Capítulo 1. El Clan Drake y su Oveja Negra

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"Me desangro", pensó Ruslan. "Esta vez sí que se me acabó la suerte."

El hombro y costado derechos le ardían y dolían como el infierno, pero no sentía su brazo derecho. Quería comprobar su estado, pero su ojo derecho sólo veía oscuridad, y el izquierdo lo percibía todo tras un ondulante velo carmesí. Su cuerpo no le respondía.

Oía detonaciones, pero muy atenuadas. Su cabeza le daba vueltas. Una sensación de sopor comenzaba a adueñarse de su mente enmarañada y una sensación de frío empezaba a entumecerle, aun estando bajo el sol abrasador del desierto.

Notó como alguien tiraba de él, como si le levantaran. Y de repente se hizo la oscuridad.

Entre la oscuridad surgió un recuerdo.

...

17 años antes...

— Padre, ¿quiénes son esos hombres?

El pequeño de 10 años a hombros de su padre no paraba de sorprenderse por la algarabía de gritos de júbilo y aliento del gentío que se agolpaba a ambos lados del puente del río Támesis, mientras señalaba inquisitivo hacia el desfile de militares, que pasaban en su marcha hacia el puerto, para embarcarse a sus diversos destinos.

Sir William Drake, miró a su vástago de reojo y le contestó.

— Son soldados, Ruslan. Son los protectores de la nación y nuestro pueblo.

El joven Ruslan abrió los ojos y la boca en un gesto de extrema admiración.

— ¿Los protectores de toda la gente que hay aquí? — preguntó de nuevo. — ¿Incluso tú papá? ¿Y mamá? ¿Y Jack y Cathe?

William miró a su derecha, sonriendo a su esposa Marion, que llevaba en brazos a su hijo menor Jonathan, y a su hija mayor Catherine. Ellas le devolvieron la sonrisa.

— No sólo nosotros, o la gente que está aquí hoy — le dijo su madre a Ruslan. — Protegen a todos los habitantes de Albión.

Ruslan, que miraba boquiabierto a su madre, volvió la vista a los soldados con un brillo de admiración en los ojos.

...

El sol deslumbró a Ruslan que notaba como si le llevaran en volandas. Quería comprobar como estaba el resto de sus soldados, pero no tenía fuerzas ni para centrar la vista, mucho menos para girar la cabeza. Sentía un dolor abrasador en el hombro derecho y el lado derecho de la cabeza. El cabo Pembroke le miró y le habló, pero no consiguió entender sus palabras. Notó su mano en el brazo izquierdo, como si intentara darle ánimos. De repente el mundo empezó a dar vueltas a su alrededor, y todo se volvió negro de nuevo.

...

9 años antes...

— ¡No lo pienso permitir! — Ruslan nunca había visto a su padre tan alterado. — ¡No dejaré que eches tu vida a perder!

— ¡Es mi decisión! — respondió Ruslan también a gritos.

Lady Marion intentaba mediar entre su esposo y su hijo, mientras su hija mayor Cathe consolaba a su hermano pequeño Jack, que lloraba ante la pelea familiar.

— ¡Quiero servir a un propósito mayor! Proteger a la gente, ¿es que no lo entiendes? — Ruslan estaba furioso, pero su voz era firme como una roca, tanto como su determinación.

— ¡Por favor, calmaos y hablemos de ello con tranquilidad! — les instó Marion Drake.

— Si quieres ayudar, hazlo mejorando la calidad de vida de la gente, tienes un gran potencial como técnico AutoLimb. Ayuda de esa manera, desde nuestra empresa, en I+D — le dijo William a su vástago.

El Heredero de los Drake - Crónicas de los Drake Vol. 1Where stories live. Discover now