Capítulo 20. El final sólo es el comienzo

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— Nos encontramos hoy aquí para rendir homenaje a los valientes que arriesgaron sus vidas para que la tiranía jamás triunfase — la Reina Elisabeth de Albión comenzó su discurso en el estrado construido para el acto de condecoración. — Entre estos hombres y mujeres destaca el servicio prestado por un joven oficial del Ejército, que nunca olvidaremos.

Entre el público, sentado en sillas plegables frente a la tribuna, se encontraban todos los empleados de la clínica AutoLimb Drake, así como la propia familia Drake. Marion y Catherine enjugaban sus lágrimas, mientras William Drake mostraba un gesto adusto, probablemente recordando los hechos acaecidos en la fábrica aquel aciago día.

Un mes había pasado desde el ataque a Industrias Drake. Después de que todo el incidente finalizase, la policía militar había arrestado a los atacantes supervivientes, entre los que se contaba Patrick Gawaine.

Tras conocerse los hechos, la corona de Albión había despojado a Gawaine de su estatus de par del estado, así como de todos sus títulos y derechos de cuna. En el juicio que tuvo lugar fue condenado a la horca por sus crímenes, gracias al testimonio de todas las víctimas del asalto a Industrias Drake.

En el estrado, las lágrimas también corrían por las mejillas de Abygaile Mackintosh, junto a su hermano Gregory, que estrenaba una nueva silla de ruedas, Jack Drake y Constance Perry. La reina continuó con su discurso.

— Ruslan Drake fue un soldado y un oficial leal y valiente, que prestó un servicio distinguido a ésta, nuestra gran nación, así como a la corona que ostentamos — su majestad Elisabeth elogió atentamente al hijo mediano de los Drake, provocando los sollozos de Catherine Drake en la primera fila entre el público, y haciendo que William y Marion mirasen hacia el estrado. La monarca continuó con su discurso. — No sólo dio muestras de su honor y buena disposición en su vida militar, sin también en la vida civil al atender siempre al bienestar de los inocentes y necesitados de ayuda. No sólo él sino todos los demás presentes en este estrado. Por su servicio, nos, les damos las gracias.

Abygaile se enjugó las lágrimas con solemnidad. Una mano se posó en su hombro, para confortarla. La joven tuvo que mirar hacia arriba para dirigir la mirada a aquel ojo azul verdoso, que la miraba con cariño desde más de dos metros de altura. Ruslan le sonrió a Gaile, y ella le devolvió la sonrisa.

El joven Drake abrió y cerró varias veces el puño de su nuevo brazo derecho AutoLimb. Sólo habían pasado tres semanas desde la intervención de reconstrucción de su prótesis, y aún la notaba un poco agarrotada. Tanto Gaile como él habían tenido que pasar el último mes en la clínica, recuperándose de sus heridas. Tan pronto como pudieron salir por su propio pie, recibieron la noticia de que el incidente con Patrick Gawaine, la Mano de Hierro, y la corrupción entre miembros del gobierno y las fuerzas de seguridad eran de dominio público. Al parecer Arthur Doyle había filtrado la noticia a varios periodistas conocidos suyos. Esto había convertido a los Drake y su Fundación en héroes a ojos de la población. La propia Corona de Albión había intervenido en el caso y había propuesto a los presentes en el estrado para el título de caballero, por su servicio al pueblo de Albión en defensa de la libertad.

Ruslan, Gaile, Gregory, Connie y Jack se mantuvieron firmes mientras les colgaban la condecoración de la solapa de sus chaquetas de gala. Una vez terminado el acto en los jardines del palacio, el público se levantó en aplausos a los homenajeados.

Al bajar del estrado, sus familiares y amigos rodearon a los laureados. Los padres de Constance habían acudido, invitados por los Drake a que se acomodaran en la mansión familiar durante el tiempo que quisieran, para poder estar con su hija Constance. Alexandra saltó al cuello de Connie cuando se acercó a ellos y la besó con cariño. Los Perry no habían cabido en sí de júbilo al conocer a la joven Hayden, y le pidieron que cuidase bien de su hija, ya que, según palabras de su madre, era un desastre ambulante.

El Heredero de los Drake - Crónicas de los Drake Vol. 1Where stories live. Discover now