𝘾𝘼𝙋𝙄𝙏𝙐𝙇𝙐𝙈 𝙄𝙄

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𝕰𝖓 𝖑𝖆 𝖆𝖈𝖙𝖚𝖆𝖑𝖎𝖉𝖆𝖉
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Venus despertó de su siesta cuando notó que el coche tocaba tierra firme, eso significaba que no tardarían mucho en llegar a Nevermore. Abrió los ojos lentamente aún con sueño y se sentó de una forma más erguida para poder mirar por la ventana.

Vio como el paisaje cambió de edificios londinenses a una enorme arboleda, sin duda ya estaban cerca. El día se presentaba nublado y seguramente con predicciones de lluvia, algo que por lo general le agradaba pero echaba de menos la luz débil de Londres en verano, y eso que hace apenas unas horas que había salido de Mayfair.

Suspiró cansada mientras estudió el interior del coche. El coche tenía una tapicería de color burdeo, dicho detalle sin duda tuvo que ser por Lucy Westenra, su tía, a la cual le gustaba mirarse incluso cuando comía. Eso daba a que de vez en cuando manchase la tapicería de sangre, y ¿qué mejor para tapar la sangre que forrar los asientos de piel roja? Rió ante la superficialidad de su familia mientras vio como el chófer estaba concentrado en la carretera.

-Señorita, mientras estaba dormida ha recibido un cuervo de su familia- interrumpió el silencio el chófer.

-¿Un cuervo? ¿Se sabe de quien es?, mi madre dijo que estaba ocupada estas semanas por la boda de Cassidy y no podía asistir a mi ingreso en la academia - Respondió la joven con curiosidad.

- Lleva el sello de su bisabuelo, debería leerla - Dijo el hombre mientras le pasaba la carta.

Venus sonrió, sabía que su bisabuelo nunca se olvidaría de ella y que le mandase un cuervo desde Transilvania hacia que el día mejorase.

Tomó el sobre entre sus manos y admiró el sobre, el sobre era de un color escarlata mate con una letra en cursiva con su nombre en negro. Paso sus dedos por el sobre aterciopelado y la abrió para encontrar una carta en su interior.

Querida Bisnieta.

Te escribo para desearte un buen año en la Academia Nevermore, se que tu madre no ha podido acompañarte este año debido a las incoherencias de tu prima segunda. Nunca vi una joven tan absorta en alguien.

Espero que puedas acompañarme esta temporada de caza en Rumania en el castillo Bran, dicen mis asesores que esta primavera promete. Espero que te hayas estado alimentando bien en Londres este verano, Mayfair es un sitio estupendo, al menos lo era en el siglo XVII.

Cuando llegues no olvides de darle de comer a Vlad, el pobre ha volado mucho esta milenia conmigo y ya no es como era antes, la juventud nos abandona poco a poco querida.

Cuidate
Tu bisabuelo
Dracula

Pdt: No bebas de animales este año, al parecer hay una epidemia de rabia.

Venus sonrió ante la carta de su bisabuelo y la volvió a guardar en el sobre.

-¿El conde me ha hablado sobre Vlad, está aquí? Preguntó la joven al chófer.

-Vlad se incorporó al coche mientras estábamos sobrevolando el atlántico, debería revisar debajo suya por si esta en su jaula- Afirmó el conductor.

Venus levantó sus pies mientras tiraba del asa que había en el suelo, dejando al descubierto la pajarera que había debajo del coche. El cuervo del que habló su bisabuelo salió volando mientras se posaba en el asiento contiguo de la chica. Mientras esta volvía a cerrar la pajarera.

-¡Vlad! Amigo mío, ¿que tal el viaje?. No deberías hacer tanta distancia al vuelo, no cuando tienes cierta edad, deberías haber mandado a Freyr, es más joven. Tengo aquí un poco de sangre por si quieres.- Dijo la joven mientras revisaba en su bolso, sacó una bolsa y se la mostró.

El pájaro en esos momentos dejó de ser un pájaro y se convirtió en una persona o más bien un vampiro.

