Celular con calentura!

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-Mamita...Mamitaaaa!- Gritaba Ilay.
Sara se paró muy rápido de su cama y llego al cuarto de Ilay en un segundo.
-Que pasa princesa?-Le pregunto asustada mientras la cargaba.
-No puedo respirar- Contesta la niña.
Sara de inmediato le pone la mano en la frente. Arde en calentura y su respiración no es muy buena.
Inmediatamente Sara se pone en acción. Prepara el baño. Le da acetaminofen en jarabe. Le quita la ropa y la mete a bañar.
Sara estaba muy asustada. Ilay no acostumbraba a enfermarse, siempre había sido una niña demasiado sana.
Cuando Sara la saca del baño y la seca , vuelve a ponerle la mano en la frente y no se le ha bajado.
Rápidamente le pone un vestido a la nena. Fue con la niña a su cuarto para prepararse y llevar la niña al médico cuando un celular suena. Era el de Alex, no se lo había devuelto.
Sara decide no contestar, no tenia tiempo para platicar con las novias de su esposo.
-Mamita me siento mal- Dice la niña cansada.
Sara se desespera , odia ver a su niña asi.
En unos minutos, exactamente cuatro, ya Sara esta cambiada con un jean y un suéter azul, y dejo su cabello normal en risos naturales, aunque muchas personas jurasen que no lo son.
-Vamos al médico nena- Le dice Sara a Ilay quien la miraba cansada.
Sara baja los escalones tan rápido como puede. Fue directo a la cocina para buscar un jugo de cartón para la nena. Ella no lo quiso y eso preocupo aún más a su madre.
Sara fue hacía la puerta, pero en ese momento era abierta por Alex.
-Que pasa?-Pregunta al ver tan apurada a Sara.
-Ilay tiene calentura, permiso! La llevare al hospital- Le dije Sara apartándolo con la mano que le quedaba libre.
Alex la para en seco.
-Pasame a la niña- Le pide.
Sara no tuvo tiempo a negarse, pues el prácticamente se la arrebato de las manos.
De inmediato Alex se dirigió a su auto, Sara no espero ser invitada de inmediato se monto de copiloto.
-No puedes manejar con la niña en brazos- Le dice Sara.
Alex se la pasa a regañadientes.
Ilay esta algo adormecida. Sara se preocupa más porque la fiebre no le baja. Con cantos mimosos la anima. La niña se siente a gusto en brazos de su madre.
Alex conduce muy rápido, se siente bastante preocupado. Haydeen Ilay era demasiado importante para él, aún mas que su abuela y eso era mucho decir.
Las calles estaban inundadas de tapones. Un jueves para nada normal.
Con algunas curvas y otros vueltas , Alex llega a la clínica.
Sara se desmonta de una sin esperar a que le habrán la puerta.
-Tranquila mujer, esperame!-Le pide Alex.
Sara no le hace caso y de inmediato entra a la sala de emergencias.
-Mi hija tiene calentura. La bañe y le di acetaminofen en jarabe y no se le ha bajado- Le dice Sara preocupada a la doctora de guardia.
Era una mujer bajita, rellenita y de cara simpática.
- Llevela a esa camilla, iré en un momento-Le dice la mujer.
En ese momento Alex carga a la niña y la lleva al lugar indicado.
Sara se sienta con ella en la camilla y le agarra las manitas.
-No te preocupes mi amor, estarás bien- le dice Sara algo frustrada.
Alex no dice nada, solo se para junto a la cama de su hija como un washiman.
La doctora abre las cortinas que cubren la camilla.
-A ver que tiene esta princesa?-Pregunta mientras le toma la temperatura.
-Ya le dije, tiene mucha calentura y no se le baja con nada, ella no se enferma, no es así, entiende?! Ella siempre ha sido muy sana!!- Le dice Sara bastante preocupada
La doctora la mira comprensiva.
-No se preocupe señora. La niña solo tiene un virus, es más que normal en niños de su edad- Le explica la doctora , después de haberle revisado la garganta y los bracitos.
-Como se le cura?-Pregunta Alex.
La doctora lo mira coqueta. Sara se molesto, porque diablos Alex no puede pasar desapercibido??
-Con acetaminofen y bastante jugo además de un antialergico- Dice la mujer.
Sara aún no se tranquiliza.
-Pero no le baja la fiebre!-comenta.
