Enchanted; Kit Connor

44. Connor - Bennett

Esto me está destrozado.

Juro que la primera vez fue un error, la segunda vez fue una estupidez y ahora mismo parece una tortura que disfruto bastante.

¿Por qué le estoy haciendo esto a Olivia? no merece esto, yo no soy así.

—¿sabes que ella apenas nota que no estás, verdad? —Harriet se levanta de la cama y camina directo al espejo para mirar su reflejo y acomodarse el cabello

—lo de Tate la afecto mucho, creo que esta recayendo —me acomodo la camiseta y me levanto para buscar mis cosas

—le pasa todo el tiempo, incluso cuando Tate estaba, tienes que acostumbrarte, no es nada del otro mundo

—me siento muy mal ahora mismo —admito

—¿de verdad? —pregunta y yo asiento de inmediato —no lo creo, no le harías esto si te sintieras realmente así

—me voy —tomo mis cosas y salgo de su casa, no sé en qué momento me convertí en esta persona. Jure que no sería como Nathan pero ahora mismo soy incluso peor.

La primera vez fue ella, cuando la dejé en su casa, la segunda vez fui yo, en una clase de urgencia por tacto humano, unos días después de haber tenido una de las mejores noches con Olivia, deseaba más de ella, intensamente. Pero no pasó, ella esta tan cansada todo el tiempo, tan triste que no puede siquiera besarme sin llorar. Es mi culpa, soy el problema.

No pensé que estos episodios fueran realmente graves, no lo imaginé aunque Nate no les tomaba importancia, pensé que solo era un momento como cuando vez una película tan triste que te deja marcado minutos después de haberla terminado y después recobras la postura y sigues con tu vida, no es para nada así.

Ella está completamente desconectada, asiste a clases, está callada todo el tiempo mirando a la nada, algunas veces sonríe con algún comentario que hago y finge escucharme cuando hablo, no come de más, ni menos y cada que la veo sus ojos están tan hinchados de llorar que están al rojo vivo.

Honestamente me gustaría que Tate estuviera para ella, pero él no está y aunque quisiera hacer algo, no podría si ella no me lo permite.

Tal vez estoy tratando de buscar una especie de consuelo con Harriet, aún que más bien parece una especie de tortura que disfruto por momentos porque la mayoría del tiempo solo estoy cuestionado mis acciones. Tampoco es que quiera dejar a Olivia, no va por ese lado de la historia, es solo que... no puedo justificar mis actos, trato y no puedo, estoy auto saboteando mi relación y mi vida, por momentos que no me llenan el alma.

(...)

Olivia

¿Por qué está pasando esto de nuevo?

—entonces, dime ¿cómo estás? —Alice, mi psicóloga pregunta

—creo que estoy peor que antes —admito

—¿peor que la última sesión? ¿Que te hace pensar eso?

—siento que me estoy auto saboteando, ¿recuerdas que te dije que había un chico? —Alice asiente y continuó —funcionó, sabes que dejé a Nathan, aunque no del todo, algunas veces pienso en él en todo lo que me hizo y lo que pasamos, pero estaba tranquila con esa relación, juré que con Kit sería emocionante, porque todos dicen que tengo un novio increíble y lo creo, es amable conmigo, creo que me quiere más de lo que alguna vez alguien me quiso, le importo de verdad, pero ahora estoy agotada sin razón alguna —suspiro —él es todo lo que alguna vez quise, pero siento que solo me quiere porque desea arreglarme, me presiona para sanar, me agobia y me está obligando a ser feliz

—¿no es eso lo que querías con él?

—pensé que lo quería, es decir saber que se sentía que alguien se preocupe por ti de esa manera pero con Nathan era diferente, él me daba mi espacio, él sabía que no iba a mejorar de un día a otro y solo me dejaba y sentía mucha paz, pero ahora con Kit algo de mi siente que estoy compitiendo para ver quien quiere más al otro y no me siento suficiente para él, no le gusta esto, supongo que me agrada más cuando a todos se les olvida que existo.

—estás en uno de tus episodios Livi y creo que estás más agobiada por el hecho de saber que a alguien le importas y no es indiferente en tu situación —me mira y luego anota algo en su pequeña libreta

—Tate me abandonó, bueno no tanto así, pero solo con él me sentía cómoda hablando de cosas cómo estas, me sentía a salvo

—¿que te parece si trabajamos en reforzar los lazos que tienes con las personas que amas? —pregunta y sé que es más una obligación que una sugerencia —¿que dicen tus padres de esto? Ya hablé con ellos hace tiempo, ¿pero cómo llevan las cosas?

—mi papá lo lleva muy bien, me dices cosas que me hacen sentir mejor, cada que estoy mal, algunas veces solo llega antes a casa y sube de inmediato a verme y una vez me dijo que cuando tengo estos episodios no quiere ir al trabajo porque le aterra la idea de que cuando llegue a casa, yo —mi voz se quiebra y las lagrimas recorren mi cara

—¿que tú que? —insiste

—él cree que sería capaz de suicidarme

—¿y lo harías?

—no lo sé, no lo creo, espero que no. Hace unos años la idea era más fuerte en mi cabeza pero ahora mismo no lo creo —admito

—¿y qué hay de tu madre?

—ella no suele decir muchas cosas, algunos días no sube a mi habitación como papá, otras veces solo me habla de cosas que pasan con mi abuela o mis primas, chismes o cosas graciosas, ella jamás habla de sus sentimientos o los míos, solo está ahí en silencio y no soy quien para juzgarla, sé que me ama y le preocupa pero entiendo su situación, mis abuelos jamás fueron buenos padres, no expresan amor como los demás y le es difícil, pero sé que trata de verme siempre que puede, no es su culpa que yo tenga problemas, sé que ella piensa que lo es, pero no, ella hizo un gran trabajo como madre y espero que lo sepa

—Olivia, tampoco es culpa tuya que pases por esto, sabes que no puedes controlarlo pero de ahora en adelante tu vida se va a basar en tratar de no recaer y será difícil, pero con las personas correctas, sobrevivirás.