Oscuridad ~ Hoffman #4

CAPITULO 5

Aubrey

Jasmine Cohen

Su nombre se desliza de mis labios mientras saboreo el ginebra que pasa por mi garganta, la castaña me ve de reojo haciendo muecas de dolor, y no se porque lo hace si solo fue un aruño, se mantiene al lado de su padre, de pie mientras esté maltrata la herida

Arrugó el entrecejo y me coloco de pie terminando mi ginebra de golpe, Defne se tambalea pero no cae ya que pretendía sentarse sobre mis piernas, miro a Jenkin el cual rueda los ojos y me aclaro la garganta luego de asegurar que mi arma está en la pretina de mi pantalón

—Señorita Cohen, necesito que me acompañe — murmuró seco, pero imponente viendo como frunce la cejas y su padre me mira sin entender que sucede

La turca rueda los ojos luego de hacer una mueca que la veo de reojo pero mi atención está en la castaña que se queda en su lugar, enarco una ceja viendo tanto a su padre como a ella y luego de por lo menos dos minutos este la suelta, ella se inclina y el le dice algo al oído que la hace tragar en seco

Empiezo a caminar a la salida encendiendo un cigarro escuchando los pasos detrás de mi, la sala se va a poniendo en silencio mientras avanzó, los guardias bajan la cabeza y yo solo sigo caminando queriendo salir de allí, el aire de la noche me golpea y extiendo las manos para que uno de mis hombres me de las llaves del Audi, ya que quiero conducir

Avanzó hacia la puerta de piloto y giro levemente la cabeza para ver a Jasmine Cohen subir, sigue viéndose confundida cuando pasa el cinturón por su pecho, pongo el auto en marcha y en silencio nos dirigimos a la tumba que dice que Aubrey Hoffman está muerto hace 22 años

* * *

Jasmine abraza su cuerpo por el frío que hace mientras yo termino de cavar por lo menos un metro de profundidad de la tumba

—Pasame lo que está en el baúl del auto — pido exhalando ya que estoy cansado, camina hasta ahí después de hacer mala cara y luego trae lo que le pedí

El micrófono está configurado para que solo yo pueda escuchar, graba las conversaciones que yo quiera y es justo lo que necesito, no lo había hecho antes, porque la rabia me invadió pero ahora, el trabajo está hecho

Sacudo mis manos que están llenas de tierra y luego acomodo de nuevo la arena, le tiró el dinero al sepulturero que va terminar de acomodar la tumba para que nadie sospeche que pasó

Y que ahí hay un micrófono que graba todo, relamo mis labios y miro a Jasmine, sus ojos azules brillan con la luna y me hace una mueca antes de apartar el rostro, enarco una ceja luego de poner una sonrisa de burla

Me acerco despacio y me coloco frente a ella, que vuelve a mirarme, no hay temor en su mirada sino solo fastidio

—Disculpe que le hable así señor Hoffman, pero para que me trajo, ¿A verlo poner un micrófono? — gruñe y amplio más la sonrisa, no le contesto solo regreso al auto escuchando un resoplido de su parte

Parece una niña

Se sube de nuevo en el asiento de copiloto y no arrancó el auto solo me giro a verla, nunca antes la había visto, he ido muchas veces a matar gente por diversión pero jamás la había visto a ella

Me acerco y jadea cuando siente mi cercanía, mi respiración acompasa la suya, que se agita mientras estiró mi mano para cerrar bien la puerta, no me muevo de dónde estoy, ella tampoco lo hace

Su azul volviéndose más turbio, mientras mis ganas de besarla aumentan, hasta me desconozco pues todos saben que no me gusta besar a las personas, solo las follo y ya está...

Pero Jasmine... Jasmine me tiene jodido aún cuando solo llevo algunas horas que la vi, se aclara la garganta y se acerca un poco más, paso el cinturón por su pecho y regreso a mi asiento, miro hacia abajo mi polla tensandose dentro del camuflado que uso y noto de reojo como ella aparta la vista con sus mejillas tiñendose de rojo

Ahora no solo quiero besarla también quiero follarla

Se remueve en su asiento una vez pongo el auto en marcha y ve el camino que tomo, la noto nerviosa con cada kilómetro recorrido y se que eso no tiene nada que ver conmigo o con el hecho que estuve a punto de besarla

Está así desde que la encontré en el baño limpiando la herida de su espalda, y no quiero arriesgarme a saber la respuesta pues siento que si es algo malo no me podré controlar, para evitar que le suceda algo de verdad malo ya que lo que menos quiero ahora es una puta debilidad

Y no, no es que Jasmine Cohen lo sea, es que si hago cosas por ella, así sea evitar algo malo con solo horas de haberla conocido todo el mundo pensará que me interesa y si, lo hace, me interesa mucho, pero para no más que follarla y escucharla gemir mi nombre con sus labios rosados

»—Señor Hoffman — murmura, sacándome de mis pensamientos — lo que le voy a pedir no tiene lógica ni sentido pero... — me detengo en un semáforo girando mi cabeza para verla, infla sus mejillas, y luego gira la cabeza para que no la vea, entre cierro los ojos esperando que hable, pero no lo hace

Muerde su labio inferior y golpea con sus dedos su pierna de manera compulsiva, sin saber que quiere decir, resoplo poniendo de nuevo el auto en marcha

—¿Que quieres, niña? — murmuró con algo de hastío, ella bufa y me mira con los ojos entre cerrados

—No soy una niña — dice en un tono alto, casi infantil que me hace apretar los labios con burla

—Si, lo eres — expreso tranquilo quitando el tono seco en mi voz, viéndola a sus ojos azules de reojo los cuales ahora están furiosos por mi comentario — una niña malcriada

Y las ganas que tengo de educarla

Aún cuando de seguro solo es menor que yo por algunos años, pero darle unas nalgadas para que deje esa actitud de niña malcriada no le vendrían mal...

¿Será que se pondrá rojo su trasero mientras le doy palmadas y la follo por detrás?

Mi polla da un tirón más y suspiro, viendo por la ventana

—¡Que no lo soy...! — alza la voz un decibel para decir aquello mientras suelto una pequeña risa

—¿Que querías, niña malcriada? — bufa de nuevo haciendo un puchero

—Olvidalo, no vale la pena, es una estupidez — murmura y enarco una ceja, deje de ser usted a tu en menos de media hora

—Dime que quieres — expreso de nuevo tensando la voz para que se oiga amenazante pero ella solo suelta una risilla

—Tiene una reputación que lo antecede, señor Hoffman — expresa despacio, las calles de Mallorca haciéndose pequeñas a mi costados mientras la escucho hablar — pero no le tengo miedo al diablo

No digo nada, porque aún cuando está mi reputación, ella no la ha experimentado del todo, solo está viendo la parte amable que solo Dios, si es que existe, conoce

—No has ido al infierno a averiguarlo — expreso seguro, se ve que anda en medio de sombras igual que yo y eso es lo que más me atrajo pero no ha visto los demonios de cerca, porque tiene uno al lado y actúa como si fuera un ángel

Y no soy solo un demonio, seguramente soy el rey de ellos

»—Y no cambies el tema — murmuró, relamo mis labios, y la observó, vuelve a morder su labio inferior, y aún no tengo idea de qué mierda iba a pedir — ¿Que es lo que quieres niña, malcriada?

—Quiero que me folles