Inmolación Cataclismica(Star Wars, Overlord, Juego de Tronos, Fallout, y más)

Capítulo 15: Gran Perdida

Arwintar, Ministerio de magia, 6 de la tarde, horas antes.
Drake se haya en aquella sala donde más tarde contemplaria el maléfico aterrizaje de Alastor, sin embargo, en ese rato el solo estaba leyendo un diario, especificamemte se acabo sentando donde Wellington se acoplaria más tarde para lamentarse su existencia, el había encontrado hace unas horas dicho libreto.

Y ya que estaba en un lugar completamente seguro intento abrirlo más sus palabras fueron incomprensible, simplemente eran un montón de garabatos, intento darle algún sentido. Más no le encontro algo de utilidad, Budo apareció cuando estaba al borde de guardarlo denuevo donde lo puso decenas de minutos atrás.

Si bien aun no confiaba del todo en ese forastero, tampoco es como que estuviese vigilando de manera incesante qué hacía la estadía irritante. Tras intercambiar algunos diálogos mutuamente, Drake pensó que sería una buena idea el preguntarle al comandante en jefe si tenia alguna idea de aquello escrito en el cuaderno, pues el no tiene ni la más remota idea.

Le acerco a Budo el objeto con su mano izquierda y le interrogó si acaso el tenia idea de algún idioma o lengua con el que se escribió aquella redacción qué el no comprende, Budo, completamente impeturbable solo asintió y tomo aquel texto.

Pasan por lo menos 40 minutos y el general dejo sentir en su ser algo que nunca creyó volver a rememorar desde que apenas fue un niño, el miedo. Su rostro se palicedio y sus pupilas se dilataron demasiado tanto por el repeluz como la revelación qué acaba de pasar ante sus iris.

Budo decidió ignorar todo ese manejo emocional y le pide un favor al nuevo. Que proteja o cuide con su vida aquello que descubrió, pues en su interior se halla un descubrimiento inesperado que tiene el potencial de cambiar todo lo qué hay en ese desastre, aunque Budo no pudo leer el completamente tales letras, si entendió lo general y eso no le gustó para nada.

Sin que el dueto bélico este lúcido de esa obra textual con un englobado implícito con el registro qué se llevo Ren y los sobrantes miembros del Escuadrón Blue, pues cuentan parte de una narrativa con la que el Extrangulador y Sergio tienen en común con sus ya fallecidos y olvidados redactores.

En un lugar al oeste de Arwintar, Nuevo Mundo, 10:27 de la noche, minutos antes.
Para bien o para mal, mientras el dúo de la vida y destrucción se alejan a una celeridad más que impensable, a la par que Shalltear se detiene en la ubicación de su constructo, el cual se lleva cargando a Gabriel, y el extrangulador va en camino junto a los Nazgûl, Draken esta en la dirección contraria.

El Jedi Gris, quien es el heredero de Robimpion, se pone en marcha para socorrer a sus imprevistos socios en esta cargosa tribulación, sobretodo con Aneyuti y Ernot detrás suyo, el trío esta con el acicate de depararle una exitosa zurrada al Rey Brujo de Angmar, quien retorno con su nuevo patrono.

O almenos, esa fue su primera pretensión hasta la venida de Panty, quién se estrella desde atrás en un prostíbulo ya abandonado y se encuentra algo malherida, pues si bien la espada Nazgûl no le hace tanto dañó neurótico como a los mortales, su tajo da un fastidioso y mordaz ardor, sin citar que esta aterrada.

Su hermana menor es raptada por una bola de fantasmas de categoría principal en poder semejante al suyo, o almenos un poco por delante de ambas en esta modalidad. Ella es conciente de sus propios limites, por lo que cuando Draken va a comprobar su estado, Panty se dispone a implorar qué la ayudé.

O almenos eso era el boceto hasta que Razvan, quien tiene a Ezra transportado en su espalda, se traslada a una aceleración hipersonica, mas especificamente, en un mach 20. Una agilidad nada ajena a la suya, dado a que puede marchar en un Mach 4810,008.

Claro, sin que la mensajera divina termine en desmadrar el planeta en el procesó o en causar un maldito huracán global por mera evidencia irrebatible, por lo menos en la lógica adjunta a los seres cósmicos, paranormales y en los mortales, siendo los últimos quienes tratan de darle todo un sentido al universo qué les rodea.