𝐗𝐕: 𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥

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—ELA, ME PARECE que te estas equivocando de camino. Honeyduckes esta doblando la esquina —explicó la pelirroja, al ver que la chica la guiaba mal a través de las calles de Hogsmade. 

—Hubo un cambio de planes, no iremos a Honyduckes —explicó Mica, realmente nerviosa. 

—¿Y entonces a donde iremos?

—Sorpresa —tarareó la castaña.

Mica llevo de la mano a Ginny hasta el bar Las Tres Escobas, el cual estaba abrrotado de estudiantes, siendo que era un pub bastante popular entre los adolescentes. 

—Creí que no te gustaba estar alrededor de tanta gente —Ginny frunció el ceño luego de adentrarse al lugar luego de su amiga. 

—No me gusta —esa respuesta por parte de la slytherin confundió más a la pelirroja, quien frunció el ceño. 

Mica caminó con Ginny siguiendola muy de cerca hasta una mesa donde había tres chicas, todas de la casa de las serpientes, esperandolas. 

—Hola —saludó la chica a sus tres amigas. 

Astoria se paró a abrazar a su mejor amiga, mientras que las otras dos solo la saludaban con la mano y articulaban unas pocas palabras. Todas parecían muy sonrientes para gusto de Ginny, quien creía que les caía realmente mal a las amigas de Mica, sobretodo a Astoria. 

Tory sacó de su bolisillo una cuchara de metal y se la entregó disimuladamente a su amiga, sin que la pelirroja lo notara. Mica le sonrió y susurró un gracias a la chica, quien le constetó con una enorme sonrisa mostrando sun blancos y perfectamente alineados dientes. 

—Bien, ya nos vamos nosotras —dijo Mica, confundiendo aún más a la chica Weasley. 

Mica volvió a tomar de la mano a Ginny, esperando que esta no notara el sudor de esta, resultado de sus nervios, y comenzó a caminar hasta la puerta, con una confundida Ginny detras. 

La gryffindor logró escuchar a las amigas de Mica antes de que ellas se fueran. 

—¡Adiós pelirroja! —la suludó Astoria, muy sonriente. 

—¡Espero que disfrutes de tu sorpresa! —ahora habló Daphne, bastante divertida. 

—Oh, claro que lo hara —el tono de picardía de Pnasy Parkinson descncertó aún más a la pelirroja. 

—¿De qué me perdí? —Ginny le preguntó a Mica una vez que ambas estuvieron fuera del local—. ¿Se están burlando de mi o algo por el estilo?

Mica rió, negando con la cabeza. 

Ambas chcas caminaron hasta un lugar alejado de gente, donde no había absolutamente nadie, y recién entonces, Mica sacó la cuchara que le había entregado Astoria. 

—Ginn, toma la cuchara —le dijo a la pelirroja y lo hizo—. Uno... dos... tres. 

Y ambas fueron trasladadas hasta una colina, donde había un hermoso picnic preparado. Tanto Ginny como Mica se sorprendieron, siendo que aquello lo habían preparado sus tres amigas de Slytherin y no la había dejado verlo, aclarando que era una sorpresa. 

—Oh Dios, Mica. Es hermoso.

—Si que lo es. 

Ambas chicas se sentaron y la castaña tomó una gran bocanada de aire, tratando de ganar algo de valentía. Hoy era el día. Debía hacerlo. 

—Ginny —llamó y la pelirroja la miro, mordiendo una frutilla que Astoria había dejado en una canasta de comida deliciosa—. Hay-Hay algo que me gustaría decirle. 

—Manda. 

—Ginn, se que conocernos fue cosa del destino y no puedo estar más agradecida por eso —nuevamente, los nervios llegaron a ella, pero Mica los hizo un lado—. Te hago preguntas desde que nos conocimos. A la mayoría de las personas le hubiese parecido raro, y se hubieran alejado, pero tu no. Tu las contestabas todas sin dudar. Algún motivo tendrían que tener todas esas preguntas diarias, y es que... eran solo relleno. Porque lo que en verdad quería preguntarte era, ¿Te vez algún día estando conmigo de manera romántica? —Mica cerró los ojos, esperando un rotundo no. 

Mica sintió como Ginny comenzaba a moverse, pero ella no la miró, no podía hacerlo. Hasta que sintió como una cálidas y pequeñas manos la tomaban de la barbilla y fue ahí cuando notó lo cerca que estaba la pelirroja, sosteniendo su rostro. 

Mica no pudo creerlo cuando por fin los labios de Ginny se posaron sobre los de ella, bailando lenta y seductoramente. Eran como dos piezas de rompecabezas que encajaban perfectamente juntas. 

Al separarse, Ginny le envió una sonrisa de autosuficiencia al ver lo sonrrojada de que estaba la slytherin. 

—¿Eso es un si? —cuestionó esta. 

—¿Por qué crees que contestaba todas las preguntas? —respondió riendo. 

Fin. 

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✔ | 𝐐𝐔𝐄𝐒𝐓𝐈𝐎𝐍𝐒 | Ginny Weasley ©Where stories live. Discover now