Capítulo final: El sacrificio

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Lyra amarró a Draco en una silla para que no se pudiera mover, el platinado aún estaba un poco desorientado después del hechizo que había recibido por parte de la rubia, y por lo tanto no se encontraba con muchas fuerzas.

- No entiendo. – Habló Draco. – ¿Qué ganáis haciendo esto?

- Todo. Lo ganamos todo. – Respondió Lyra. – Con ella descubriremos la cura para la enfermedad que tiene mi padre.

- ¿De qué hablas?

- Mi padre estaba sano, cuando yo tenía un año, él comenzó a empeorar y mi madre se asustó. Tuvieron que ir a hospitales muggles para preguntar que le podría estar pasando, pero ninguno daba una solución ni una respuesta coherente. Cientos de doctores le hicieron pruebas y ninguno daba con el problema que estaba consumiendo a mi padre.

Draco escuchaba atentamente, ¿qué tenía que ver Laura en eso?

- Los médicos dijeron que lo mejor era sedarlo ya que él lo estaba pasando realmente mal y los dolores eran insoportables. A todo esto, mis padres tenían una relación muy estrecha con Lucius Malfoy al haber sido compañeros mortífagos y tu padre les apoyaba en todo. También conocieron al señor Keery y los señores Bennet.

- Mi padre odia a los muggles, ¿por qué se relacionaría con ellos?

- Jacob es mago, y después de conocer a Rose, ella le apoyó en todo. Tuvieron que aislarse después de la Primera Guerra Mágica en el mundo muggle ya que no querían que Jacob fuera encerrado en Azkaban, él estudió en Ilvermorny y apoyaba los ideales de Voldemort, aunque se casó con una muggle, el señor tenebroso le perdonó e incluyó a Rose en sus planes. En cuanto al señor Keery, el fue la razón por la que tenemos una posible cura para mi padre, por lo que le tuvieron aprecio. – Lyra continuó al ver la cara de Draco, sin entender nada. – El señor Keery era un doctor del hospital donde mi padre estaba siendo atendido y el día en el que nació Roussel todo fueron buenas noticias para mi familia. Él dijo que esa niña cuando creciera sería la clave para la cura de mi padre, pero antes de ello necesitaba que lo congelaran para que sus órganos dejaran de ser dañados. Y ahí comenzó todo.

Noah Schnapp

Regulus, Sadie y yo escuchamos todo atentos. Laura iba a ser un sacrificio humano.

Que-puto-miedo.

Regulus no se pudo esperar a que trazáramos un plan y salió disparado hacia Lyra mientras le arrebataba la varita. Lyra quedó rodeada de nosotros e iba desarmada.

Sadie se dirigió a desatar a Draco. Este le agradeció y la pelirroja solo le dio un asentimiento de cabeza, ¿seguía enfadada?

Draco y Sadie se pusieron a mi lado, el platinado no podía hacer nada ya que no tenía su varita con él.

- Ahora nos vas a llevar a donde se encuentra Laura. – Ordenó Regulus mientras seguía apuntándola.

- ¿Estás asustado por tu ahijada, Regulus? – Preguntó Lyra burlonamente.

- No me hagas hechizarte. – Amenazó.

- No me das miedo, pronto se darán cuenta de que estáis aquí y os matarán uno por uno.

- Eso ya lo veremos, psicópata. – Espetó Sadie. – Ahora estás bajo nuestra merced, y si no confiesas, tú serás la que muera.

Sadie me daba miedo y admiración al mismo tiempo. Draco estaba igual que yo de sorprendido y orgulloso por ella, se le notaba en la cara.

- Ahora, vamos a ir a por Laura y la vamos a sacar de aquí de una puta vez, ¿entendido?

- ¡Sí, capitán! – Respondimos Draco, Regulus y yo a la vez. Lyra solo rodó los ojos.

Muggle - Draco Lucius Malfoy Where stories live. Discover now