Aprendiendo a ser [Lumity]

Capítulo 22

—Yo...— Amity no sabía que responder, la tomó por sorpresa descubrir a Luz comprando un tomo de La Buena Bruja Azura.

—Viene por otro de estos— mencionó Gus interrumpiendo y pasando el libro en cuestión por un escáner que emitió un pitido.

Luz se sorprendió por eso y Amity se sintió expuesta, ambas muy avergonzadas.

—¿Te gusta La Buena Bruja Azura? — preguntó Luz ahora más interesada que sorprendida.

—Si— Amity empezó a explicar un poco avergonzada —es una saga que sigo ya desde hace años—.

Gus estaba expectante, debía admitir que esto era divertido.

—Y cuéntame, ¿cuál consideras que es el mejor arco?, ¿y por qué es el de la redención de Hécate? — dijo Luz con tono divertido.

Amity se rio por lo dicho por la morena, —es bueno, pero nada como la declaración de Azura a Hécate, ese arco para mí lo supera con creces—.

—¿Puedo cobrar o van a seguir coqueteando? — de pronto interrumpió Gus, intrigado por la reacción de sus amigas.

Ambas se pusieron de un bonito color rojo.

—Oh Gus, ¿de qué hablas? — replicó Luz histéricamente.

—Si Gus, no exageres— secundó Amity sin saber realmente qué más decir.

Gus las veía con cara de póker.

—Bueno como sea— le entregó su libro a Luz mientras buscaba otro tomo para Amity y lo pasaba por la registradora, —tengo que estudiar, así que si quieren discutir sobre su libro tendrán que hacerlo en otro lugar, porque voy a cerrar— finalizó entregando el otro libro a Amity.

Una vez que los tres estuvieron afuera, Gus se despidió, no era broma que llevaba prisa y se marchó.

Ambas chicas se quedaron ahí paradas, sin saber exactamente qué hacer.

—Entonces... supongo que también tienes que estudiar— Amity rompió el silencio.

Luz la miró —sí, aunque me hubiese gustado continuar discutiendo más sobre Azura— mencionó ella apenada.

Amity se sentía igual, sabía que debían estudiar, pero nunca conoció a alguien más que compartiera este gusto con ella, por lo menos no en persona.

Entonces una idea surgió entre todo este sentir.

Amity tenía un espacio en la biblioteca sólo para ella, donde podría estudiar, o simplemente pasar el rato.

Recordando por un momento también, aquella vez en que Luz y ella comenzaron su amistad, Azura como un factor que siempre le ayudaba a aclarar sus ideas.

—¿Te parece si vamos a la biblioteca?, tengo un lugar donde podríamos continuar nuestra plática y estudiar— sugirió Amity terminando con su hilo de pensamiento.

Los ojos de Luz se iluminaron —¿enserio?, sí, me encantaría, y no de la manera en que Hécate lo hace con Azura en su primer duelo de brujas—.