Yo gane

422 51 48
                                    

Despertar en los calabozos del castillo de Canterlot me estaba haciendo creer que terminar preso se haría tan repetitivo como mis muertes fingidas. Aun así, esto no evito que me sintiera furioso y traté de derribar la puerta con pura fuerza, pues otra vez mis poderes estaban suprimidos, pero lo único que logre fue que mis ojos cambiaran de color a morado. Me rendí tras un par de intentos fallidos y me senté en una esquina de la celda, esperando a que alguien viniera, los minutos pasaron y finalmente alguien apareció, pero la visita no fue ni esperada, ni mucho menos grata.

– Hola, chico, veo que finalmente pudieron atraparte. – Me dijo Van Der Wall desde el otro lado de la puerta. – Celestia sí que le sacó provecho a la lavanda roja.

– ¿QUÉ HACES AQUÍ? – Me lance contra la puerta para agarrarlo, pero Zane dio un paso hacia atrás y quedo fuera de mi alcance, justo después se empezó a reír.

– Veo que aun tienes un poco de ese carácter volátil en ti, pero desgraciadamente eso no cambiara nada y te puedo decir con certeza que las cosas no mejoraran para ti. Mientras tú te vas a pudrir en el tártaro yo quedare libre y podre traer progreso nuevamente a Equestria, pero aun con todo eso, nada me causa más satisfacción que saber que YO gane.

– Lo que sea que estes tramando no resultara. Volveré a escapar y esta vez me asegurare de que no regreses del infierno. – Le amenace, pero su sonrisa no desapareció.

– Creo que aún no lo entiendes, no importa si te escapas ahora o no, o si frustraste mi anterior plan, yo ya he ganado. ¿Cuál era mi propósito para haber hecho todas las cosas que hice? ¿Qué pretendía lograr con mi plan? – En vez de esperar una respuesta se respondió a sí mismo. – Quise traer un desastre que sacudiera realmente a Equestria, algo tan devastador que los obligara a evolucionar. Puede que hayas destruidos mis bombas, pero tu arranque de ira aquella noche en la que me mataste causo más caos del que esperaba con mis explosivos y cuando escapaste del tártaro solo garantizaste mi victoria. – Van Der Wall se regocijaba narrando todo esto mientras que a mí me enfurecía más con cada palabra. – Tu pequeña fuga obligo a Celestia a pedirme ayuda para encontrarte y capturarte, yo se la di, y ahora, gracias a ti, los ponis no solo son más que conscientes del peligro que representan los cambiantes, sino que ahora tienen una forma de defenderse cuando estos representen una amenaza nuevamente. Tu fuiste el caos que buscaba provocar y el detonador de cambio esperado, definitivamente no pude haberlo hecho sin ti.

Solté un grito lleno de furia y volví a cargar contra la puerta mientras la magia negativa se manifestó en una detonación, pero gracias a que mi celda suprimía mi magia apenas y pude sacudirla.

– Adelante. – Van Der Wall le ordeno a unos guardias que esperaban fuera de los calabozos mientras el buscaba algo en una caja que había traído consigo. – Ahora si me disculpas, tengo que hacer una prueba con este nuevo gas que diseñe. – Los guardias entraron a mi celda y me tomaron de los brazos, Van Der Wall entonces me acerco su nueva fórmula y me obligaron a inhalarla. Me sentí mareado pocos segundos después, trataba de mantenerme despierto, pero fue inútil al final y perdí el conocimiento, Van Der Wall estuvo satisfecho con el resultado.

Zane entonces guardo sus cosas y se fue para reportarle sus resultados a Celestia, dejándome solo y regresando a la normalidad. El tiempo paso y cuando Celestia fue verme aún seguía dormido, obligándola a despertarme con un poco de agua.

– VEN AQUÍ TU... - Le grite al aire, pensando que Van Der Wall seguiría ahí, pero me detuve al ver a Celestia. – Princesa Celestia. ¿Vienes a decirme que mi sentencia ha aumentado y que ahora no escapare del tártaro?

– En realidad, no. Vengo a ofrecerte una oportunidad, quiero que me ayudes a investigar unas brechas que han aparecido por Equestria, pues quiero asegurarme de que al menos no son peligrosas y que pueden ser controladas.

Changeling rebirthWhere stories live. Discover now