𝗗𝗲𝘀𝗶𝗿𝗲ᴴⁱⁿᵃᵗᵃ ᵀᵃᶜʰⁱᵇᵃⁿᵃ

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Los especiales estan en orden a como los escribi en "importante", lean esa lista si quieren saber cual sigue ^^

Especial III

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I wanna ruin our friendship
We should be lovers instead
I don't know how to say this
'Cause you're really my dearest friend
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[...]

Hinata, siempre había deseado casarse, caminar al altar en un bello vestido blanco hacia quien ella elegiría para amar el resto de su vida, ver a sus amigas como las damas y ver la cara enrojecida de su madre que seguro lloraría.

Y lo hizo.

Todo eso sucedió pero no tuvo el mismo impacto que hubiese querido la castaña y tal vez era el hecho de que no estaba lo suficientemente enamorada del hombre con quien lo hizo.

"Te enamoraras a medida que convivan juntos"

Le habían dicho eso pero ella realmente no creía que fuera cierto, ya antes de casarse tendría que haber estado perdidamente enamorada de él pero no pudo, y no es que el tipo no le gustara o algo, es decir, era guapo y tenía dinero, era cordial y la trataba correctamente, a Hinata le agradaba mucho pero como persona no como su esposo, de hecho, ella jamás había superado la muerte de su primer amor, pero las presiones por parte de su padre para sentar cabeza hicieron que ella termine con un tipo que ni siquiera podía hacerla llegar al orgasmo.

Era guapo, gracioso, adinerado y todos los adjetivos atractivos con los que quieras adornarlo pero no era para Hinata.

Un matrimonio que no tendría que terminar porque siquiera debería haber empezado.

No se podia quejar de como vivia, eran adinerados y ella podia darse lujos de lo que quisiera, trabajaba de lo que le gustaba, era recibida todos los dias por su esposo, almorzaban juntos y casualmente tenian sexo, pero todo eso no impedia que la mujer sintiera como si faltara algo.

—Me voy— dijo sabiendo que su esposo no la escuchaba.

Se encontraba tan absorto en su papeleo que ni siquiera vio a Hina asomarse por la puerta para despedirse y ella solo se fue.

Eran apenas las once y media de la mañana y el frío ya se había asentado en Tokyo acompañado de demasiada humedad que volvía el clima un tanto incómodo, aun así, la fémina se preparaba para salir con su mejor amiga.

Una emoción enorme le recorría el cuerpo al recordar que volvería a ver a su mejor amiga luego de su viaje al extranjero, siempre habían sido muy unidas, casi como almas gemelas.

Extrovertida, arriesgada y libre, no tenía a nadie sobre ella que la presione, vivía de hacer lo que le gustaba envuelta en su propio manto de libertinaje.

La menor de los Tachibana sentía pura admiración por la chica, es decir, tenía veintiséis años y hacía su vida libremente sin importarle lo que los demás pensaran, no estaba atada a un matrimonio, no tenía hijos ni pareja y solo se dedicaba a su trabajo y a ella misma. Se veía tan feliz y plena siendo ella misma que Hina no podía evitar querer imitarlo.

Estoy afuera, bonita.
Se leía en la pantalla de su teléfono

En ese momento se escuchó la bocina del auto de la fémina resonar por todo el lugar, la castaña totalmente emocionada tomó su bolso y bajó corriendo las escaleras sin ningún cuidado para luego abrir la gran puerta de su casa y encontrarse el clásico Mercedes negro que la fémina solía conducir.

La chica bajó de su auto, solo para que Hina corriera unos metros a su encuentro y la envolviera en un caluroso abrazo que las hizo sonreír a ambas.

Estuvieron largos minutos disfrutando del calor corporal de la otra, por más de que hubiesen mantenido contacto por llamadas, mensajes e incluso videollamadas no se sentía lo mismo que verla en ese momento rodeándola con sus brazos y acariciando su cabello.

Tokyo Revengersᵒⁿᵉ ˢʰᵒᵗˢWhere stories live. Discover now