єℓ ѕeхy тєяαρєυтα {נυѕтιивιєвєя&тυ} єяóтιcα

Capítulo 22 ; "Siempre serás mía"

Andaba de un lado al otro, ordenando y limpiando la casa. Hoy era domingo y tocaba limpieza en el hogar, no era su día preferido pero siempre había seguido la tradición de su madre, ella trabajaba de lunes a sábado y dejaba el domingo la limpieza general.

Sonrió al recordar las cosas que le decía cuando tenía quince años.

"Cuando tengas una casa no sé como la tendrás de polvo..."

"Ya te acordarás de mí el día que yo falte..."

"No sé a quién habrás salido..."

Siempre a cada ocasión le repetía las mismas palabras, una y otra vez y ella siempre le contestaba con monosílabos cortantes, estaba bastante agobiada y cansada de oír siempre las mismas palabras y las mismas frases día tras día. Llegaba a cansar y por eso siempre acababan peleadas al final de la mañana.

Había acabado de limpiar toda la sala y decidió poner una lavadora antes de que el sol de la mañana se fuera, al momento de meter la mano en el bolsillo de su chaqueta frunció el ceño al palpar un trozo de papel. Lo sacó de la chaqueta y lo observó con detenimiento.

Dejó la chaqueta encima de la cesta de donde la cogió y abrió lentamente la nota con una extraña sensación dentro de si misma. Tragó saliva con dificultad al reconocer la letra escrita en el pequeño papel.

Siempre serás mía.

Un escalofrío llegó a recorrer desde su columna vertebral hasta la planta de sus pies, su cuerpo estaba inmovilizado y su boca estaba entreabierta con sorpresa.

-¿Cuándo me a puesto la nota en la chaqueta? -susurró con sorpresa a la misma vez que confundida, su voz salía algo nerviosa al igual que su respiración se volvía algo irregular.

Y se quedó allí, inmóvil.

Leyendo las mismas palabras una y otra vez.

Hasta que el sonido del timbre de la casa hizo que levantara la vista y pegara un salto hacia atrás del susto, suspiró más tranquila segundos después y se encaminó hasta la puerta principal deseando que fuera Justin, desde ayer que no lo veía y prometió venir a buscarla, esta noche iba a conocer su casa y quedarse a dormir junto a él y realmente le echaba de menos.

Su cuerpo lo necesitaba.

Suspirando con anhelo abrió la puerta y deseó cerrarla justo en ese momento, cosa que hizo, pero el pie se interpuso en medio provocando que no se cerrara.

-¡Espera! -gritó empujando la puerta con todas sus fuerzas consiguiendo que ____________ saltara hacia atrás del impacto, se hacía notar que él tenía el triple de fuerza que ella y aún así no se compadeció por ella.

-¿Qué quieres? -gritó exasperada gesticulando con los brazos.