Inmolación Cataclismica(Star Wars, Overlord, Juego de Tronos, Fallout, y más)

Capítulo 5: Choque de Imperios

Las afueras de la muralla del reino sagrado, 12:06 de la tarde.
Cuando las fuerzas adversarias se presentan frente a las otras debido al surgimiento del fuego valyrio en el nuevo mundo, la situación pasa de esperanzadora a una desesperante en cuestión de segundos por la cantidad inusual de monstruos pertenecientes a esta amalgama de seres peligrosos.

Remedios Custodio, al notar a las criaturas voladoras, ordena a los paladines apostados el crear e invocar a una serie de ángeles de bajo rango para que sirvan de contención preventiva. Tras ellos, y en pos de ayudar de su propia forma, los sacerdotes usan buena parte de su reserva de mana para fabricar una única tanda extra para que sirvan de refuerzos.

Los paladines continúan su labor e infunden de energía y magia sagrada a los bladers, quienes despegan desde las adarve una vez esto concluye y se adjuntan a los ángeles de tercer nivel para complementarse mutuamente junto a las entidades de naturaleza divina.

Neia y Pabel Baraja ordenan a los arqueros embuir proyectiles convencionales de magia santa, secundando la nocion con apuntar a las formaciones bulbosas. Y tras esperar unos momentos, estos proyectiles son lanzados hacia arriba en dirección arqueada, chocando con varias decenas de tyndelas, reduciendo muy levemente su números y su fugacidad más no impidiendo su ofensiva en forma con punta de lanza.

Otras 2 rondas son enviadas adelante en mansalva, dejando a los cadáveres de las alimañas aéreas estrellarse contra el suelo, algunos cayéndoles encima a los butchers que marchan hacia su objetivo, solo para ser pisoteados o devorados por sus compañeros. Y en su mayoría se estrellan con la pared del muro, derrumbando a los zombis y dándole un respiro a los que se encargaron de impedir su cruce.

Al terminar la tercera ronda, las tropas voladoras chocan y la coalición humana/semi-humana se la pasan resistiendo una embestida aérea de 3 a 1 y aveces de 4 a 1 en su favor, más eso no durara para siempre, pues no serviría de nada cuando los müěrgers activen su aliento sonico o su aliento aberrante. Pues en cualquier caso, o les dejaran sin ángeles, obligando a los semi-humanos aerodinámicos a combatir a su suerte o dejando inmoviles a todos al dejarles sordos momentáneamente, o en algunos casos, rompiendoles los tímpanos hasta sangrar. Por ello, es imperante acabar con ellos rápido.

A la par de esa contienda, los müěrgers se distancian poco a poco hasta apostarse en un rango aceptable, uno alejado del alcance de la arqueria, una vez allí, enrollan sus cuerpos y alzan sus cabezas para propulsar sus colmillos en su ya clásica táctica de asedio, apuntando sus "virotes naturales" contra las atalayas, algunas fallan y pasan de largo hasta el limite del campo de batalla sin causar daño a nadie, los demás dan en el blanco o casi, acabando con 4 de dichas torres y matando a varios arqueros en el procesó.

Una de ellas es la de los familiares Baraja, cuyo patriarca presiente el peligro gracias a su privilegiada visión, tomando a su hija desde la mano derecha y empujandola hacia el costado derecho, a la par que el salta, siendo los únicos que sobreviven a un impacto directo de uno de aquellos proyectiles, que para acabarla, derrumbo la torre y expulso por los aires rastros de cuerpos humanos, especialmente brazos y piernas sanguinolientes, coagulados y trozos de ladrillos sacados a volar por los aires, cayéndoles encima a varios transeúntes, dejandolos inconscientes, aturdiendolos, con alguna parte de sus cuerpos rota o directamente matandolos si les caia en el cuello.

Pabel: Otro día más en la oficina, ¿no es así hija?(el más adulto de ambos aterriza con eficacia a unos 3 metros de distancia en largo, el veterano toca con sus manos el piso y se hace un giro de 360 grados hacia adelante, parando en seco al poner su pie derecho como freno para levantarse mientras continua con suma sonrisa segura en su rostro)

Neia: ¡¡Cuidado Capitana Remediooooos!!!(Neia prolifera un grito agudo de panico y temor qué se escucha por el campo de batalla, la capitana, quien aun tiene su mirada postrada al frente, voltea a la dirección del proferio, notando con las cejas entre cerradas y luego abriendolas totalmente con desconcierto y su boca abierta, como es que Neia va en colisión hacia ella.