Hades quiere convertirse en un mejor padre, así que después de la guerra contra Gaia lo envía a su tierra natal, la dulce Italia.
Nico Di Angelo viaja a esta hermosa tierra con solo 17 años, aquí el conoce a una dulce italiana cayendo rendido a sus...
Iba a la oficina de mi jefe/suegro para renovar mi contrato, ya van dos años desde que me gradué y comencé a laboral, al principio fue duro pero ya que estoy acostumbrado no me imagino en otra empresa. Parece que la familia de Gianna ya que me acepto después de 5 años de relación, eso también me llega a hacer lo que haré el día de hoy, en este renuevo de contrato estará los 5 hermanos de Gianna su madre y padre, no estaría Gianna ya que se quedó en casa por el cólico menstrual que le dio. Así que aprovecharé que estarán todos para pedir la mano de Gianna. Suena loco pero quiero casarme con ella, quiero compartir una casa de verdad ya que varias veces ella se queda en mi casa, tanto que tengo ropa de ella en mi casa. Me siento listo para este paso, también estoy aterrado por lo que haré, pero mis ansias de pedirle matrimonio y que ella fuer la señora Di Angelo me motivaba. Antes de tocar la puerta me organice la corbata de mi traje.
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—Adelante.
Entre a la oficina y vi a toda la familia reunida, en la cabeza se encontraba mi suegro y a sus lados estaban sus hijos y esposas.
—Hola Nico.
—Hola Suegro.
Si, ya estoy autorizado para llamarlo así, primero la que me dejó llamarla asi fue mi suegra.
—Antes de empezar con la firma de contrato me gustaría pedirles algo a todos ustedes.—Dije sintiendo como el sudor caía de mis manos.
—¿Que necesitas Nico?—Pregunta mi suegra.
—Quiero pedir la mano de Gianna en matrimonio.
Dije seguro, cuando sentí la mirada de todos encima me arrepentí.
—¡QUE!
Vi como mi suegro se acercó a mi y como pasó la primera vez me golpeó, la diferencia es que esta vez me golpeó en la mejilla, esta vez no me tiro al suelo pero me saldrá un morado.
—MASSIMO, DEJA A NICO.
Mi suegra fue a revisarme no tenía nada malo, solo me saldría un morado.
—Lo siento Nico, me sorprendió lo que dijiste.
—No se preocupe, me imagine Que pasaría algo así.—Me enderece y dije.— Quiero pedir la mano de su hija/ hermana en matrimonio, se que ella es muy importante para todos ustedes y vi que era lo mejor. Amo a Gianna y quiero compartir mi vida con ella se que somos jóvenes apenas tenemos 21 años, pero quiero estar con ella para siempre, incluso pienso tener hijos con ella, algo que nunca llegue a pensar. Prometo cuidarla y no le faltará nada conmigo.
Vi como mi suegra se acercó a mi con una sonrisa y me abrazo.
—Claro que puedes casarte con mi niña Nico, bienvenido a la familia.
Luego vi a mi suegro que se acercaba con mirada amenazante, cuando estuvo frente a mi me extendió su mano, yo la tome y me dijo.
—Cuida a mi hija con tu vida, o te juro por Dios que yo mismo cabaré tú tumba.
—Lo hare señor, si llego a hacerle algo a su hija yo mismo le daré la pala.
Al final todos aceptaron mi pedida de mano, lo malo es que termine con más golpes uno por cada hermano, después del golpe me decían que me aceptaban como cuñado, espero poder explicarle a Gianna porque tengo tantos moretones en mi rostro. Celebramos la pedida de mano y la renovación de mi contrato con copas de vino.
