✔ | 𝐐𝐔𝐄𝐒𝐓𝐈𝐎𝐍𝐒 | Ginny Weasley ©

𝐗: ¿?

LA PEQUEÑA PLATAFORMA de los zapatos de Mica resonaban por el piso de piedra de los pasillos de Hogwarts. Era lo único que se escuchaba. Tal vez porque era la única persona fuera de su sala común. Era realmente extraño que ningun otro alumno estuviera fuera un día sábado por la tarde, pero así era.

Mica subió demasiados escalones hasta que por fin llego a su destino: La sala común de Gryffindor.

—Mmm, me parece que tu no eres de Gryffindor —habló una mujer que estaba en un enorme cuadro, observando la ropa elegante de Mica, más concretamente, a su broche con una serpiente.

—Estas en lo correcto, en realidad espero a alguien —aclaró la niña cuando una chica rubia de pelo rizado se acercó al cuadro y dijo la contraseña—. Espera —la llamó Mica y la chica volteó a verla—. ¿Podrías llamar a Ginny Weasley, por favor? —la chica la miró durante unos segundos antes de asentir y adentrarse a su sala común.

Mica no tuvo que esperar mucho para que la puerta volviera a abrirse, revelando a la pelirroja, que llevaba un bonito vestido de campo con flores. Mica le sonrió.

—Que divina —le dijo, mientras la pelirroja se acercaba a ella y entrelazaba sus brazos.

—Lo mismo digo... ¿Vamos?

—Vamos.

Ambas chicas llegaron a las puertas del castillo que daban a los terrenos de Hogwarts. Al momento en que Mica abrió las puertas, la sonrisa que había mantenido todo el camino desapareció.

—Bueno, parece que se nos ha arruinado el plan —se encogió de hombros con desgano.

—¿Por qué?  —cuestionó la pelirroja con una ceja alzada.

—¿Cómo que por qué? ¿Acaso no lo ves? Esta lloviendo demasiado afuera Mica señalo la lluvia y Ginny sonrio traviesa.

—Es solo agua, Mica- Eso no nos impide divertirnos—dijo sonriendo, para luego salir del castillo y pararse debajo de la lluvia, mojándose en un abrir y cerrar de ojos.

—¿Ginny, qué...? —pero antes de que Mica pudiera decir algo más, Ginny ya la había arrastrado junto a ella, y ahora ambas estaban completamente mojadas. Ginny comenzó a saltar y girar bajo la lluvia, lo que hizo que Mica riera al ver las ocurrencias de su amiga pelirroja.

Entonces, Ginny paró de repente y comenzó a ponerse de rodillas frente a Mica, quien estaba confundida, mirando como las rodillas de la chica se hundían en el barro ocasionado por la lluvia, pero a la chica Weasley pareció no interesarle la suciedad.

Mica se sorprendió cuando la pelirroja tomó una de sus manos y la beso justo en el dorso.

—¿Me concederías una pieza, madeimoselle Ela?

—Ginny, no podemos bailar sin música —se rio.

—¿Y quién nos lo va a impedir? —cuestionó poniéndose de pie y tomando la cintura de la chica con una de sus manos y la pegó a su cuerpo, causando un leve sonrojo de la slytherin. Su otra mano tomó la de la chica y comenzó a bailar con ella, bajo la lluvia.

Estuvieron un largo rato, riendo, mientras Ginny la hacía girar de vez en cuando, hasta que la castaña estornudo y la pelirroja comenzó a reírse de ella.

—Estornudas como gatito.

—Calla... —pero antes de poder parar la risa de la pelirroja, volvió a estornudar logrando que la gryffindor riera aún más fuerte.

—Muy bien gatita, ya es hora de volver, creo yo. No quiero que te resfríes.

—Me parece bien.

Ginny y Mica caminar por los desiertos pasillos, mojando todo a su paso hasta que llegaron a la torre de gryffindor.

—Vamos, entra —le insistió Ginny al ver como su amia se quedaba en la puerta.

—No, no puedo. Es contra las reglas.

—Las reglas están para romperse —pero al ver que no la convencía la tomó de la mano y la arrastró adentro—. Nadie se enterará —y fue como si el universo se quisiera burlas de ella, que aparecieron dos chicos junto a una chica. Un trio que Mica conocía muy bien. Ron Weasley miraba a su hermana y a su acompañante confuso, Harry Potter con una mueca a la slytherin y Hermione Granger con picardía.

—¿Ginny? ¿Qué está pasando? —cuestionó Ronald.

—¿Qué hace ella aquí? ¿Y por qué están todas mojadas? —ahora preguntó Harry Potter, observando las pintas de ambas chicas, mientras Mica se intentaba ocultar detrás de Ginny, quien le sonrió.

—Déjenlas en paz —dijo Hermione, arrastrando a sus dos amigos, lejos para que ellas pudieran ir al cuarto de la pelirroja.

Ginny le lanzó una sudadera y unos shorts para que se cambiara y Mica lo hizo con rapidez.

—¿Te quedas a dormir conmigo?

—No debería —dudo la chica.

—Por favor —le puso ojitos y con eso Mica no pudo resistirse y asintió, diciendo que si se quedaba.

Mica se recostó en la cama donde ya estaba Ginny, mientras la pelirroja se abrazaba a su cuerpo, enviando una electricidad por todo el cuerpo de Mica.

—Ginny... —la llamó y la pelirroja la miró.

—¿Sí?

—¿Prefieres lluvia o sol?

—Con ambos puedo andar en escoba y jugar quidditch, así que me da lo mismo —le restó importancia.

Mire sus ojos unos segundos hasta que mi mirada se desvió hasta la ventana, donde dos gotas de agua comenzaban una carrera.

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