-Lo se! Le pondré un suero para que se la baje-Dice la mujer.
Enseguida viene una enfermera con aguja en mano.
Sara abraza de inmediato a la niña, quien al ver la aguja se asusta.
-Mamita no quiero- Dice la pequeña al borde de las lágrimas
-Amor es por tu bien, para que te sanes- Le insta Sara.
-Papito no quiero!-Grita más fuerte la niña a su padre.
Él se aproxima a su hija y la coge en brazos.
-Lo siento doctora , pero mi hija no quiere-Dice Alex protegiéndola entre sus brazos.
-Tiene que dejar que procedamos, de lo contrario la fiebre puede subirle más-Dice la doctora.
Alex la mira desconfiado.
-Alex por favor!- ruega Sara.
La enfermera solo espera.
-Princesa, estas enfermita y para curarte hay que hacerte un pinchazo, justo ahí en ese lugar- Le dice Alex señalándole el brazo.
La niña mira su brazito y dice no con la carita.
Ilay detesta las agujas.
- No quiero papitos- le dice a los padres.
Sara esta desesperada. Alex no suelta a la niña.
-Alex pon a Ilay encima de la camilla, hay que ponerle el suero- le dice Sara en un tono de voz un poco alto.
Alex la atraviesa con la mirada.
-Vamos princesa, cierra los ojos y cuenta conmigo- Le dice Alex mientras coloca a la niña en la camilla. Ilay obedece a su padre y en solo unos segundos tiene el suero puesto.
-Ves mi amor, fue muy rápido!-Le dice Sara mientras se acuesta con ella en la camilla.
Alex se sienta al borde de esta.
-Desde que se acabe el suero me llaman-Dice la Doctora mientras se va a atender a otros pacientes juntos con la enfermera.
Sara acaricia el bracito de Ilay mientras besa la coronilla de la cabeza de su niña. Alex se dedica a mirarlas.
Se pregunta como pueden ser tan idénticas. Las caritas redondas, mismos labios, la nariz, el color de piel, el color de cabello, si no supiera que había tenido relaciones con Sara, fácilmente pudiera decir que no era su padre, aunque en el carácter eran idénticos.
-No me devolviste el celular ayer- Comenta Alex.
-Fue mi intención, pero estabas algo ocupado- Respondió Sara mientras contaba los deditos de su niña.
-Lo traes contigo?-Preguntó.
-No lo deje tirado en casa, creo que esta en la habitación mía o no se, no recuerdo donde lo puse, si quieres vete a buscarlo- Le dijo Sara.
-Cuando a Haydeen Ilay le termine de pasar el suero nos iremos juntos- responde Alex.
Sara sólo movió la boca en una mueca.
La niña poco a poco la fiebre fue bajando, le hacia muy bien el suero y el calor de sus papás.
En unos momentos ya estaban fuera del hospital con receta en mano, algunos ante alérgicos, vitaminas, y una referencia al pediatra de la niña.
Ilay estaba literalmente pegada a su padre.
-Papito quiero que estés conmigo hoy entelito- Dice la pequeña en voz baja.
-Lo estaré princesa, pero necesito que te vayas con mami para poder manejar- Le dice Alex al lado de Sara.
-No quielo- Responde la niña ocultando su cabecita en el ancho pecho de su padre.
-Sabes manejar Sara?-Pregunta Alex.
Sara lo miró sonriendo. No pudo evitarlo. Manejaría esa preciosura. Alex al ver la emoción por parte de Sara también sonrió.
Le gustaba como ella sonreía, ese era un secreto que él tenía muy bien guardado.
Sara siempre había sonreído de una forma diferente, era como una risa libre , natural simplemente hermosa.
-Si tuve un carro cuando asistía a la universidad - Dice Sara con finjida molestia.
-Ok, saca las llaves de mi pantalón. Hoy conduciras....- Alex no habia terminado de hablar cuando ya Sara movía su mano en el bolsillo del pantalón de tela de Alex.
Sin querer tocó una de sus piernas que estaba muy en el centro, era larga y dura...
Detuvo su mano un momento. Su respiración había parado. Esa electricidad había recorrido su mano entera. Trago saliva y continuó en búsqueda de las llaves, las cuales encontró un segundo después.
Alex se montó de copiloto con la niña en brazos.
