07

619 92 0
                                    

Lisa sonrió y sus ojos brillaron con emoción ¡Por fin iba a hacer
algo navideño con Rosé! Bueno, el dia de las velitas hicieron algo navideño... Pero ¡Harían algo navideño otra vez!

— ¡Hagamos una casita de jengibre!— Exclamó Lisa con felicidad.

— ¿Pe-pero no me pedirás que pruebe la natilla y ya?— Rosé pensó que su vecina simplemente quería que comieran la natilla que acababa de preparar.

— Claro que no, eso sería muy simple— Explicó Lisa.— Además la natilla la preparé yo sola. Quiero que hagamos algo juntas, tú y yo.

Rosé soltó un suspiro. Ya se había ofrecido a hacer algo navideño así que era demasiado tarde para arrepentirse.

— Está bien, Lis— Aceptó con resignación— Lisa sonrió y tomó su mano, arrastrando a Rosé hasta la cocina.— Pero te advierto que soy un desastre cocinando... Es probable que provoque un incendio.

— Gracias por avisar— Respondió Lisa riendo.— Por si acaso tendré un vaso de agua y listo para apagar el fuego— Bromeó.

— Mejor alista un balde de agua— Bromeó Rosé.— Mis desastres suelen ser catastróficos.

←→

Por suerte Rosé no quemó la cocina, pero regó la leche en el piso dos veces y rompió un plato por accidente. Lisa se dio cuenta de que Rosé en verdad era un desastre cocinando. Se la pasaron riendo y limpiando los daños que hacía la rubia una y otra vez pero al cabo de un par de horas lograron terminar las galletas.

— No se ven nada mal— Dijo Lisa admirando las galletas que hicieron.

— Ok y ahora ¿Cómo pegamos las partes de la casita?— Rosé solo quería terminar con esto de una vez por todas... Pero en el fondo sentía algo de emoción y estaba intentando ignorarlo.

— Para eso preparamos esto de aquí— Lisa señaló el bowl que estaba sobre el mesón de la cocina.

— Ohhh, pense que esa crema era solo para decorar.

— Se llama "Glasa"— Explicó con experticia.— Después de un rato estará seca así que la usaremos la para pegar las galletas y también para decorarlas.

Llevaron las galletas a la mesa del comedor, junto con la glasa. Lisa pasó la glasa a dos mangas y transparentes de reposteria yy ambos comenzaron a construir la casita. Cuando la estructura
La general estuvo armada, Lisa se puso a decorar las ventanas y Rosé puso el techo.

Roseanne estaba sonriendo inconscientemente y estaba tan
concentrada decorando el techo que no se dio cuenta de la
mirada de Lisa sobre ella. Lalisa no podía dejar de mirar a Rosé... Estaba muy feliz de ver que había dejado su cara triste y enojada de siempre.

La casa de jengibre fue todo un éxito. Al terminar le tomaron mil fotos y se tomaron un par de selcas juntas. Pero por desgracia ocurrió un desastre en medio de la sesión de fotos: El techo de la casita se derrumbo. Ambas quedaron en shock sin saber que decir.

— Rosie..¿Le pusiste glasa a los bordes del techo?— Preguntó Lisa rompiendo el silencio.

— ¿Había que ponerle glasa a los bordes?

— Claro que sí, unnie— Respondió estallando en risas. Rosé se puso a reir también.— Mira, ahora es una perfecta recreación de tu casa— Lisa señaló la casita de jengibre.

— No fue a propósito....pero es una gran obra autobiográfica— Analizó Rosé con gracia. Ambas siguieron riendo por un largo
rato.




¡Gracias por leer!

La nieve ☃❆ Chaelisa Where stories live. Discover now