Capítulo 5

7K 281 5
                                    



ALMA

Los dos días de margen habían pasado muy deprisa, cuando quise darme cuenta era viernes y me encontraba dentro del avión rumbo a Tenerife.

Fer y Pedro me habían dejado un mensaje diciéndome que su vuelo llegaba una hora más tarde que el mío, que al llegar al aeropuerto sus padres estarían esperándome para recogerme.

Puse mi móvil en modo avión y me preparé para el despegue.




PEDRI

Había acordado con Fer de que lo mejor que podíamos hacer para que no nos relacionasen era que Alma fuese antes al aeropuerto y que le recogiesen mis padres, ya que probablemente habrían fans y prensa a la salida del mismo cuando llegásemos nosotros, Fer organizó todo y así ocurrió.

Durante el vuelo estuve hablando con Xavi, nuestro entrenador, le había explicado que necesitaba unos días para unos asuntos familiares, solo faltaría a dos entrenamientos ya que teníamos algunos días de descanso tras ganar la supercopa.
Igualmente me hizo prometerle que tendría que entrenar por mi cuenta esos días.

Decidimos que lo más sencillo para todos era alquilar una casa que estuviese más retirada de la de mis padres, así Alma podría cocinar tranquila y también nos evitábamos que nos vieran mucho juntos.

Para hacerlo más fácil, Fer y yo nos quedaríamos con ella, así aprovecharíamos al máximo el tiempo.

Llegamos a la casa y ella ya estaba allí, llevaba un conjunto de chandal gris, el pelo recogido en un moño y estaba apoyada sobre la isleta de la cocina anotando algunas cosas en su libreta.
Se veía tan tranquila con sus auriculares y concentrada que me quedé unos segundos observándola sin darme cuenta, Fer fue quien me sacó de mis pensamientos agitando su mano delante de mis ojos.

—Pedri...—Dijo poniendo los brazos en jarra delante mío mientras me advertía con la mirada.

Un pequeño grito hizo que desviáramos la vista hasta donde provenía.
Alma estaba con la mano posada sobre el pecho y con los auriculares sujetos con la que le quedaba libre.

—¡Me habéis dado un susto de muerte, no os he escuchado entrar!.—exclamó.

—Lo siento.—Dije apenado.

Fer sé acercó hasta dónde estaba y empezó a mirar su libreta.

—¿Que has apuntado?.—Le preguntó.

—Un par de ideas que me ha dado tu madre.

—¿Puedo verlas?—Preguntó mi hermano.

—Aún no, me faltan algunos detalles.—Cerró la libreta antes de que Fer pudiese seguir husmeando.

—Chicos, ¿os parece bien que vayamos hoy al primer bar de la lista?.—Pregunté.

—Por mi estupendo, he comido poquísimo y la verdad es que tengo hambre.—Admitió Alma mientras hacía un puchero.
Y no sé por qué, pero verla hacer ese gesto me dio ternura y unas ganas tremendas de acercarme y cogerle los mofletes con ambas manos.

Reprimí e aislé ese pensamiento en seguida.

—Pues en cinco minutos nos vamos.—Dijo Fer.

Yo fui directo a elegir habitación, fui  hacia la que quedaba más apartada de todas las demás y dejé mis cosas en la cama.

Tras hacerlo recibí una llamada en mi móvil y lo saqué del bolsillo para ver de quién se trataba.

*Gavi🐣*

Contesté en seguida.

-¿Que pasa tío, ya me echas de menos?.—Pregunté riéndome.

—Si pero tampoco te vengas arriba que ya nos conocemos, que te dan la mano y coges el brazo.—Reí divertido ante su comentario.

—Va, ahora en serio, ¿qué pasa?.

—No te quería molestar, sé que estás un poco liado con lo de tu hermano y eso, pero es que quería avisarte de que en unos días me iré a celebrar el cumpleaños de un amigo a la isla, estaré solo tres días pero a lo mejor podemos quedar si te viene bien.

Gavi se había convertido en un hermano para mi, literalmente sentía que era mi hermano pequeño, teníamos muy buena amistad a parte de ser compañeros de equipo, así que no me tomó por sorpresa que incluso en sus días libres le apeteciese quedar conmigo, yo también le habría llamado.

—Perfecto, avísame cuando vengas, puede que hasta nos seas útil.—dije riéndome.

—¿Cómo va todo con la cocinera?.—Preguntó.

—Es muy agradable.—dije.

—¿Agradable de maja o agradable de está buenísima?.—Preguntó entre risas.

—¿La verdad?, ambas, pero no me empieces a sonsacar cosas que te conozco, mejor hablamos cuando vengas, anda.

—Vale va, pues en unos días te hablo, cuídate mucho hermano, no hagas nada que yo no haría.

—Entonces estoy jodido...—Solté una carcajada antes de colgar y Gavi hizo lo mismo.

Al colgar recibí un mensaje:

"Estamos en el coche esperándote 😊"
-Alma.

Le respondí lo más rápido que pude mientras salía de la habitación:

"Estoy bajando, perdón por la demora 🙈"

Salí de la casa y me encontré a Alma riéndose a carcajadas con Fer.
Por algún motivo el corazón me dio un pequeño vuelco ante la escena.
Carraspeé para que se percatasen de que ya estaba ahí.

—Ya nos podemos ir.—Dije un poco más seco de lo que pretendía.

Alma se colocó en la parte de detrás, Fer conducía y yo estaba como copiloto.
Al principio el ambiente estaba un poco tenso, pero poco a poco fue disipándose, sobre todo porque me enterneció ver cómo Alma iba mirando por la ventanilla como una niña pequeña mientras repetía cada dos minutos que la isla era preciosa.

Fer y yo nos echábamos miradas de vez en cuando, sabía que él también se había dado cuenta de lo especial que era Alma.

LA ISLA- PEDRI GONZÁLEZWhere stories live. Discover now