Sara se montó algo nerviosa. Temía dañar tan precioso auto.
-Adelante prendelo!-Le insta Alex.
Sara lo duda. Tiene miedo de chocar el auto.
-No! No puedo, no quiero arruinar este bebé-Dice Sara dándose por vencida.
Alex suelta una carcajada.
-Le tienes mucho cariño al auto- Dice entre carcajadas.
-Es digno de cuidarlo- Dice ella. Sara mira a su pequeña rendida en los brazos de su padre.
-Es perfecta verdad?-Pregunta Alex mirando a su niña.
A Sara se le lleno el corazón de amor en ese momento.
- Lo es!-Dice.
-Arranca Sara , no importa si lo pelas, pero procura no chocar recuerda que tengo a Haydeen Ilay en mis brazos- Dice
Sara asiente y nerviosa prende el carro.
Le sorprende la suavidad con la que anda. Es fácil de manejar y muy confortable.
Sara manejo con extremado cuidado, por el auto y la niña.
Llegaron a casa en eso de media hora. Alex se desmonto con la pequeña que ya se estrujaba los ojos.
Sara aún acariciaba el auto.
Tenia ganas de besar ese cuero pero se vería un poco rara.
Ella se desmontó del auto y lo miró con exagerada tristeza.
*Otro día seras mio, bebe!*- le dijo al auto en voz baja.
Alex entró de inmediato.
Sara lo siguió.
Juntos fueron a la habitación de la pequeña. Donde se volvió a dormir en cuanto sintió el colchón.
-Cuando se despierte hay que darle el antialergico- sugirió Alex.
-Lo se- respondió Sara abriendo la puerta de su cuarto. Alex se limitó a seguirla.
-Y tu amante Alexis conoce a mi hija?- Pregunto con algo de seguridad y antipatía.
Sara no sabia que responder. No era bueno seguir mintiendo pero tampoco sacarlo de ese error, aunque sospechaba muy bien que ya Alex conocía la verdad, pues no en balde le había puesto a Gregorio como chofer y seguridad.
-Porque la pregunta?- interrogó Sara mientras pasaba sus finas manos por su alborotado cabello, algún día haría algo con el, mientras tanto lo recogió con un gancho.
-Curiosidad. No me gustaría para nada que mi hija le dijiera papa a dos hombres- contestó con naturalidad.
- Es una amenaza o advertencia?-Pregunto Sara mientras buscaba en la cama el celular de Alex.
-Un poco de las dos. Soy algo egoísta con lo que considero mio!- añadió con voz ronca.
Sara le sorprendió su respuesta
-Me consideras tuya?-Pregunto sin reparos.
-Eres mi esposa- Respondió.
-Eso no quiero decir que lleve tu nombre tatuado en mi piel-Dijo Sara pasándole el celular el cual tenia algunas 10 llamadas pérdidas.
-Buena observación! Quizás debería hacerte un tatuaje.Te quedaría muy bien debajo del ombligo- Dijo mirando intensamente esa zona que acababa de mencionar.
Esas palabras le provocaron mucho morbo a Sara, obligando que una de sus manos tocara esa zona. Una sensación un tanto electrizante empaño sus sentidos. Escuchar tal proposición por parte de Alex Levinson no era muy cotidiano.
Sara observo como Alex se mordía el labio muy despacio, era tanto así que podía observar como la presión de esos dientes perfectos marcaban esos labios finos y a la vez gruesos, tan apetecibles de besar. Un caliente extraño recorrió su cuerpo obligándola volver a la realidad, una realidad poco alentadora donde no se merecía una caricia de amor ni tampoco la anhelaba de aquel hombre, o quizás.....
-No creo que se vea bien entre tantas estrías-Dijo Sara parada junto a la cama. Ella no tenia un cuerpo muy bonito, desde pequeña se caracterizó por ser sinónimo de una tabla de planchar en cuanto por delante se refiere, siempre había tenido muchas nalgas pero se veía algo fea ante la delgadez de su cuerpo, sus orejas eran algo que siempre sobresalía. El embarazo no hizo más que complicar las cosas, un estómago antes plano y perfecto, hoy estaba algo hinchado y cursados por estrías del embarazo. Sus senos estaban mas secos que antes debido a la lactancia. Ella había sido una mujer poco agraciada pues hay algunas mujeres que después del embarazo su parte superior le crecía , ella fue de lo contrario.
