toca, no se mira, no se enseña a matar porque de lo contrario te mataré y cobraré la venganza nuestra como única al poner una bala en tu craneo  — susurro haciendo que maldiga, su rostro se pone rojo de furia pero sabe que tiene las de peder — ¿Entendiste?

Lo suelto y el asiente, dando un paso atrás y masajeando su cuello

—Esta me las pagas — me encojo de hombros, caminando a otro de los autos que uso de vez en cuando, haciéndole una seña a Austin Caine y largandome de ahí después que Jenkin lo hace con sus hombres

Masajeó mis sienes mientras conduzco, se que Jenkin no se quedará con la maldita espina que acabo de clavarle, así que aún debo mantener escondida a Penélope, cierro los ojos y enarco una ceja cuando estacionó el auto y el Audi no se encuentra ahí

Así que no se qué pensar me bajo y subo las escaleras de dos en dos, pongo la huella, abriendo la puerta y percibiendo el olor a comida que invade el lugar, Penélope está de espaldas a mi pero no veo rastros de Jasmine

—Penny — llamo y ella se gira con una mano en el corazón, ruedo los ojos pero voy de directo a lo que me preocupa — ¿Donde esta Jasmine?;

—Dijo que tenía que ir a casa de su padre, — anuncia y me mira entrecerrando los ojos — para la próxima avisa, o haz un ruido con la puerta para que no me asustes

—Si, lo que digas — salgo tan rápido como entró subiendo el auto y llegando a la casa de Cohen, veo el Audi aparcado en la puerta y sin invitación me cuelo al interior, buscando el despacho de Cohen, son casi la media noche, no entiendo que viene a buscar esa malcriada aquí

Conociendo a su padre, se que llegó al lugar correcto cuando la voz del maldito aumenta diciendo tonterías sin sentido, abro la puerta y veo la escena, Cohen hala el cabello de Jasmine que mira al piso, veo su mejilla roja y gruño

»—Tienes dos segundos para soltar a mi mujer y ya va uno — expreso seco

No quiero estar aquí más de lo que el maldito se merece así que luego de un par de amenazas y la demostración de que Jasmine no significa nada para mí, y sobretodo para que quede claro que no se puede volver a meter con ella, avanzó a la salida, deteniendome cuando Jasmine toma mi mano y me mira haciéndome una seña hacia el perro de Cohen

Tardó en entenderla y suspiro

»—Y tu perro ahora será el perro de mi mujer — el hombre empieza a seguirnos, mientras Jamsine sonríe como niña pequeña, a mi que ruedo los ojos — maldita niña malcriada — susurro

Ella sonríe con más fuerza, terminó de salir de esa maldita casa por fin y en cuello al hombre, que solo me ve impasible, esperando lo que sea que vaya a decir

»—Ahora haces parte de mis hombres, tu lealtad es conmigo, — el asiente una vez y ruedo los ojos, haciendole una seña a Jasmine que coloca sobre su cabeza un saco negro, desactivo su rastreador en la base de datos y lo subo al auto a la fuerza, Jasmine sube de copiloto y empiezo a conducir

No tengo mente ahora para saber para qué quiere al maldito hombre, solo quiero llegar al departamento y dormir, ya que no lo he hecho desde Manchester y ya me está pasando factura el cansancio

—Gracias — susurra Jasmine, ruedo los ojos de nuevo, y al detenernos en un semáforo tomo su rostro con sumo cuidado viendo la marca de una bofetada, inspiró profundo —Aubrey... El me llamo, diciendo que quería hablar contigo

—No irás más a su casa, me importa que te llame mil veces, ya no le debes nada...

—No puedes darme ese tipo de ordenes... — refuta

—Me vale una mierda, puedo encerrarte en una jaula que tengo en el sótano si no me haces caso — terminó la conversación subiendo el volumen del estéreo y retomando el camino — niña malcriada — bufo al ver cómo cruza los brazos en forma infantil

Ninguno de los dos dice más nada así que termino las carreteras que me dejan en el departamento donde solo pienso en dormir

Oscuridad ~ Hoffman #4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora