𝗧𝗵𝗲 𝘄𝗿𝗶𝘁𝗲𝗿ʳⁱⁿᵈᵒᵘ ʰᵃⁱᵗᵃⁿⁱ

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Especial I

━━━━⊱⋆⊰━━━━
Though I know she's coming home soon
There are times I find it hard to feel that way
It's not inside me to forget her
Just understand how I'll be feeling on that day

It's just like seeing her for the first time again
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[...]


Tiempo atrás.

-"... sus manos unidas y sus ojos enfocados en el otro, aquellos labios entreabiertos esperando un roce, un mínimo toque para hacer que ambos pierdan la cordura"- leyó disgustada la mujer mientras daba vueltas en su silla giratoria- ¿Quién escribió esta mierda?

Dejó los papeles con desdén en su escritorio y sostuvo el puente de su nariz con exasperación chocando con sus lentes, luego volvió a levantar la vista para encontrarse con el rostro arrogante de su co‐escritor.

- Uno de los editores propuso la idea y yo la acepte escribiendo este párrafo, ¿hay algo que le disguste, señora?- remarco la última palabra con aires de superioridad.

-El párrafo está escrito decente pero el argumento es basura, ¿Hermanastros que se aman? ¿en una historia de horror? ¿no había algo más enfermo para escribir?- se quejó exasperado, su voz sonó un poco más gélida de lo normal.

-Es lo que le gusta a los jóvenes de ahora, tal vez se ha quedado en el pasado con su escritura- reto su compañero mientras acomodaba sus lentes.

-Señor Hitoshi, el arte no se rige por la moda o el corriente tema de habla, me interesa muy poco lo que los adolescentes lean ahora, yo no hago libros para ellos - terminó su discurso tomando sus cosas y saliendo de la oficina sin escuchar una palabra más de aquel tipo.

Estaba frustrada a más no poder, una gran escritora de renombre no podía encontrar inspiración o motivación para su próximo libro lo que la hacía quedar como una inadaptada al trabajo continuo y para agregarle, le habían asignado un compañero para motivar que escribía novelas románticas de las que llenan sus páginas de misoginia.

Sacó del bolsillo de su gabardina negra, una cajetilla casi sin cigarrillos y encendió uno enojado dirigiéndose a la vieja cafetería que solía frecuentar.

Necesitaba conseguir algo que la inspire.

-Me estoy durmiendo, Rindou, elige ya el puto libro- hablo Ran sonando adormilado y con sus manos dentro de los bolsillos de su campera.

Estaban de compras como lo hacían la mayoría de los viernes, el mayor de los hermanos había comprado un par de mangas shonen mientras Rindou se inclinaba más por los narrativos.

La calidez del lugar reconfortaba al más alto y el cansancio que tenía no lo ayudaba en lo absoluto, sentía que se podía dormir allí, viendo como el rubio se llevaba varios libros de una misma autora y un par de marcadores.

-Eso será todo- hablo gélido como de costumbre al anciano que atendía aquella librería‐café ubicada en el centro de Roppongi.

-Por fin- suspiro el más alto como respuesta, su hermano sólo rodó los ojos.

Pago como era debido y salieron del lugar, Ran corrió lentamente al auto al sentir el frío de las nocturnas calles iluminadas por aquellas decoraciones coloridas y Rindou lo siguió con una pequeña sonrisa de felicidad.

Había comprado los últimos cuatro libros de su autora favorita, una mujer que escribía cosas tan impensables y con un repertorio tan variado que fascinaba al de ojos violeta.

Tokyo Revengersᵒⁿᵉ ˢʰᵒᵗˢWhere stories live. Discover now