-No sabia que tuvieras estrías!-Explico Alex aun con mayor curiosidad de ver el vientre de su esposa.
Le atraía aquella naturalidad. Sabia a perfección que Sara no tenia nada plástico al contrario con algunas de las mujeres que se había acostado en los últimos años, todas tenían bustos exagerados que cuando lo tocabas te encontrabas con pura dureza, nada parecía real o natural, por lo tanto la mención de estrías poco importaron.
-Un embarazo nunca sale gratis-Exclamo Sara.
-Dejame ver tu vientre- Dijo Alex sin pensarlo.
Le mataba la curiosidad.
Sara se sintió avergonzada, para ella Alex solo quería cerciorase de que tenia un cuerpo poco agraciado, por lo tanto declinó la idea
- No! -Solo dijo llevando sus dos manos a su vientre.
-Porque?-Preguntó el acercándose a su esposa.
El era un hombre al que no se le nagaba nada. Sonrió un poco al ver que Sara retrocedía chocandose con la pared.
Ella estaba a su merced y eso le agradaba.
-No quiero que me veas Alex- Grito Sara, roja de la vergüenza.
-Por dios mujer! Es sólo el vientre ni siquiera lo tocare, solo quiero ver las dichosas estrías, a ver que tan profundas son- Constató él.
Sara se quedo rígida cuando sintió aquellos dedos finos y fuertes, asomar por su blusa.
Alex fruncio el ceño estaba muy concentrado en levantar el suéter de Sara que ni siquiera se percató de las mejillas rojas de estas.
Alex se sorprendió de la blancura del vientre de su mujer. Solo lo había visto dos veces, la noche que tuvieron relaciones, cabe destacar que no estaba muy sobrio, y la segunda fue cuando ella estaba embarazada.
Algunas estrías cruzaban su vientre, eran débiles y de color rojas, por lo que se podían arreglar con cremas. Sin pensarlo Alex acarició cada una de las estrías provocando que la respiración de Sara se parara al instante.
El deseo se hizo eco. Alex levantó la mirada , dejando su mano en el vientre de Sara. Le sorprendió las mejillas de su esposas, sus grandes ojos lo miraban nerviosos y esos labios , esos labios dueños de la mejor sonrisa del mundo le parecieron demasiados apetecibles.
Sin voluntad fue acercando su boca a la de Sara. Sintió seguridad cuando no vio que ella se alejaba. Alex sentía como su corazón latía locamente, su pecho parecía pequeño para el furor de su corazón.
Sara cerró los ojos esperando lo evidente. Sus labios saboreaban anticipadamente el sabor de los de Alex, esperaba ansiosa.
Ring.....Ring...Ring...
El celular de Alex sonó interrumpiendo aquel momento que estuvo a punto de darse.
Alex se alejó de Sara con rapidez y contestó el celular.
-Hola Linda- Saludo
Sara se sintió molesta al escuchar tal nombre.
-Bien gracias y tu?-
-dime-
-Queee!! No puede ser! Voy de inmediato. No entres ahí- Dijo antes de colgar.
Alex miró a Sara. No se atrevió a decir nada de lo que estuvo a punto de pasar momentos antes.
-Me tengo que ir. Mandaré a Gregorio a que te compre un celular y por favor no salgas de casa, cuida de Haydeen Ilay, llámame cualquier cosa- Dijo con apariencia preocupada.
Sara se preocupo, la tal Linda le había dicho algo a Alex que lo había preocupado. Eso pensó ella.
Alex salió muy rápido de la casa de su esposa, pero antes le dio las instrucciones a Gregorio para que le comprara el celular a Sara.
La velocidad de su carro le pareció lenta aun cuando iba a mas de 100 k/h.
En unos segundos estaba en casa de Linda, ella lo esperaba afuera.
- Oh Dios mio Alex! Recibí una llamada de Jorge.-Le dijo desde que lo vio salir del auto.
-Tranquila, explicame como fueron las cosas- Le dice Alex mientras rodeaba la casa para saber que todo estaba en orden.
- Es que....llegue a casa luego de la campaña de ropa interior. Iba a entrar a casa pero encontré una carta que decía que ...Jorly estaba muerto.... Dios! Alex me estoy muriendo de angustia, .... Luego Jorge me llamo burlándose de mi- Dijo Linda entre sollozos.
