47. Bennett

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No estoy mejor, pero tampoco estoy empeorando.

Después de una charla llena de un llanto espantoso con Tate, creo que resolvimos algunos problemas y estoy más tranquila.

me obligo a mi misma a salir de la cama, es día de acción de gracias y mi familia está abajo lamentándose por mi, no quiero hacer eso.

Me baño y me pongo otra cosa que no sea la pijama, mi abuela me llena de besos la frente y mi papá solo sonríe sin decir nada.

—¿cómo está esta chica guapa? —pregunta

—bien, abuela

—parece que no haz dormido en semanas ¿mi doctor me receta pastillas para dormir? ¿Quieres unas?

—¡Mamá! —mi madre chilla

—no creo que en mi situación sea adecuado abuela, pero gracias —ella no lo entiende, mi madre lo sabe y yo no tendría autocontrol con ese tipo de pastillas en mi poder

—necesito ir por algunas cosas de último momento al supermercado ¿quieres ir Olivia? —mi abuela sugiere

—si, ve con ella, necesitará ayuda —mi padre interviene y asiento

—solo no quiero manejar, no me siento bien

—no te preocupes cariño

Pasan veinte minutos para salir de casa, mi abuela discute con mis padres sobre lo que hace falta y si mis primos y mis tías necesitan algo para la cena.

en el auto, mi abuela no para de hablar de Lilian y como mi prima favorita está saliendo con un chico que parece no ser el indicado para ella, aún que mi abuela siempre juzga a la gente antes de conocerla y casi le da un paro cuando Eileen pregunto si podría traer a su novia para la cena, me parece muy divertido aunque mi abuela dice que yo tengo más esperanza porque me gustan ambos sexos, ella reza porque me quede con un hombre.

—tu madre me ha dicho que no estás muy bien —pregunta cuando el semáforo está en rojo

—estoy bien abuela

—sabes, tú madre una vez me llamo llorando en la noche y me dijo varias cosas que me hicieron un nudo en el corazón igual, no las voy a repetir porque me pondría a llorar ahora mismo, pero yo sé que piensas que soy una vieja tonta, me estoy modernizando, estoy feliz con que tus primas tengan novias, las quiero a todas ustedes como son, a mis nietos igual y estoy empezando a cambiar mis hábitos machistas, pero todo esto que tú tienes no lo conocía del todo. —hace una pausa y sigue manejando cuando el semáforo cambia —tampoco es que no existiera, tu abuelo algunas veces se desconectaba del mundo y no lo entendía, le daba todo lo que quería, teníamos una familia feliz, bueno no del todo, pero él no lo era. Jamás dejó de ser un buen padre, pero estaba desconectado la mayoría del tiempo, no sé si te paso esos genes, lo dudo mucho, eres mejor que eso. Lo quiero decir es que no dejes de vivir por esto y si no te sientes bien, solo dilo. Tu abuelo jamás pidió ayuda, pensó que lo haría menos hombre o yo que sé. Sin otros tiempos, así que lo que sea que pase por tu mente, no lo guardes para ti, no sufras en silencio. Nos tienes a todos aquí para apoyarte, yo sé que no es mucho, pero no quiero que termines como tú abuelo. Todos sabemos que eres mucho mejor.

—gracias abuela, siento ser quien te recuerde al abuelo

—no querida, no lo lamentes, no eres ni una pizca de lo que él era, era un hombre tonto y tú eres una chica valiente que sabe lo que es mejor para ti.

Mi abuela se vuelve a detener en otro semáforo y creo que llevamos horas en el auto, mi vista viaja a las personas que pasan, los autos, todos en la calle y cuando estoy observando los árboles, estamos pasando frente a la casa de Harriet  y ella está esperando en la acera y Kit está tan cerca de ella que me parece extraño. ¿Estarán planeando algo para mi cumpleaños? espero que Harriet vuelva a llamar

Pero entonces mi corazón se detiene y siento como el pecho me arde, pero sin alguna emoción de por medio, claramente estoy triste, pero es por mi depresión clínica, no es por lo que acabo de ver o ¿si?

Harriet arrastra a Kit por la puerta de su casa y antes de entrar, ella le roba un beso que dura lo suficiente para que logre apreciarlo bien.

Mi abuela sigue conduciendo y no sé si es mi imaginación que está jugando un acto muy cruel conmigo misma.

(...)

—Olivia ¿puedes buscar los espárragos? Solo falta eso y los aderezos —me ordena mi abuela y busco lentamente en el pasillo de los vegetales

—¿con cinco bolsas? —pregunto

—si, tus tías esta a dieta, según ellas no comerán mucho —hace una pausa —mejor trae una más, no tienen fuerza de voluntad

Una vez en casa, las luces de las decoraciones de las fiestas me parecen reconfortantes, mis tías llegaron mucho antes que nosotros y ahora la casa está llena de risas sin control y copas de vino.

—¿Estas bien? —Lili pregunta cuando me ve, tal vez es mi cara o el poco color que tengo lo que me delata

—necesito ir a recostarme un momento, bajo después —no espero a que me conteste, subo a mi habitación y todo se vuelve más oscuro que antes, por su puesto que lo iba a ser. Ella siempre a sido mejor que yo, incluso que Maddie. No me gusta compararnos, pero si tuviera que hacerlo, primero es Harriet, después Maddie y luego estoy yo. En un rincón, donde van las personas que nadie aprecia de verdad, porque en esta vida lo único que importa es que seas bonita y delgada. No soy nada de eso.

No soy delgada, no soy bonita y al parecer no soy suficiente para nadie.

No sé qué hay de malo conmigo, no sé porque no puedo hacer que la gente me quiera.

Enchanted; Kit Connor Where stories live. Discover now