VIII. Bésame sin sentir

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Brasil - Rio de Janeiro

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Finalmente, todos se sentaron en la mesa y probaron la increíble sazón de Nice. Sirvió una sopa tradicional de  entrada, una clásica Picanha brasileña de fondo y del postre se encargó Hinata.

Discutían acerca de la victoria reciente de la selección de Brasil, los futuros entrenamientos y la dieta que Lucio les encargaría a partir de aquella semana.

No tomó mucho tiempo para que Nice y Hoshiumi se hicieran muy amigos, ambos conversaban acerca de celebridades y cultura pop. Wakatoshi hablaba acerca del entrenador Washijō con Lucio, y Kageyama y Hinata discutieron sobre su ataque rápido.

—Creo que podemos mejorarlo, encontrar una forma en la que el balón... como decirlo...

—¿Se detenga por un segundo?

Kageyama le miró asombrado, como si hubiera descifrado su pensamiento. —Si, exacto.

Hinata el sonrió encantadoramente. —No soy tan mierda como creías ¿eh?

Kageyama se tiñó de un rosa pálido. Evitó su mirada. —No, supongo que eres un cinco porciento menos mierda.

—¡Oye!— Kageyama se alzó de hombros. Hinata rio ante su frialdad. —Tienes sentido del humor, pero nunca te ríes.

—Soy gracioso. Pero no tengo la necesidad de hacer chistes para caer bien.

Hinata le miró extrañado, su ego y su forma de ser tan directa a veces le sorprendía.— Apuesto a que puedo hacerte reír.

—No me das risa.

—¡Te haré reír! Ya verás.

—Que, ¿otra apuesta?

—Pues si, ¿no? Así nos conocimos después de todo. Es "lo nuestro."

"¿Lo nuestro?"

Kageyama rodó los ojos. —Vale, si tu lo dices. Aunque no creo que lo consigas.

—Como digas Kageyama-kun~ comienza la apuesta.

Luego de la comida, todos le agradecieron a la guapa rubia y le ayudaron a lavar los platos, limpiar la mesa y la cocina. Ella no podía estar más encantada por el servicio y le rogó a su prometido que les invitara más seguido. Hinata vio la hora, eran casi las cuatro y media, debía irse.

—Bueno, fue un gusto almorzar con ustedes, pero debo retirarme.— dijo el pequeño recogiendo sus cosas.

Sin embargo, Lucio intervino. —Nosotros también deberíamos irnos. Gracias nuevamente por la comida Nice.

—Fue un placer.

Los Adlers se despidieron y junto a Hinata y Lucio, bajaron las escaleras del bonito apartamento de la pareja.

LLORA, ME LLAMA [KAGEHINA]Where stories live. Discover now