𝐐𝐔𝐄𝐒𝐓𝐈𝐎𝐍𝐒 | ❝ ¿Entonces, creen en el amor a primera vista? ❞
Mica le hizo preguntas a Ginny cada día, hasta que realmente se armó de valor para preguntarle lo que verdaderamente quería preguntar.
• Esta historia tiene lugar durante la Orden...
MICA ESTABA RECOSTADA sobre el césped de los terrenos de Hogwarts, a la orilla del lago negro, con Ginny a su costado, dibujando en un cuaderno muy concentrada.
Al acabar el capítulo la chica descubrió que le dolía la cabeza por forzar tanto la vista, así que decidió cerrar el libro.
—¿Qué te gusta de tu vida? —cuestionó repentinamente la slytherin, haciendo que Ginny dejara el lápiz y la mirara con una ceja alzada.
—Muchas cosas, en realidad —respondió ella, confusa por la pregunta—. No me puedo quejar —comentó ella, recostándose sobre el césped, observando el cielo azul, descubierto de nubes.
—¿Puedo mejorarla? —cuestionó la chica, recostándose al lado de la pelirroja. Sintió como los ojos azulados de la chica Weasley se clavaban en ella, pero aún así o despegó lo ojos del cielo.
—Ya la mejoraste el día que tu rostro atrapó mi túnica —se río, recordando aquel día.
Al escuchar aquello, sumado con la cálida risa de Ginny, miles de escalofríos recorrieron el cuerpo de Mica. Pensar que había mejorado la vida de la pelirroja por un accidente tan idiota como aquel la hacía feliz. Más si se trataba de la pelirroja, de Ginny.
—Solo lo dices por ser cortes...
—Lo digo en serio —entonces la chica se animó a observar el rostro de la pelirroja a escasos centímetros del suyo, y le sonrió.
Ambas chicas se levantaron al escuchar pasos acercándose.
—Lamentamos interrumpir, pero precisamos a nuestra hermanita —habló un chico alto, con el pelo rojizo y las misma facciones de Ginny, al lado de este, había otro chico idéntico a él.
—De hecho estoy ocupada, tal vez más tarde —dijo la pelirroja, mirando apenada a sus dos hermanos.
—No, no; no quiero malestar. Ve con ellos Ginn, nos vemos luego —aclaró Mica, mirando con una sonrisa radiante a su amiga.
—¿Segura? —ella asintió—. Bien, adiós entonces —la pelirroja se acercó al rostro de Mica y beso cálidamente su mejilla, logrando que la slytherin se sonrojara. Los dos gemelos notaron esto y se miraron entre ellos.
Ginny se puso de pie y antes de irse, arrancó una hoja de su cuaderno y se la entrego a Mica, para luego comenzar a caminar con sus dos hermanos.
Lo único que Mica pudo oír fue—: ¿Quién es esa chica? ¿Y por qué le gustas?
Mica observó lo que Ginny le había entregado y fue enorme su sorpresa al ver que era el dibujo que la pelirroja había estado haciendo hace unos cortos minutos. Era ella, leyendo su libro. Ginny la había dibujado a ella.
Y por la precisión de las líneas supo que lo había hecho con suma delicadeza.
La castaña no pudo evitar sonreír embobada.
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A Mica le daba miedo, le asustaba sus sentimientos hacia Ginny. Eran muy buenas amigas y no quería que nada lo estropeara, pero a la vez, sabía lo que sentía y no podía ocultarlo.
