Asenso

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Había despertado en la cama de un hotel, solo y semidesnudo, excepto por el pantalón que usaba para dormir. La habitación estaba pintada de color blanco y crema, limpia, como si nadie la estuviera ocupando, ni siquiera había maletas. Mientras yo estaba recostado en una cama individual una cama matrimonial a mi izquierda permanecía completamente vacía.

Me levante sin mucho esfuerzo y me asome por el balcón de la habitación pues estaba abierto y quería ver en donde estaba. Al salir pude ver que me hallaba en el 8vo piso del edificio, pero ese dato fue rápidamente opacado por lo que estaba sucediendo.

Mi balcón daba directamente a una calle enfrente del hotel y justo en la entrada Severus Snape estaba teniendo un combate contra el capitán Jack Sparrow. El pirata parecía seguir siendo el mismo mientras que el profesor de pociones sostenía una escopeta en la mano y su cara estaba poblada por el vello facial de Danny Trejo. Mientras tanto en el cielo Darth Vader y Master Chief estaba teniendo un duelo a muerte arriba de un pelican.

Antes de poder seguir contemplando toda esa locura o de poder salir de mi habitación aparecí en un túnel, este era oscuro y casi no se veía nada excepto por unos cristales incrustados en las paredes los cuales iluminaban tenuemente el corredor. Mis únicas 2 opciones eran seguir hacia adelante o dar media vuelta y hacer lo mismo así que simplemente di el primer paso y comencé a avanzar. No di ni 5 pasos cuando una voz me llamo. Voltee a ver el lado opuesto del túnel y no muy lejos de ahí la silueta de una persona estaba parada en la boca del túnel, rodeada por una luz blanca la cual no me permitía reconocer al desconocido. Sin embargo, su voz me dio una pista de quien podía ser.

- ¿Mamá? - fue lo único que pude preguntar.

- Si. Ven aquí. Te estamos esperando.

Su voz era dulce, cariñosa, cálida y sin dudarlo me acerque a ella. Ya podía ver a mi familia sentada en la mesa, compartiendo un lindo momento entre nosotros mientras disfrutábamos una buena comida. Mi madre extendió su mano hacia mí, pero justo cuando estaba por tomarla todo se volvió completamente negro.

Todo resultó ser un sueño, una mera ilusión producto de mi imaginación y tristemente había regresado a la realidad. Abrí los ojos para encontrarme nuevamente en la colmena, tirado en el piso porque al parecer no había una forma más efectiva de despertar a los novatos que tirándolos de su cama, aunque algunos se salvaron de dicha suerte despertando un poco antes de que fuera su turno.

Por muy raro que había sido mi sueño deseaba con toda mi alma que fuera realidad pues era reconfortante de cierto modo volver tener forma humana y, aunque no tuviera el más mínimo sentido era más fácil de digerir que el hecho de ser un cambiante, cosa que todavía no asimilaba del todo y seguía deseando que no fuera verdad.

Como sea, la caverna en la que había pasado la noche no era la misma. Noté ligeras diferencias entre donde cerré mis ojos y donde amanecí, pero los otros parecían no notarlo. Una vez que todos estuvieron despiertos nos guiaron hasta otra sala en cuyo centro había una plataforma con panales, insectos varios y cosas que jamás había visto. Yo era uno de los últimos de la fila así que me había quedado parado en la entrada mientras los demás rodeaban la plataforma y fue un poco tarde cuando comprendí que eso era comida. Desesperado por comer algo me acerque y tome lo que pude, aunque gran parte de las veces eran sobras o algo que nadie notaba. No tuve tiempo de comer lo suficiente pues todos querían algo, pero al menos la ansiedad por el hambre había desaparecido.

Cuando acabo el desayuno nos llevaron a las afueras de la colmena donde sin saberlo comenzaría una pesadilla. Resulto ser que los 2 cambiantes que me llevaron me habían integrado a un pelotón el cual recién comenzaba su entrenamiento.

El primer día fue de los peores. Siempre me quede atrás, siendo de los últimos en completar cada ejercicio y mi problema con el hambre no desapareció hasta después de mucho tiempo. Al final del día no tenía idea de cómo mierda había sobrevivido y dudaba poder salir de ahí con vida si las cosas seguían igual.

En los días posteriores las cosas no fueron para mejor, apenas alcanzando lo suficiente para subsistir y siendo pisoteado por otros. Una noche había pensado en escapar, pero rápidamente deseche esa idea pues hacerlo sería una completa estupidez. Huir podía significar traición y por cómo estaban yendo las cosas lo mejor era no arriesgarme tentando a la suerte y aunque lo lograra ¿A dónde podría ir?

La noción del tiempo fue perdiendo importancia para mi durante la primera semana y deje de contar los días antes de llegar a la segunda, solo sabía que el tiempo avanzaba y nada más.

Poco a poco fui mejorando mis habilidades motrices con ese cuerpo, pero seguía sin ser suficiente. Después de un tiempo finalmente pude superarme escalando unos cuantos escalones de la jodida pirámide en la que se había convertido mi grupo. Pero eso no bastaba. Tuve que seguir adaptándome, haciendo a un lado a los que se metían en mi camino o querían reclamar lo que yo había ganado con esfuerzo por lo que todo era una constante lucha donde había que mantener la guardia arriba.

El tiempo siguió pasando, pero logre llegar vivo hasta la parte del entrenamiento donde se le daba el nombre a nuestra especie: Cambiar de forma.

El truco para transformarse caía en conocer lo que estabas copiando obviamente, mientras más supieras sobre a qué te enfrentabas o que copiabas, más fuerte y fiel al original se volvía la transformación. Este fue el detonante que me alzo un poco más en la pirámide. A varios les costaba imitar lo que veían, pero para mí era ligeramente más sencillo y he de admitir que, a pesar de que no domine la magia al 100% pude quedar al menos entre las unidades promedio del grupo. Aunque nunca logré ser el mejor en otros aspectos pude ganarme el respeto de algunos.

De una forma u otra pude llegar hasta el final del entrenamiento y aunque me era imposible saber cuánto tiempo llevaba en ese mundo ya ni siquiera me importaba pues los recuerdos que me faltaban jamás volvieron y mis esperanzas de regresar a casa, si es que había alguna, se esfumaron. A pesar de todo esto trate de mantener mis recuerdos intactos repitiéndome las cosas mentalmente, después de todo el tiempo es el ladrón de la memoria.

Changeling rebirthWhere stories live. Discover now