Capítulo 3: Reencuentro

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Laura Roussel

El día de ayer acabó realmente bien. Comimos Narcissa, Regulus, Draco, para mi sorpresa Sirius y yo por el cumpleaños de Draco.

Harry no pudo acudir porque tenía unos asuntos que resolver con el ministerio, después de la guerra y la vuelta a Hogwarts según me contaron Harry había estado muy ocupado y no paraban de hacerle ir a los juicios de los mortífagos.

Fue una buena comida en la que nos lo pasamos muy bien. A Draco le hicieron gracia los aparatos de Fred y George y yo no pude estar más contenta de que todo pareciera como antes.

Cuando acabamos la comida y de comer la tarta, Sirius se tuvo que ir y Draco y yo subimos a su habitación a enviarles cartas a nuestros amigos para poder quedar. Afortunadamente, todos respondieron que sí y esta tarde nos veremos todos.

Caída la noche, Regulus y yo volvimos a casa y mi padrino me hizo un interrogatorio de lo que había pasado cuando llegamos a la Mansión Malfoy por la mañana. Le dije que no se preocupara que estaba todo olvidado y después me fui a la cama sin cenar ya que no tenía hambre.

Hoy, 6 de junio, me encuentro en mi habitación tirada en la cama mientras leo un libro que me prestó Sadie antes de acabar las clases.

Oí la voz de Regulus llamándome por lo que bajé para ver que quería.

- ¿Qué pasa? – Pregunté acercándome a él que estaba sentado en una silla de la cocina.

- ¿A qué hora has quedado esta tarde? – Me preguntó él sonriendo.

- A las cinco.

- ¿Quieres que te lleve a algún lado? – Preguntó Regulus.

- No hace falta. No es muy lejos de aquí. – Le respondí dándole un medio abrazo ya que él estaba sentado y yo de pie.

- Vale, ten mucho cuidado por favor.

- Tranquilo, Regulus. – Dije sonriéndole.

- Que te acompañe Draco a casa. – Ordenó señalándome con un dedo. – Ha salido en El Profeta que hay mortífagos sueltos que se quieren vengar de que su amo haya sido destruido.

- Está bien, no te preocupes.

Subí de nuevo a mi habitación para prepararme, eran las cuatro y tenía que ducharme y ver que ponerme.

No me costó mucho elegir que ponerme de ropa, me decanté por unos pantalones blancos campana y un top azul eléctrico bastante bonito.

Me fui a la ducha y cuando salí me cambié. Se me hicieron las cinco menos cuarto por lo que tenía que salir ya de casa si no quería llegar tarde.

- ¡Regulus! ¡Me voy! – Exclamé bajando las escaleras. Regulus salió del salón con un libro en la mano para despedirse de mí.

- Adiós, Lau. Pásatelo bien. – Se despidió dándome un beso en la mejilla. Yo le sonreí y le di un corto abrazo.

- ¡Nos vemos luego! – Dije ya cerrando la puerta.

En la calle había bastantes personas de aquí para allá. Me dirigí al parque donde habíamos quedado y cuando llegué pude ver que Millie y Sadie ya se encontraban ahí. Ambas son vecinas por lo que supuse que habían llegado juntas.

- ¡Hola, Lau! – Exclamó Sadie abrazándome. Millie repitió su acción.

- Hola, chicas. – Respondí sonriendo. – ¿Sois las primeras?

- Sí. Supongo que no tardarán en llegar, Noah me había dicho que ya había salido de casa hace poco. – Dijo Millie.

- Vale.

Muggle - Draco Lucius Malfoy Where stories live. Discover now