Diligencias

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El nuevo día llego con rapidez. Sara se apresuró a dejar a la pequeña en la guardería, pues hoy tenia muchas cosas que hacer. Se maldijo mil veces por no haberle pedido el número de celular a Alexis.
Su teléfono sonó.
-Hola- Habló Sara sin siquiera darse cuenta de quien era.
- Querida como estas?- Preguntó Rose.
- estoy como loca, se me paso pedirle a Alexis su número de celular, tendré que llamar a la agencia- se queja Sara.
- No te preocupes mujer, Alexis te dijo que te acompañaría - Le dijo Rose.
Sara le había contado sus proyectos a Rose, ayer cuando la había visitado.
- Es cierto, tienes tiempo libre, quisiera que me acompañarás también - Le pidió Sara.
- Claro que si, dame la hora- le pide Rose.
- A las 10- le dice.
- ok.... nos vemos en tu casa- dice Rose antes de cerrar.
Sara se desayuno, se había bañado antes de llevar a la niña. Alex no había llamado y tampoco le importaba mucho , ella estaba concentrada en otros asuntos.
Después de desayunar, sonó el teléfono de la casa.
- Hola!-Habló Sara.
- Señora Levinson, la esta buscando un tal Alexis - Dice el recepcionista.
- Hagalo pasar por favor!- le pidió Sara feliz.

En unos minutos el timbre sonaba.
Sara la abrió feliz.
-Querida Sara!- Saludo Alexis con un bonito traje azul con rosa.
- Querido, pensé que olvidarias la cita- Le dijo Sara.
- Imposible, por eso me pagas no?!-le dijo Alexis divertido.
Sara sonrió. Él era muy entusiasta y alegre, le encantaba sobremanera su compañía.
- Y la princesita?- pregunta Alexis.
- En la guardería- responde Sara sacando su celular- Me anotas tu teléfono personal se me pasó pedírtelo ayer-Le dice Sara.
-Por supuesto- Le dice Alexis, tomando el smartphone y apuntando lo pedido.
- Quieres algo de tomar o de beber?- le pregunta Sara.
- No gracias, estoy hasta el tope cariño- Responde Alexis.
Sara lo invita a sentarse.
- Y bien, firmaste el contrato?- pregunta Alexis.
- Si! es un lugar genial para empezar aunque un poco estrecho - respondió Sara.
Alexis hizo un gesto de pensarlo, acabo moviendo la cabeza en forma afirmativa.
- Tienes razón, pero lo podemos adecuar, es solo para empezar cuando ganes fama te puedes mudar donde sea- Le dice Alexis.
Sara sonrió. Él tenía razón, todo se empezaba por poco. No podía gastar demasiado dinero, en locales costosos y amplios, para después el negocio no funcionara.
-Como siempre tienes razón, mi queridisimo Alexis - Le respondió Sara.
- Y bien que estamos esperando para irnos para el local?- pregunta Alexis.
-Esperamos a una amiga- Contestó Sara.
En ese preciso momento el teléfono suena.
- Buenas!- Saluda Sara.
- Señora Levinson, se encuentra la señora Diez- Le dice el recepcionista.
- Dejela pasar por favor- contesta Sara.

