Zane Van Der Wall

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La misma noche que yo había realizado el secuestro, Twilight regreso a su casa, tan pronto como llego llamo a su asistente, quien apareció de inmediato ante el llamado de la unicornio.

- ¡Twilight! ¿Qué sucede?

- Rápido Spike, anota, esto es urgente – Le dijo Twilight mientras el pequeño dragón saco una pluma y un pergamino.

Lo que Spike termino escribiendo fue una carta que iba dirigida a la princesa Celestia, el papiro describía detalladamente lo que había sucedido esa misma tarde, narraba como es que me había aparecido por primera vez hace un par de días y describía lo mejor posible la apariencia de Flash Reverso, al final del documento Twilight le pedía ayuda a su mentora para poder encontrar a los ponis desaparecidos y detener al velocista amarillo y esta esperaba que respondiera lo antes posible. Cuando el documento estuvo terminado él bebe dragón envió la carta usando su fuego verde y esta se convirtió en cenizas para volar hasta su destino.

El fuego de Spike era un medio de comunicación mucho más rápido que el correo por lo que la carta no tardó en llegar hasta Celestia, fue justo cuando esta estaba cambiando turnos con su hermana que recibió la carta que Twilight le había enviado. Ya que su alumna usualmente le escribía cartas contándole sobre sus experiencias y lo aprendió en Ponyville se le hizo realmente extraño que en la carta le estuviera pidiendo ayuda, más aún cuando la razón de esto fuera una criatura bípeda envuelta en un relámpago rojo.

Era cierto que no había pasado mucho tiempo desde mi primera aparición como Reverse Flash, pero eso no había evitado que los rumores sobre que un demonio relámpago, que era así como me habían llamado; se hubiera aparecido en Ponyville se esparcieran como un reguero de pólvora y eventualmente llegaran a oídos de Celestia, claro que ella se negaba a creer en algo tan ridículo como el demonio relámpago, o eso fue hasta que le llego esa carta esa misma noche.

A la mañana siguiente Celestia envió un pelotón de soldados como respuesta a la carta de Twilight, aquellos soldados tenían como misión calmar a los ponis y defender el pueblo del demonio relámpago, aunque esto último les sorprendió pues, aunque algunos habían escuchado los rumores del velocista ellos no creían que se estarían enfrentando a algo así, pero ya que solo podían obedecer órdenes no les quedó más remedio que ir y hacer lo que Celestia les había pedido.

¿Lograron ser de ayuda y detuvieron al velocista? Spoilers: No lo hicieron, pero ya llegaremos a eso.

Al llegar al pueblo los soldados vieron como el pueblo había sufrido múltiples daños por el ataque realizado el día anterior e inmediatamente fueron al ayuntamiento para ponerse al tanto de lo que había sucedido.

Su llegada fue un gran alivio para gran parte de los ponis y eso incluía a la alcaldesa quien no podía ocultar su alegría cuando los soldados le explicaron que Celestia los había enviado para ayuda. Iron Spear, un pegaso de ojos grises y pelaje azul, quien era el líder del grupo, tras recolectar la suficiente información acerca de la situación actual distribuyo a sus subordinados alrededor del pueblo para protegerlo en caso de que el demonio relámpago volviese, los pocos que quedaron se les asigno la tarea de buscar a los desaparecidos, aunque esto último resultaba un tanto difícil ya que no había ningún rastro que pudieran seguir. Como el bosque Everfree era el lugar más idóneo para esconder a alguien, el grupo de rescate opto por empezar su búsqueda ahí, claro que como eran pocos el grupo no pudo abarcar mucho terreno y tampoco pudo hallar una pista que pudiera ayudarles a localizar a los desaparecidos, así que resignados regresaron al pueblo.

Cuando el equipo de rescate le informo sobre su insignificante avance a Iron Spear este no estuvo nada feliz, pero en vez de perder el tiempo volviéndolos a enviar a otra búsqueda le ordeno al equipo de rescate que ayudara a sus compañeros a instalarse en el pueblo. Así el día paso con aparente normalidad hasta que el sol comenzó a ocultarse, pues cuando el día estaba dándole paso a la noche volví a atacar. Los ponis huyeron despavoridos y los guardias hacían su mayor esfuerzo por mantener el orden y la paz, pero en cuanto vieron la estela roja de relámpago su valor se había esfumado.

Changeling rebirthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora