Una nueva era: La revolución del acero

1 - Vengadores Reúnanse

"Luego de la destrucción de la mitad del mundo,es necesario llevar a cabo tareas de reconstrucción que permitan retomar el ritmo de vida. Una conocida corporación secreta, antes despreciada ha sido escogida por los líderes del mundo para encabezar las tareas requeridas.Nuestros héroes están dispuestos a ayudar al mundo, para luego poder recuperar sus propias vidas".

Estados Unidos.
Ubicación secreta.

María Hill acaba de llegar al lugar donde se encontraba la casa de Barton en un quinjet. Viene acompañada por la agente Bobbie Morse y un par de soldados del gobierno. Luego de aterrizar la nave, María desciende y se dirige hacia el sitio donde está Clint Barton. Bobbie queda a cargo del quinjet y de las comunicaciones, mientras los soldados son enviados fuera de la nave para formar un perímetro de vigilancia.

Hill: Hola Clint, te traje algo de comer.

Barton: María, sabes que no tengo ánimos para comer nada ahora, quizás nunca los tenga.

Hill: Clint, han pasado cuatro días, debes comer algo o morirás de hambre -su rostro evidenciaba preocupación.

Barton: Ellos comían a diario, y eso no fue suficiente para mantenerlos a salvo. No vengas a decirme eso a mí María -la ira y la tristeza invadían todo su ser.

María no sabía bien qué hacer en estos casos, pues prácticamente estaba casada con la agencia. No era muy dada a la cosa romántica ni mucho menos era de las personas que se lamentaba por algo. Ella pasaba la hoja y seguía adelante.

Hill: Señor, tenemos una situación aquí. El agente Barton está, cómo decirlo, un poco desorientado -dijo mientras se alejaba un poco del lugar.

Fury: Agente Hill, haga lo que sea necesario para traer al agente Barton al nuevo precinto.

Hill: Señor ¿insinúa que lo lleve arrastrando? -Preguntó a su jefe con tono desconcertado.

Fury: María, Clint necesita descansar y recuperarse -Nick se oía extrañamente compasivo.

Hill: ... -María quedó sin palabras ante la forma que hablaba Nick, además, no era usual que utilizara los nombres de pila.

Fueron segundos largos y algo incómodos para María, sin embargo, la extraña situación fue interrumpida bruscamente por el agente Morse.

Morse: Hill, regresa al quinjet. Señor, yo me haré cargo ahora.

Fury: Agente Hill, ya escuchó al agente Morse.

Hill se sentía algo sobrepasada por lo acontecido, y aunque no lograba entender por qué no había podido seguir las órdenes de su superior, entendía que la situación era tan solo como debía ser.

Hill: De inmediato jefe -dijo María de forma natural, tan solo acatando la orden.

A pesar de encontrarse a varios metros de distancia, Clint no había pasado de largo aquella conversación, y aunque sabía bien que debía irse con los agentes, no habría forma de que lo sacaran de ahí sin luchar, y el Halcón ya estaba preparado. Las heridas eran tan profundas, que aún si quisiera no podría escapar de ellas, por lo que estaba dispuesto a morir con ellas.

Barton estaba listo, y a pesar de la condición de congoja, por su pérdida, como buen soldado, se encontraba concentrado a la espera de lo que pudiera venir. De pronto, escuchó el leve crujir de una rama cerca de él, y de forma casi instantánea, asió su arco y se dispuso a atacar.

Morse: Tranquilo Barton, estoy segura de que no desearías enfrentarte a mí -dijo Bobbie en tono de advertencia.

Barton: ¡Ah! Eres tú -Clint sintió alivio de que no hubiera motivos para luchar.