Capítulo 5: La calma después de la tormenta.

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.。.✰ ℙ𝕝𝕒𝕪𝕝𝕚𝕤𝕥 ✰.。.

▷ ᴺᵃᵍᵒʸᵃ ⁻ ᴵᵗ ᴸᵒᵒᵏˢ ˢᵃᵈ
▷ ᴿᵃⁱⁿᵇᵒʷ ⁻ ᴳᵃᵗᵗᵒⁿ
▷ ᴰᵃʸˡⁱˡʸ ⁽ᴬᶜᵒᵘˢᵗⁱᶜ ⱽᵉʳˢⁱᵒⁿ⁾ ⁻ ᴿᵉʸ ᵃⁿᵈ ᵀᵒⁿⁱᶜ
▷ ᴵ ˢᵐⁱˡᵉ ⁻ ᴰᵃʸ⁶

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Jisung abrió la puerta dejando la bolsa de libros que había llevado consigo en un costado, adentrándose en el departamento luego de quitarse los zapatos y dirigiéndose hacia la cocina.

Escuchó el tono de notificación de su teléfono sonar. Lo tomó en sus manos observando una notificación de email proveniente de un correo que no reconoció, al abrirlo y recorrer con sus ojos las palabras, sintió cómo la habitación comenzó a darle vueltas y se dejó caer en el suelo exhalando un derrotado suspiro.

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Hyunjin estaba aburrido.

Al llegar a casa aquella tarde decidió ponerse manos a la obra con su proyecto final para la universidad, sin éxito. Su cerebro no producía ni una sola idea.

Dejó caer su cabeza en el escritorio, arrugando la vigésima hoja de papel de la tarde. Exhaló un suspiro con frustración antes de tomar su teléfono y marcar el número de Jisung.

–Me aburro –dijo apenas Jisung respondió la llamada.

Jisung no respondió. Sus manos estaban ocupadas batiendo con vigor la masa de galletas. Hyunjin pudo escuchar la batidora del otro lado de la línea.

–¿Pasó algo? –Hyunjin sabía que hornear significaba depresión en idioma Jisung.

–No quiero hablar de eso –Jisung tomó la bolsa de chispas de chocolate que se encontraba en el refrigerador antes de vaciarla bruscamente sobre la masa.

–Voy en camino –Hyunjin se puso en pie, en busca de sus zapatos.

–No tienes que venir, no es tan grave –dijo soltando un suspiro, tratando de controlar su agitada respiración apoyándose con ambas manos sobre la mesa.

Hyunjin ya había cortado la línea.

La primera vez que Jisung sufrió uno de sus episodios depresivos frente a él. Hyunjin no comprendía del todo la magnitud del problema, por lo que simplemente se limitó a decirle que no se sintiera triste. A Jisung la torpe intromisión del chico le hizo sonreír, aunque no le ayudaba del todo, que lo intentara le reconfortaba, le recordaba a su hermana cuando trataba de hacerlo reír por el teléfono.

Aquella mañana era el aniversario de la muerte de su padre y Hyunjin se había aparecido con emoción a hablarle de su última lectura. Ya habían pasado unas cuantas semanas desde el incidente en el parque y a Hyunjin le emocionaba la idea de por fin tener un amigo con el que hablar sobre libros que tuviera más de cinco años y no se dedicara a hablarle sobre Peppa Pig y los Backyardigans. Pero aquel día Jisung no pudo pronunciar palabra sin llorar. Al abrirle la puerta, Hyunjin comenzó su entusiasmada charla literaria hasta que al voltearse vió como las lágrimas comenzaban a caer de sus ojos. Jisung no quería llorar, pero se le hacía imposible controlar la cascada de emociones que lo consumía en ese momento.

Al caer la tarde, Jisung había terminado de llorar y de enlistar uno por uno sus traumas a su nuevo amigo. Hyunjin lo había escuchado atentamente, sin interrumpirle y mucho más importante, sin juzgarlo; luego de descargar sus traumas y asegurarle a Hyunjin un centenar de veces que no intentaría saltar del balcón, lo despidió en la puerta pensando que luego de aquel día perdería al único amigo que tenía. No contaba con que Hyunjin a la mañana siguiente fuera a aparecerse con una lista de actividades que encontró en un blog de internet buscando curas para la depresión.

𝐆𝐚𝐥𝐥𝐞𝐭𝐚𝐬 𝐜𝐨𝐧 𝐜𝐡𝐢𝐬𝐩𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐜𝐡𝐨𝐜𝐨𝐥𝐚𝐭𝐞 {𝑴𝒊𝒏𝒔𝒖𝒏𝒈}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora