Luna Lovegood y el Diario del Señor Oscuro (Traducción)

Creyente

Historia escrita por The madness in me, disfrútenla

Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Harry Potter, le pertenece a J.K. Rowling, así como de cualquier otro elemento de cualquier otra obra, creación que aparezca, créditos a quien corresponda.

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Peter se acurrucó en el fondo del baúl encantado en el que estaba encerrado. Todos los intentos de masticar para salir como una rata habían fallado miserablemente y lo habían dejado con nada más que un diente astillado. Dolía un poco, pero era un inconveniente menor comparado con los diversos maleficios con los que Crouch lo había golpeado desde que lo trajeron aquí.

Afortunadamente, sus captores no parecían estar causándole ningún daño real. Aún.

Peter sabía que era un cebo. Una trampa para atraer a su maestro hacia el Mortífago enloquecido y ese remanente roto de Voldemort. Se preguntó cuánto tardarían en darse cuenta de que Tom no vendría. Reformado o no, el chico seguía siendo Tom Sorvolo Riddle. No le importaba una rata que había cumplido su propósito. Nadie lo hizo.

Ni siquiera a sus amigos les había importado al final. No le había importado darse cuenta cuando los hilos de oscuridad se enroscaron alrededor de él y lo arrastraron hacia abajo.

Sirius lo había llamado cobarde. Traicionar a sus amigos para salvar su propio pellejo.

No fue así.

A pesar de todos sus defectos, Peter era un Gryffindor y tan valiente como cualquier otro. Él no era un cobarde.

Él era un creyente.

No lo había estado al principio, por supuesto. No con James, Sirius y Remus alrededor, dando a conocer sus opiniones. Su desaprobación de ese 'loco imbécil de un Señor Oscuro'.

Pero luego apareció Greggory Glard, que necesitaba un espía en el interior. No podría ser un Auror lo que ves, todos ellos eran conocidos por la Oscuridad. Tenía que ser alguien invisible, alguien que pasara desapercibido, alguien silenciosamente inteligente pero completamente olvidable que pudiera mezclarse con sus filas sin previo aviso. Alguien de quien nadie sospecharía jamás.

Nadie podría saberlo, por supuesto. "Cuanta más gente sepa un secreto, más probable es que se derrame", le dijo Greg. Así que nadie lo sabía. Nadie sabía que los primeros pasos de Peter en la oscuridad habían sido en nombre de la luz.

Un año después, Greggory estaba muerto, asesinado en una redada y Peter estaba atrapado, demasiado adentro y sin salida. Nadie que responda por él.

Deseaba poder decir que fue entonces cuando empezó, pero no fue así, para entonces los hilos ya se habían afianzado. Casi sin su aviso.

Rodeado por una multitud con la que nunca antes se había atrevido a asociarse, atrapado en el encanto de las promesas y el glamour de la riqueza, Peter ya había comenzado a deslizarse.

La Oscuridad estaba ridículamente bien financiada, encontró. Todas esas familias de sangre pura a la cabeza. Había mucha gala. Mucho misterio. Noche tras noche de fiestas extravagantes y emociones incalculables que atrajeron mucho a un joven que había crecido con poco en su nombre.

Pero eso no fue lo que lo atrapó. Lo que lo atrapó fue la charla. La charla interminable de un nuevo mundo. Un mundo mejor. Algo lo había agarrado. En algún lugar del camino, Peter había comenzado a escuchar. Escuchando de verdad.

No fue una decisión rápida, ni siquiera fue una decisión consciente en realidad.

Un día se había ido a dormir un espía, y despertó un Mortífago.

Y él creyó.

Un niño.

Eso es lo que le dijeron.

Un hijo y la guerra pronto terminaría.

Pronto serían conquistados y toda la muerte, la miseria y el escondite quedarían atrás, trayendo el nuevo mundo que le habían prometido.

Sí, fue horrible.

Sí, significaba traicionar a James de la peor manera posible, pero James no entendió la visión de los Señores Oscuros como Peter.

Nunca podría entender.

Solo un niño. Un pequeño sacrificio en el gran esquema.

Peter estaba equivocado.

Ahora lo sabía.

Las conversaciones con Tom, por limitadas que hayan sido, le habían revelado a Peter el hombre detrás de la locura.

Y fue una locura.

No hubo gloria. Ningún mundo mejor. Ningún gran esquema.

Solo la ira y la frustración de un hombre que se había extendido a otros y se había salido tanto de control que había partido su mundo por la mitad.

Todo había sido en vano.

Un golpe sordo desde arriba de su prisión encantada fue suficiente para asustar brevemente a la rata de sus cavilaciones. Los sonidos distantes de lo que casi podría ser una lucha apenas llegaban a través de los encantos que lo tenían atrapado. Peter suspiró, probablemente solo era Crouch haciendo una rabieta otra vez y haciendo estallar su guarida.

No era más que una rata, se recordó a sí mismo por enésima vez.

No venía nadie

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Nota del autor original

No recuerdo si los libros alguna vez dieron una razón para que Peter se uniera a la Oscuridad, pero este es mi giro. Como el equipo Luna decidió salvarlo, pensé que era importante hacerlo un poco más canjeable. Espero haberlo logrado al menos un poco.