Capítulo 13: Narcissa Malfoy

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Draco Malfoy

Laura hacía despertar en mí sentimientos que nunca había creído poder experimentar, y menos por alguien muggle. No podía simplemente juzgarla por no tener sangre mágica.

Ella era especial y estaba repleta de magia en su interior.

Tal vez por eso caí, la verdad es que no lo sé.

Ella es tierna, adorable y perfecta. Tiene unos ojos que me atrapaban y no puedo dejar de mirarlos.

Desde que me enteré de que mi padre, o no sé si puedo llamarlo así, asesinó cruelmente a sus padres, percibí en mí un sentimiento de culpa horrible. Es raro que lo admita, pero lloré y lloré toda la noche, ¿cómo mi madre se pudo casar con una persona así? ¿y cómo seguía con él después de aquello?

No podría mirar a mi padre de buena forma cuando lo viera, él ahora está en Azkaban, pero no dudo en que el Señor Tenebroso lo logrará sacar de ahí.

En cuanto a mi misión iba fatal. Al no estar en Hogwarts se me hacía imposible reparar el armario. Mi tía Bellatrix me había enviado cartas diciéndome que no esperara más y que lo matara en ese asqueroso lugar muggle, tal como lo llamó ella.

Soy un cobarde, y lo sé. No podré asesinar a Dumbledore, ¿cómo me miraría ella después de hacerlo?

Esa era la cuestión que pasaba por mi cabeza una y otra vez.

Ahora mismo me encontraba en la habitación que compartía con Schnapp y el tal Lucas, pero estaba solo.

Al rato entró una lechuza, la lechuza de mi madre.

Draco,

¿Cómo estás? Espero que allí estés mejor de lo que podrías estar aquí. El Señor Oscuro se ha pasado ya demasiadas veces por casa y nos ha preguntado a Bella y a mí como ibas con tu misión. Cariño, tienes que replantearte lo que te dijo Bella en la anterior carta. Créeme que duele.

Tu padre ha conseguido salir de Azkaban. 

Me he enterado de muchas cosas mi niño, una madre lo sabe todo. Sólo te diré que tengo ganas de volver a verla.

Con amor,

Narcissa Malfoy.

Tuve que releer la carta varias veces, no porque mi madre me hubiera dicho que tenía que ejecutar mi misión aquí, sino por el último párrafo. ¿Cómo lo sabía?

Había otra cosa más de la carta que me dejó sin palabras. ¿¡Mi padre había salido de Azkaban!? ¡No!

Si se entera de que estoy conviviendo con Laura no dudara en matarla. No me quiero alejar de ella, es la única que me hace sentir bien.

Me pase toda la tarde dándole vueltas al tema y rápidamente se hizo de noche. Había quedado en verme con Blaise y Theo a la hora de la cena, así que me dispuse a ir al comedor.

Cuando llegué, mis amigos me miraron de forma extraña.

- ¿Lo has escuchado? – Preguntó Theo cuando me senté. – Otra fuga masiva en Azkaban. Mi padre salió.

- Mi madre me dijo que el mío también. – Hablé fijándome en que nadie nos escuchara.

- Yo he escuchado que el profesor Slughorn está aquí porque Dumbledore le llamó. ¿Recordáis que me llamó en el expreso de Hogwarts para una reunión rara? – Dijo Zabini.

- ¿Qué hará aquí? Esperad, no respondáis, seguro que ha venido por Potter.

- Seguro. – Dije después de un rato estando en silencio. Me fijé en las personas que estaban en el comedor, pero no encontré a Laura en ningún lado.

Muggle - Draco Lucius Malfoy Where stories live. Discover now