𝙒𝙄𝙏𝙃𝙀𝙍𝙄𝙉𝙂 𝙍𝙊𝙎𝙀𝙎 | 𝙓𝙖𝙫𝙞𝙚𝙧 𝙏𝙝𝙤𝙧𝙥𝙚

𝘾𝘼𝙋𝙄𝙏𝙐𝙇𝙐𝙈 𝙓𝙄𝙄

Patroclo era una araña muy activa, no dejaba de dar pequeños saltitos por la habitación del chico mientras la joven lo perseguía para tomarla entre sus manos.

La chica se dio cuenta de que Xavier la miraba cuando dejó de perseguir a la araña y fue a hablar con el chico.

-Estás algo decaído, y no me mientas, puedo sentirlo. Estas triste y apagado.- Afirmó mientras tomaba asiento en el suelo en frente suya.

-Todo es muy complicado últimamente- Dijo el joven mientras de forma exasperada echaba su cabeza hacia atrás y se recostaba en el suelo.

Venus vio la posición del chico con algo de duda ya que tumbarse en el suelo con el frío que hacía no era la mejor idea, los vampiros podían ir en manga corta por el polo norte si quisieran, pero no sabía si el suelo estaba lo suficientemente limpio como para tumbarse ella. De igual manera se colocó a su izquierda y procedió a tumbarse.

-Es normal que sea complicado, somos adolescentes. No tenemos que tener todas las respuestas ahora mismo, sin embargo podemos enfrentarnos a los problemas con la cabeza alta y hacerles frente.- Intentó animarlo la chica a su lado.

Xavier suspiró y se llevó las manos a la cara.

-Mi padre, bueno ya sabes que mi padre es Vincent Thorpe. Realmente todo el mundo lo sabe- Dijo amargamente, mientras procedía a reformular lo que quería decir.

-Mi padre ve como un problema de prensa el como me sienta, siempre tenemos que sonreír cuando nos sentimos tristes o aparentar que todo es perfecto cuando realmente lo único que quiero hacer es encerrarme en mi cuarto y llorar. Es triste, lo sé, pero ojalá mi familia fuese más empatica.- susurró el joven mientras miraba al techo de su habitación con la mirada perdida.

La joven nunca vio que el chico pudiese sentirse de esa manera, es decir, siempre lo veía algo solitario excepto cuando no estaba con su ex Bianca. Pero lo achacaba a su faceta de artista melancólico, pensaba que el elegía estar solo y no que en realidad lo estaba.

-Xavier tu no eres un problema de prensa, da igual lo que opinen los medios. Lo único que importa es como te sientas tu. Si te sientes triste llora, si te sientes feliz ríe, si te sientes enfadado pegale a Rowan si quieres. Olvida que he dicho eso último, pero si, únicamente tu debes de importarte. Si necesitas alguna vez algo o a alguien puedes contar conmigo, se de buena mano que es tener altas expectativas de tu familia y que no te comprendan- Dijo la chica mientras sonreía de forma sincera.

El chico giró su rostro para mirarla. La veía allí tumbada con su pelo todo rociado por el suelo mientras sonreía mirando hacia el techo de su habitación y ante el panorama allí presente no pudo evitar esbozar una sonrisa, era la primera vez en mucho tiempo que tras sentirse triste, se sentía relajado como ahora. Hubiese dicho algo pero se fijó que Patroclo estaba enganchado en la lámpara.

-Patroclo esta en la lámpara- Dijo la joven mientras miraba hacia arriba.

-Lo sé- Afirmó el chico.

-¿Tu crees que Patroclo nos escucha?- Preguntó la chica con curiosidad.

-La verdad no lo sé, mis dibujos cobran vida pero no sé hasta qué punto lo hacen. No sé si pueden entender a las personas o si pueden sentir algo.- Explicó Xavier.

Venus asintió mientras se levantaba y miraba al chico todavía tumbado.

-Necesito que me levantes en brazos- Le dijo seriamente.

-¿Qué?- Preguntó el chico mientras se levantaba del suelo y la miraba como si hubiese dicho que los unicornios existen.

-Para alcanzar a Patroclo Necesito llegar hasta la lámpara, lo haría yo pero cada vez que intento algo sobrenatural sale exactamente lo contrario de lo que quiero hacer. Así que, si no quieres que tu habitación se destruya o peor aún, que desaparezca entre las llamas del infierno, te aconsejaría que rescatemos al pobre de Patroclo de una muerte segura. Ya saben lo que dicen, trabaja en equipo y vencerás.- Dijo mientras sonreía al chico y le hacía aspavientos con las manos para que le hiciese caso.