En tan solo unos segundos el timbre suena. Sara se apresura a abrir.
- Rose!- Saluda Sara efusivamente.
-Sara que tal estas?-Pregunto Rose.
- Todo en orden. Ven y te presento a mi asesor de decoración, él es Alexis Fernández- Presenta Sara.
Ellos se dan la mano, en un cordial gesto.
- Un honor conocerla señora Diez- Dice Alexis muy galante.
- Nada de Diez, un Rose se escucha mejor- Dice Rose sintiéndose halagada.
-Nos vamos?- Propone Sara.
Los aludidos asintieron.
Esta vez se fueron en el carro de Rose.
Al llegar los esperaba la misma mujer que les había atendido ayer. Sara les entrego los documentos firmados, realizaron otro pequeño trámite dando como resultado que Sara tuviese las llaves del local.
- Es magnifico, tiene una ubicación perfecta, Sara- Dice Rose apreciando el lugar.
- Lo mismo le dije, queridisima Rose- Hablo Alexis.
-Lo se, pero ahora hay que darle vida a este espacio, que les parece si me ayudan a elegir la pintura?- Dice Sara.
Alexis saca la libreta para tomar apunte de todo y realizar el boceto.
- Sabes e visitado algunas casas de modas en París, la mayoría de ellas usan colores bastante tenues aplicándole luminosidad al ambiente y dejándole el protagonismo a la ropa- Aportó Rose.
- Tienes razón, queridisima Rose pero no opino lo mismo, tenemos que tener en cuenta todo. Esta tienda estará en una plaza, no un lugar lujoso donde acostumbran a estar esas casas de modas, debemos hacer algo extravagante que la gente entre aunque sea a ver la pintura- Responde Alexis.
-Tienes razón los dos, podemos combinar la sencillez con lo colorido, puede ser divertido jugar con la paleta de colores, pero escucha bien Alexis no quiero una tienda de payasos!- Le dice Sara.
Alexis sonríe y niega con la cabeza.
- No lo tendrás creeme- Le dice Alexis.
- Color crema- Dice Rose.
- Con un marrón puede ser- Opina Sara
- Le podríamos añadir un mamey en diversos colores con algo de rosa- Menciona Alexis.
Las mujeres le sonríe mostrándole su apoyo.
- A que estilo la quieres?- Pregunta Alexis.
- Italiana por supuesto- respondió Sara.
Alexis dibujaba rápido en aquel cuaderno de apuntes mientras que Sara y Rose se dedicaban hablar de otras cosas importantes, tales como el personal, los primeros vestidos, la publicidad, en fin.
Sara y Rose acordaron que la ultima la ayudaría con el personal. La tienda mas o menos estaría abierta en algunos meses.
Sara invito a Rose y Alexis a comer. Fueron al mismo restaurante de la otra vez.
-Dios! Estoy tan fustrada- Suelta Rose.
Sara la mira raro. Esa actitud no era típica de su amiga.
-Que pasa Rose?-Pregunta ella.
-Creo que mi esposo me engaña- Dice.
Alexis y Sara la miran intensamente.
-Tu esposo no es Eliot Diez?-Pregunta Alexis.
Rose asiente.
-No creo que él te engañe querida, es un hombre bastante inteligente como para perderte- Dice Alexis mientras comía su ensalada.
-Apoyo la opinión de Alexis. Eres hermosisima dudo mucho que tu esposo mire si quiera a los lados- Murmura Sara.
Rose se queda absorta en sus pensamientos. Era como si repasara cada momento que había vivido con su esposo. Quería encontrar exactamente el punto donde empezó a sentirse sola.
-Tienen razón, Eliot no es capaz de eso- Afirmo ella con él fin de convencerse a sí misma.
-Alexis sabes casi todo de nosotras, y nosotras nada de ti- señalo Rose.
Alexis sonrió nervioso.
-No tengo mucho que contar. Solo que soy gay y creo que eso ya lo saben- Dijo.
Rose y Sara sonrieron a modo de afirmación.
Sara lo miro de una manera mas que profunda. Alexis parecía de una de esas personas que eran lastimadas y no solían abrirse tan fácilmente.
-Vamonos, tengo que pasar a buscar a Ilay- Dice Sara.
Alexis y Sara cogen un taxi, ya que a Rose le surgió algo.
Sara llega a la guardería y busca a su pequeña. Ella estaba llena de pintura de todos los colores.
-Siento mucho como se ha puesto Haydeen, pero es que teníamos una actividad de pintar a la familia -Dice la encargada del área donde pertenece Ilay.
-No se preocupe-Le dice Sara tomando a la niña de las manos.
-Mire el dibujo aquí- Le mostró la mujer.
Sara lo tomó entusiasmada.
Ilay había pintado a familia. Estaban dibujados muy graciosamente y con colores muy vivos.
-Dios mi amor! Esta precioso, mi vida- Felicito Sara a su hija ante aquel dibujo.
Para Sara era muy importante reconocer los logros de su pequeñita. Era necesario hacerle saber a la niña que todo lo que hiciera era importante.
Ilay vio a Alexis al montarse en el taxi.
-Princesa mia- Saludo Alexis a la pequeña.
-Tío Alexito-Saludo la pequeña sonriendole.
-Dios mio! Con esa sonrisa conquistarás el mundo - Le dice Alexis.
El taxi arranca y llegan en minutos.
Sara paga el taxi. Alexis se ofreció pero Sara no lo acepto.
Sara lo invito a un café.
-Amor te tienes que quitar esa ropa, esta llena de pintura- Le dice Sara.
-Lo se mamita- Reprocha la niña entrando a su habitación.

En el silencio de 4 paredes!Where stories live. Discover now