Tokyo Revengersᵒⁿᵉ ˢʰᵒᵗˢ

𝗙𝗶𝗿𝘀𝘁 𝗟𝗼𝘃𝗲ʸᵘᶻᵘʰᵃ ˢʰⁱᵇᵃ ²

Continuación de "Violence", por favor, leer esa parte antes.

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You're in the house and
i'm here in the car
i just need a quiet place
where i can scream how i love you.
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[...]

—Ah, viniste — pronunció la castaña tendida en el suelo de aquella azotea que ambas habían tomado como su lugar especial.

El rostro levemente magullado de la fémina que recién había arribado el lugar, le sonrió con gracia mientras soltaba su mochila y quitaba su campera para recostarse al lado de Yuzuha.

—Hola — saludó en voz casi imperceptible y neutral sin tener ninguna expresión en particular en su rostro, mientras admiraba el perfil de la hermana Shiba.

Su delicada y fina mandíbula siendo levemente cubierta por los mechones espesos de ese cabello castaño que parecía tan suave, los ojos oscuros que parecían siempre tener un pequeño brillo resplandeciente y esa bonita nariz a la par de esos labios rojizos que parecían ser el cielo mismo.

Yuzuha era tan bonita.

—Hola — susurró como si alguien en aquel solitario lugar las oyera si alzaban la voz.

Hacía ya un tiempo desde que se conocieron, que Yuzuha y ella asistían con frecuencia a aquel sitio que le había enseñado la chica cuando salieron de la oficina del director.

Solían conversar de cosas sin sentido durante horas o dormir en el duro suelo de la azotea usando sus mochilas de almohadas, incluso solían subir en horario de clases.

Ninguna se interesó en voz alta en las heridas de la contraria, a pesar de que la curiosidad se agolpaba en el pecho de cada una y se instalaba esa sensación de querer saber más de la otra pero no poder porque era más grande el miedo de dar un paso en falso.

—¿Te encuentras bien? — interrogó la castaña.

—Si — respondió simple.

El sol estaba escondido en las nubes pero aún brillaba con intensidad, había llovido temprano y tal vez lo volvería a hacer de nuevo en poco tiempo, no hacía calor más bien, los rayos de sol eran intensos y el viento traía aire tibio pronto a convertirse en frío.

Aquella mañana el padre de la chica había enfurecido luego de enterarse una noticia totalmente ajena a su hija y decidió desquitarse con esta, podía escuchar en su mente las palabras que le había dicho con tanto odio y desprecio y sentir aún en su débil cuerpo, los golpes que le había proporcionado con aquella hebilla de cinturón.

Por su lado, Yuzuha había sufrido golpes en el cuerpo por parte de su hermano mayor mientras, en el rostro, solo se dibujaba un pequeño y viejo moretón bajo sus labios.

—¿Y tú? — habló por fin la fémina observando los orbes oscuros de Yuzuha.

—Si —respondió ella tratando de sonar lo más tranquila posible.

Ambas llevaban una máscara de falsedad en la cara, una pretensión de falsa realidad, como si por un momento ellas no vivieran eso que tanto dolor les producía y que las estaba acabando en cuerpo y alma.

______ aun no sabía si contarle lo que ella vivía día a día, los problemas de confianza de la fémina le ganaban al cariño que le había tomado a Yuzuha.

Tal vez cariño era una palabra poco suave para lo que ella sentía por la castaña, realmente no sabía cómo definir un sentimiento tan cotidiano y a la vez, alcanzado por solo unos pocos como el amor lo era.