LLORA, ME LLAMA [KAGEHINA]

V. Comienza el entrenamiento

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Brasil - Rio de Janeiro
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Kageyama estaba algo dormido, pero aun así lograba escuchar voces a lo lejos que poco a poco se hacían más claras.

—¿Crees que ya debamos despertarlo?

—¡Obvio! ¡Es tarde! Tiene que bañarse, cambiarse, desayunar, calentar...— Hoshiumi seguía enlistando las cosas que le faltaban hacer a Kageyama por quedarse dormido.

—Pues... procede entonces.

—Con gusto... —Se aclaró la garganta, el rematador peliblanco parecía disfrutar mucho eso.— ¡Despierta idiota!— le dio varios golpes suaves en la inmensa frente del colocador.

—¡Ahhh! — saltó Kageyama y de inmediato los fulminó con la mirada.

—Por fin "Bello durmiente", dale, cámbiate y vístete que estamos tarde. — Hoshiumi le lanzó su ropa de deporte y una toalla.

—Ugh... mi cabeza...— se quejó Kageyama tomándose la sien. —¿Dónde estamos?

Hoshiumi volteó shockeado, miró incrédulamente a Ushijima para confirmar si este estaba hablando en serio o no.

—Estamos en el hotel, baboso. Y tienes merecida la resaca, eso te pasa por dejarte engatuzar por un bronceado de pelo naranja.

—¿Qué?— Kageyama estaba sumamente confundido por todo el griterío. Se limpiaba los ojos murmurando. —¿De qué hablas?

—¿Huh? No me digas que no recuerdas tu cita de anoche.— Kōrai levantó su mochila deportiva mientras lo cuestionaba.

Kageyama resopló y los miró cansado, estaba evidentemente más despierto pero no comprendía nada. —¿Cuál cita? Sólo jugamos un intento mediocre que vóley. Felizmente gané una apuesta y tendré curry de cerdo.— Tomó la toalla que previamente había sido lanzada hacia él y su mente entró en razón. —A todo esto, ¿qué hacen en mi cuarto? Déjenme dormir, estoy cansado.

"Aunque si necesito un baño..." pensó el ojiazul.

El pelinegro volvió a dormir y se recostó en su cama cerrando los ojos.

Los otro Adlers se miraron entre ellos y Wakatoshi dijo. —No me mires así Hoshiumi-san. Yo no voy a detener mis actividades del día por Kageyama Tobio. — Y asi de fácil, el mayor se fue a su habitación, dejando a Kōrai con la boca abierta.