𝗣𝗮𝘀𝘁𝗲𝗹 𝗻𝗼𝘁𝗲𝘀ⁿᵃʰᵒʸᵃ ᵏᵃʷᵃᵗᵃ

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Pedido de UNa_mEs4

━━━━⊱⋆⊰━━━━
Me gusta como te vestir y como actúas,
me gusta tu pelo, tu cuerpo
me gustaría poderte bañar,
también secarte y volverte a enjuagar
por que me gustas mucho.
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[...]

La sonrisa de la mujer se extendió con dulzura al leer aquel texto corto que estaba escrito sobre un retazo de papel color pastel con líneas finas azules, lo había encontrado en su asiento y ya era la cuarta vez en la semana.

Allí, de pie en medio de su asiento, sonreía releyendo una y otra vez las simples palabras.

"Cambiaste tu broche, se ve aún más bonito que el anterior"

No tenía firma, solo esa oración que le había producido un calor complaciente en sus mejillas, tal vez era tonto sentirse por eso, considerando que pueda ser un acosador pero era imposible para ella no alegrarse por algo tan atento como que alguien se fije en su broche.

–Tienes cara de tonta– acotó su amiga mientras alzaba su cabeza para ver que tanto le producía una sonrisa.

–Es que es tan lindo– contestó con aires risueños mientras guardaba la nota y tomaba lugar.

–Obviemos el hecho de que puede ser un maldito loco y tu aqui "is tin lindi"– burló su amiga.

–Oye, dejame ser feliz– objeto la contraria.

–Solo pido que tengas cuidado nunca se sabe como acabara, asi empiezan los casos de asesinato– dijo.

–Ahi vamos de nuevo...– rodó los ojos la adolescente.

El profesor ni siquiera estaba allí y el salón se sumió en puro bullicio, había aviones de papel volando, algunos se estaban gritando, otros mediando su fuerza, algún tipo colgado del ventilador de techo y unos últimos, totalmente desconectados.

El día estaba caluroso y había mucha humedad, esto hacía efecto en los cabellos de los gemelos dejándolos más esponjosos de lo normal, caminaban apurados por el pasillo debido a que, de nuevo gracias a Nahoya, llegaban tarde a clases.

El pasillo parecía ser interminable a pesar de que iban a una gran velocidad, Nahoya caminaba nervioso con aquella característica sonrisa en su rostro y Souya, simplemente iba en su mundo mental.

–¿El pasillo se está alargando o qué demonios?– habló el mayor cortando el silencio de este y causando eco con su voz.

–Esto no pasaría si no te hubieras quedado haciendo estupideces con Takemicchi y Chifuyu– se quejó Souya.

–No es mi culpa que hayan pedido la revancha– respondió el otro.

Así es, se quedaron más tiempo de receso solo por un estupido partido.

El peliazul suspiro rendido ante la poca responsabilidad de su hermano, por fin llegaban al aula, con quince minutos de retraso pero habían llegado.

Tokyo Revengersᵒⁿᵉ ˢʰᵒᵗˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora