𝐈: 𝐏𝐫𝐨𝐥𝐨𝐠𝐮𝐞

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EL DÍA ESTABA despejado y hacía bastante calor como para ser una tarde de diciembre. Pero tampoco era un día para estar en remera, ciertamente había una leve ventisca que hacía que las hojas de los árboles flamearan. Aun así, Mica podía decir que hacía suficiente calor como para recostarse bajo el sol a leer uno de sus tantos libros, cosa que no había podido hacer en meses por las bajas temperaturas de Gran Bretaña. 

Los estudiantes paseaban por los jardines del terreno del castillo en compañía de sus amigos, disfrutando su día libre antes del almuerzo. Realizar los deberes durante la semana para poder descansar los sábados era realmente liberador, podía pasar más tiempo descansando que encerrada en su sala común escribiendo largos párrafos en los pergaminos, corriendo para llegar a entregar los textos para el profesor Snape, como hacía la mejor amiga de Mica, que nunca hacía sus tareas. 

—¡Por Salazar! —exclamó esta cuando todos sus pergaminos con tareas pendientes se le cayeron de los brazos; era un exceso, ella claramente adeudaba tareas a los profesores. Aunque durante la semana no pareció importarle, ahora, que se acercaban las vacaciones de invierno debía ponerse al día ya que los profesores enviaban a los padres de los alumnos los progresos de sus hijos en sus materias, para que estuvieran al tanto de su aprendizaje en el colegio. Cuando Astoria supo de la noticia estallo en insultos, deseando haber hecho los deberes con tiempo cuando se los habían entregado—. ¿Ustedes podrían ayudarme a hacer el ensayo para McGonagall? Como están más avanzadas deben saber más —pidió ella, unos minutos después de que sus amigas la ayudaran a recoger las hojas del piso. 

—Ni lo sueñes, suspendí esa materia, no me pondrás a hacer relatos de transformaciones ni aunque me paguen... bueno, si me das dinero a cambio tal vez... —la chica de pelo negro dejo la frase en el aire al ver el ceño fruncido de su mejor amiga, Daphne. 

—Yo te ayudo, Tory —le dijo esta dirigiéndose a su hermana pequeña. 

—Mica, me pasas el resumen para el examen de Historia de la Magia —pidió ahora Astoria, mirando directamente a su mejor amiga quien, aparentemente, era la única alumna de Binns que encontraba entretenida su clase. 

—Si, cuando volvamos a la habitación te lo doy —dijo esta divertida por la desesperación de su amiga por todos sus deberes. Por tanto estrés se ha olvidado que el examen ya lo habían dado. Astoria había pasado apenas con una nota aceptable, en cambio, Micaela había sacado la mejor puntuación de la clase. 

Mica dejó escapar una risa divertida al notar como su amiga seguía tratando de acomodar su pilón de tarea, sin darse cuenta lo del examen, hasta que Pansy Parkinson habló. 

—Llámenme loca, pero estoy casi segura de que ese examen ya lo dieron —murmuró la pelinegra pensativa. 

—Sí, yo también creía eso —agregó Daphne y Micaela estalló en carcajadas. 

Las dos chicas eran de un año mayor que ellas y aun así sabían más de sus materias que la misma Astoria. Micaela estaba con las dos chicas más grandes únicamente por su mejor amiga. Consideraba a Pansy y a Daphne intimidantes a su parecer, aunque en realidad las dos chicas se mostraban realmente amables con ella, probablemente porque Astoria se los pidió. Daphne y ella tenían una muy buena relación y la rubia solía ayudar mucho a su hermana menor en todas sus materias. 

Daphne y Pansy no pasaban mucho tiempo junto a ellas, y aunque Mica no las considerara amigas, le parecían realmente divertidas. No odiaba pasar tiempo con ellas, y eso era importante. 

—No tiene gracia —se quejó Astoria observando a su mejor amiga partirse en risas. 

Las cuatro chicas se pararon cerca de un árbol para así poder estar un rato bajo la sombra. Astoria aprovecho la oportunidad para sentarse y dejar en el verdoso pasto la pila de pergaminos, comenzando a ordenar las hojas. 

✔ | 𝐐𝐔𝐄𝐒𝐓𝐈𝐎𝐍𝐒 | Ginny Weasley ©Where stories live. Discover now