Capítulo 7. Búsqueda y Rescate

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Hacía un par de horas que habían salido del puerto, Fred había puesto rumbo este. El leve oleaje acunaba el barco con suavidad. Ruslan estaba cargando balas en los cargadores de sus pistolas, parecía absorto en la tarea. Mientras Connie y Gaile estaban fuera, en cubierta, observando los acantilados de Albión reducirse en la lejanía mientras se aventuraban a través del canal rumbo a la costa normanda.

— Connie, ¿puedo hacerte una pregunta? — dijo Gaile algo inquieta.

— Claro que sí, Aby, de hecho, me acabas de hacer una — la afirmación de Constance arrancó una sonrisa a Abygaile.

— Sí, supongo que sí — contestó Gaile.

— ¿Qué querías preguntarme?

— Ruslan y tú os conocéis desde hace mucho tiempo, ¿no es así?

— Desde hace unos 5 años, pero empezamos a ser más cercanos desde hace un año y medio — contestó Connie. — ¿Por qué?

— Así que sois... — comenzó Gaile, pero bajó la cabeza algo avergonzada.

— ¿Somos qué? — preguntó Connie haciéndose la sorprendida.

— Ya sabes... — continuó Gaile, y añadió en voz baja. — ¿Sois pareja?

— ¿Ruslan y yo? — dijo Connie, y estalló en carcajadas ante el asentimiento afirmativo de cabeza de Gaile. — Para nada Aby.

— ¿En serio? — dijo Gaile sorprendida. — Tenéis un trato muy cercano, y siempre estáis juntos en todo lo que hacéis. Pensaba que...

— Te diré algo, tú eres más mi tipo que Ruslan — dijo Constance guiñándole un ojo a la pelirroja, que se sonrojó al darse cuenta de las connotaciones de la confesión de su compañera de viaje.

— Ah, no lo sabía, bueno es que parecía... Como decidiste seguirle incluso a una zona de guerra...

— Somos buenos amigos, los mejores diría yo. Él en realidad me ve como a una hermana — dijo Connie. — Además, es de Ruslan de quien estamos hablando. Para que él se interesase por una mujer, debería ser excepcional. Desde que le conozco no le he visto interesado en ninguna. Al menos hasta ahora.

— ¿Qué quieres decir? — preguntó Gaile.

— Abygaile, cuando un hombre decide ir a la guerra porque se lo pide una persona. No suele ser por pura racionalidad, sino más bien lo contrario.

— Pero Ruslan me dijo que no sabía exactamente por qué había decidido venir.

— Eso puede que sea verdad. Es tan tarugo en temas sentimentales, que dudo que supiese que está enamorado aunque su corazón le saliese del pecho y le diese una bofetada.

— ¿Cómo se sabe cuando uno está enamorado? — dijo Gaile poniéndose roja como un tomate.

— Buena pregunta — dijo Connie poniendo los brazos en jarras. — Supongo que simplemente lo sabes, y ya está.

— Eso no es una respuesta.

— ¿A qué vienen tantas preguntas? ¿Sabes de alguien que esté enamorado? — preguntó Connie con picaresca.

— Olvida que te he preguntado — dijo Gaile con gesto molesto y se dio la vuelta para entrar en la cabina del pesquero.

"Este viaje va a ser divertido" pensó Constance con una sonrisa pícara todavía en el rostro.

Gaile entró y se sentó a la mesa frente a Ruslan, éste seguía preparando los cargadores de munición, metiéndolos en los bolsillos de su cinturón y del interior de su abrigo. Gaile se puso a rellenar una canana de su cinturón con balas para su revólver, pero le echaba miradas furtivas a Ruslan.

El Heredero de los Drake - Crónicas de los Drake Vol. 1Where stories live. Discover now