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— Obviamente no me echaron a la calle. Tenía 10 años, eso hubiera sido demasiado cruel— Explicó Rosé.— Pero sí me echaron de la casa sutilmente. Me mandaron a un internado en Seúl... o sea en otra ciudad, nosotros vivíamos en Yongin.

» Era un internado muy estricto pero en diciembre nos daban vacaciones así que nuestros padres podian traernos de vuelta a casa para las fiestas de fin de año. Eso hicieron mis padres la primera vez: Me recogieron y volvimos a casa para pasar diciembre en familia.

»Pero ese mismo dia Alice volvió a inculparme... y fue de algo
mucho peor que incendiar el auto. Alice envenenó al gato de
mamá y luego me culpó. Mis padres revisaron mi maleta y
encontraron un frasco de veneno que Alice habia puesto allí. Todo encajaba, obviamente pensaron que habia sido yo.

— P-pero ¿Cómo pudo matar al pobre gato? ¿Qué clase de
persona sin alma mataría a un inocente gatito?— Preguntó Lisa.

La vida de Rosé parecia un guión de una serie macabra.

— No lo sé— Respondió suspirando.— Eso mismo se preguntaron mis padres, pensando que lo había hecho yo. Mamá estaba demasiado l enfadada, nunca la había visto tan molesta. Amaba a ese gato más que a sus dos hijas juntas.

» Asi que esa misma noche mamá me llevó en bus de vuelta a Seúl y me dejó en el internado con mis maletas. Mis padres nunca volvieron a visitarme las siguientes navidades. Alice había logrado lo que quería: Echarme de la familia.

»En Navidad me la pasaba sola en la habitación del internado ya que mis compañeras de cuarto estaban pasando tiempo en sus casas con sus hermosas familias. Desde entonces odio la nieve y los villancicos me dan dolor de la cabeza. La Navidad solo me recuerda lo miserable que es mi vida.

— ¿Y al graduarte del colegio?— Preguntó Lisa con algo de
esperanza— ¿Volviste a ver a tus padres?

— Al graduarme de la secundaria por fin era libre de irme del internado. Tomé un bus a Yongin y volví a la casa de mis padres... Pero al parecer se habían mudado. Yo ni siquiera tenía su número de teléfono y la verdad no me esforcé en buscarlos, ellos me odiaban y yo los odiaba a ellos.

» Ellos me odiaban por culpa de Alice y yo los odiaba por haberme abandonado. Vivi un par de meses en la casa de una profesora del internado a la que le caía bien. Luego conseguí un trabajo de medio tiempo y con la eso pagaba un dormitorio en mi universidad. Me gradué de Contaduría el año pasado y decidí mudarme a este vecindario... Y aquí estamos.

— Es una historia demasiado trágica— Lisa aún sostenía la mano de Rosé.— Lo lamento mucho, unnie... Vivirlo debió ser
horrible.

— Mi vida siempre ha sido estúpida y solitaria— Rosé miró a
Lisa.— Pero... Al menos me mudé a la casa justo al lado de la tuya— Dijo sonriendo levemente.— Ha sido lo único bueno en mi vida.

— Me alegra que te hayas mudado a este vecindario y no a otro. Estabas destinada a conocerme. El destino dijo "¡Oh por Dios! He sido un asco con Rosé... Al menos démosle una linda vecina"

Ambas rieron con ternura.

— Es cierto, me dieron a la vecina más navideña y alegre de todas— Aceptó Roseanne sonriendo.— Aunque no sé si eres una simple vecina, Lis...— Rosé miró sus manos entrelazadas.— No sé qué es esto, pero se siente bien.




¡Gracias por leer!

La nieve ☃❆ Chaelisa Where stories live. Discover now