Mio Dolce Amore

Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ Sᴇɪs

𝐂𝐨𝐧𝐨𝐜𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐈𝐭𝐚𝐥𝐢𝐚.

𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚 𝐍𝐢𝐜𝐨.

Salí de mi casa a las 11, no sabía que tan lejos quedaba la universidad y no deseaba llegar tarde. Lo cual era muy raro en mi ya que acostumbro a llegar tarde a todo y levantarme muy tarde, a las 11 apenas me estaría levantando y hoy me levante a las 10, eso es un sacrilegio.
Me fui en mi camioneta y me demoré 35 minutos en llegar me estacioné afuera de La Sapienza, la universidad donde estudiaba, era una universidad de personas adineradas, se veía en la fachada.

A las 12 en punto salí de la camioneta y me apoyé en la puerta del copiloto esperar a que saliera. Sentí que mi celular vibró y lo saqué y vi un mensaje de Gianna, gracias a la configuración lo pude poner en griego un idioma que entendía a la perfección.

Gianna Lombardo.

Ya salí de clase dame 10 minutos.

Dale, ya estoy afuera.

Fue lo que le contesté y me quede ahí en la camioneta, me entretuve un momento con una mosca qué pasó cerca y seguí con la mirada sus movimientos. Cuando la perdí de vista volví mi mirada al frente y la vi saliendo con su mochila al hombro y hablado por su celular.

Ella se detuvo y me buscó con la mirada así que levante mi mano y ella sonrió y se acercó a mi, mientras lo hacía colgó con la persona que hablaba y pude apreciar cómo su falda se movía ligeramente con el viento, cuando estuvo cerca a mi para mi sorpresa se lanzó a mis brazos y me abrazo y me beso la mejilla.
Me sorprendió demasiado todo lo que hizo, así que no reaccioné y no le devolví el abrazo, pero lo que más me sorprendió cuando se separó rápido.

—Por dios Nico, estás helado como un muerto, ¿te encuentras bien?.

Ahora cómo le decía que era mi temperatura habitual.

—Tranquila, así soy siempre.—Debí cambiar de tema así que le dije.—Te ves muy bonita, lindos aretes

Lo cual era cierto se le veía bien todas las perforaciones que tiene en sus dos orejas, los otros días no la había visto con tantos aretes, también era que no la había reparado ya que nunca la tuve tan cerca como hoy.