LLORA, ME LLAMA [KAGEHINA]

XXI. La boda de Heitor y Nice

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Brasil - Rio de Janeiro
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Llegó el tan esperado día de la boda de Nice y Heitor. Dentro de la casa de Hinata y Pedro, las cosas estaban hechas un caos. El padrino estaba evidentemente tarde.

La ceremonia se llevaría a cabo en uno de los hoteles mas lujosos de Rio de Janeiro. El padre de Nice había prestado todo su hotel con entrada al mar para el día especial de su hija.

Hinata salió de su habitación saltando en un pie, en la sala estaban Juliana y Pedro arreglándose.

—O que, eles cortaram sua perna?

『Que, ¿te cortaron la pierna?』

—Não tem graça Pedro, já estamos atrasados!

『¡No es gracioso Pedro, ya estamos tarde!』

—Ah, e de quem é a culpa?

『Ah, ¿y la culpa de quién es?』

Hinata refunfuñaba mientras abría la aplicación de taxis y pedía uno. No tardó mucho en llegar y todos bajaron para abordarlo.

La música estaba sonando, los invitados ya sentados en las bancas de la gran Iglesia y el novio en el altar. Hinata irrumpió corriendo y se apresuró a ponerse de pie del lado del padrino.

Heitor le miró de reojo y murmuró fingiendo una sonrisa.

—Ninja, você é um homem morto.

Ninja, eres hombre muerto.

—Ah vamos Heitor, você sabe que eu não vou te decepcionar neste dia. Aqui estou, desculpe.

『Ay vamos Heitor, sabes que no te fallaría en este día. Aquí estoy, lo siento.』

— Só para dar paz de espírito a Nice, não vou fazer escândalo. Mas na prática você vai ver... Vou deixar esses antebraços roxos...— dijo con una voz sombría.

『Sólo para darle tranquilidad a Nice no haré un escándalo. Pero en la práctica ya verás... haré que esos antebrazos se pongan morados...』

Hinata tragó grueso frente a la amenaza. "Maria..." pensó desanimado.

La marcha nupcial comenzó a sonar, todos se pusieron de pie y Nice apareció con un hermoso vestido blanco y un velo enorme.

Acompañándola del brazo iba su padre, todos aplaudían y miraban con emoción a la feliz pareja. Ellos se sonrieron mientras la distancia se acortaba y Heitor soltó una lágrimas. Shōyō le alcanzó un pañuelo y por fin, la ceremonia inició.

Luego de darse el si y salir del templo, Hinata junto a Pedro y Juliana se dirigieron al hotel donde sería la recepción y fiesta de la boda.

Al llegar, ayudó en dirigir algunas cosas junto a Juliana y su tía. Todo estaba listo, el DJ, la comida, los invitados y el licor. Solo faltaban los novios.