Alex la abrazo para consolarla. No se dieron cuenta que había un paparazzi escondido entre los arbustos , el cual sin duda capto el abrazo.
-Tranquila Linda, lo encontraremos! Todo estará bien, entremos a tu casa- Dijo hací lo hicieron , como Alex sospechaba todo estaba en regla.
-Que te dijo Jorge?-Le pregunto a Linda.
-Me dijo que donde estaba el niño?, que si para esta noche no aparecía me acusaría de asesina- Dijo la rubia.
-Asesina?!-Se extraño Alex.
-Porque te mencionaría esa palabra, algo tiene el que saber de la carta que te llegó y la desaparición del niño- Exclamó Alex mientras releía la carta que Linda le había pasado.
Ella lloraba suavemente.
Alex puso su neuronas en ejecución.
Jorly era el hijo que Linda había tenido en su adolescencia, con un joven que hoy se había convertido en el dueño de unos de los casinos más famosos de la isla, Jorge Lebrón!
El niño tenía alrededor de dos años desaparecido. Las autoridades lo habían declarado desaparecido, sin embargo Linda insistía en que su hijo no estaba muerto, el niño tenia 9 años era rubio igual a su madre. Alex la había estado ayudando desde que conoció su caso. Eran muy amigos , cuya amistad había sido interpretada de otra manera por la prensa y demás personas.
Lo que Alex no comprendía era aquella llamada y la carta. Porque el padre del niño amenazaba a Linda justo ahora??!! Porque ahora que ella era una figura pública??!
Quizás el sabría algo del niño?
Quizás Jorly estuviera vivo!
Demasiadas preguntas y pocas respuestas.
Alex camino hacia la sala de la pequeña casa , preparó un té de manzanilla para su amiga.
Le daba tanta tristeza la forma en que Linda sufría.
-Toma. Iré a hablar con Jorge-Le anunció Alex.
- No no lo hagas! Te matará, no lo conoces Alex, ese hombre es un monstruo, no se como pude enamorarme de él- Explico Linda mientras bebía nerviosa el té.
-Descuida Linda, iré al casino como un jugador normal.-Planeo Alex.
-Voy contigo!- Dijo Linda
-Claro que no. En los casinos hay cámaras por todas partes, si tu ex me viera contigo fracasaría el plan inmediatamente.- Dijo Alex.
-Eso es lo de menos. Todos en el planeta piensan que somos pareja, inclusive tu esposa Dijo Linda.
-Claro, por lo tanto tu ex tiene interés en mi, en cuanto me vea me mandara a llamar por lo tanto es algo muy peligroso y no te voy a riesgar- Le explico Alex.
-Entiendo, con quien irás?- pregunto Linda.
-Con mi esposa. Los medios no están acostumbrados a verla por lo tanto si la ven de mi brazo, atraerá a toda la prensa por ende tu ex no me podrá poner un dedo encima, no le gustara para nada que el famoso modelo haya desaparecido en su casino, y la prensa sea testigo de todo, estoy protegido Linda, así que no te preocupes-Le insto a la rubia.
-Dios! No se como podre agradecertelo- Dice la mujer.
Alex le sonríe.
-Es mi trabajo- Dice.
El Derecho le encantaba , pero a comparación con su trabajo de modelo era algo aburrido. Hacia unos trabajitos que le rendían bastante dinero pero de los que nadie se había enterado pues lo hacia con bastante discreción.
Su celular suena. Inmediatamente Linda se pone alerta pero respira luego de saber que es el de Alex.
-Jefe que tal?-Pregunta Alex al tan solo descolgar.
-Si ya voy!-Añadió.
-Me tengo que ir Linda. Tengo que hacer un desfile, será mejor que te vayas a casa de tu madre por unos dias- Le dice Alex.
Ella le sonríe.
-Haré las maletas en unos segundos. Vete tranquilo que en media hora estaré donde mi madre- Dice Linda.
Alex se va confiado.

En multimedia Sara.
Se esta poniendo interesante la historia?
Cual sera el transfondo de la relación de Linda y Alex?
Sara esta molesta?!
Los sentimientos de Alex están a flote o la atracción es demasiado fuerte?
Que es mas fuerte el amor o la atracción? Porque?
Besos. Voten y comenten.

En el silencio de 4 paredes!Where stories live. Discover now