-Estos viajes me matan, pero no podía dejar a Freyr que lo recorriese... últimamente esta centrada en viajar por el mundo más que en entregar mensajes. Me alegro de verte por cierto.- Dijo alegremente con algo de cansancio notorio en su voz, mientras tomaba algo de sangre que le había ofrecido.

-No te preocupes, siempre has sido fiel a mi familia y estoy segura que a mi bisabuelo tampoco le importará que tu hija se vaya algunos días de viaje. Es una adolescente al fin y al cabo.- sonrió de forma amable mientras posaba su mano en el hombro de aquel anciano.

-Joven en realidad, ya tiene ciento cuatro años. Deberia ser más responsable pero al parecer no le entusiasma ser mensajera.- suspiró Vlad.

-Completamente comprensible, los tiempos cambian ya no estamos enfrentados con los turcos como antaño.- Rió Venus.

-Que tiempos aquellos, tu bisabuelo era una maquina de matar a diestro y siniestro, nadie podía hacerle frente.- dijo el hombre mayor con una sonrisa nostálgica.

-Lo sé, esa historia me la sé desde que me empezó a salir los colmillos- Rió la chica.

-Siento interrumpir señorita, pero llegaremos a Nevermore en cinco minutos.- Informo el chófer desde el asiento del conductor.

-Ojalá Freyr fuese más como Hayden, míralo, el cumple con su trabajo como conductor- señaló al chófer.

-Vlad, tranquilo, estoy segura que Freyr verá lo importante que es para ti y quizás no sea mensajera pero hará algo positivo para la familia, estoy segura. Además de que Hayden tiene cuanto ¿doscientos años? Es más mayor que ella.- Afirmó Venus.

-Si me permite la corrección, son ciento noventa y tres años.- corrigió el chófer.

-Lo siento mucho Hayden, pensaba que habías cumplido ya tus doscientos. Sin embargo se mantiene mi mensaje sobre que es más mayor que tu hija Freyr, Vlad.- asintió la joven.

Al parecer no dio mucho tiempo más de conversación porque el coche frenó, haciendo que Venus mirase por la ventana y viese que había llegado a la academia.

-Ya hemos llegado, si me disculpa voy a avisar al servicio para que trasladen sus pertenencias a su habitación.- El conductor afirmó mientras bajaba del coche.

Venus asintió mientras tomaba las rugosas manos de Vlad y le miró.

-Os echo de menos en Rumania, a ti y al abuelo. Ojalá poder ir en vez de estar encerrada en esta academia otro año más.- Dijo entristecida la chica.

-Escúchame, se que no te gusta estar aquí y a mi tampoco me gustaría, pero es lo mejor para tu educación. El último vampiro educado en casa acabó provocando la segunda guerra mundial solamente por diversión. No sólo fue una imprudencia para los mortales sino también para nosotros, casi nos descubren y tuvimos que inventarnos lo de la experimentación humana.- Dijo mientras acariaba las jóvenes manos de la chica intentando calmarla.

Venus asintió y salió del coche suspirando, mientras observaba que Vlad bajaba la ventanilla del Rolls-Royce para verla.

-Cuídate y si sucede algo no olvides en mandar una carta. Sabes que siempre estaremos aquí para ti.- Sonrió el anciano mientras se despedía de la joven.

-Cuídate, y mándale saludos a todos de mi parte. Incluso a Freyr - Dijo alegremente Venus.

Hubiesen seguido despidiéndose seguramente si Hayden no hubiese interrumpido avisando de que sus pertenencias estaban en la habitación. Todas claro menos la Samsonite que tenía bajo su brazo, la dichosa maleta nunca subía cuando tenía que subir.

Venus asintió mientras agarraba su maleta gris y le daba una breve despedida a todos, se quedó en el mismo sitio hasta que vio que su chófer y Vlad habían desaparecido del recinto escolar junto con el Rolls-Royce.

-Otro año más en este dichoso sitio- Dijo la joven mientras se dirigía a las escaleras de siempre.

𝙒𝙄𝙏𝙃𝙀𝙍𝙄𝙉𝙂 𝙍𝙊𝙎𝙀𝙎 | 𝙓𝙖𝙫𝙞𝙚𝙧 𝙏𝙝𝙤𝙧𝙥𝙚Where stories live. Discover now