Capítulo 26 - Otra noche ¿Otro secuestro?

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El hecho de la desaparición de Gakushū y su muy posible secuestro no se había hecho esperar en las noticias, no después de haber pasado un día sin que sus padres supieran de su paradero.

Porque vamos, ¿qué era más lógico?

¿Esperar a que Gakushū se dignara a aparecer después de un día de no hacerlo y sin ningún conocido que supiera de su paradero?

¿O llamar a la policía tomando en cuenta los recientes secuestros a adolescentes?

De igual manera, Gakushū no fue el único secuestrado esa noche, más de diez adolescentes también lo habían hecho, dejando la duda en el aire de cuál era su paradero y por qué desaparecieron.

~ • ~

Ya todo estaba listo.

Desde un principio se prometió que no dejaría que aquella o aquellas personas se salgan con la suya, no después de haberle quitado algo que le pertenecía.

Ahora sólo debía de esperar a que fuera la hora correcta, y de esa forma también descubriría algunas cosas, cómo sí los posibles secuestradores sólo escogían a gente al azar o que cumplieran con ciertas características, porque hasta el momento, sólo se había confirmado que eran adolescentes los que desaparecían.

Pero igual, eso sólo lo descubriría de una forma.

El reloj dio la hora indicada, así que sin perder tiempo salió de su hogar, comenzando a caminar por las calles desoladas de la ciudad.

Debido a los secuestros, ya nadie quería salir, ni siquiera los adultos, y las pocas personas que veía caminar era quizás porque trabajaban hasta tarde o debían de hacer algo importante.

Estuvo caminando unos minutos hasta llegar a las calles más solitarias, y sinceramente, ya se estaba aburriendo un poco, pero sólo hacía falta recordar el por qué estaba ahí en primer lugar y sus fuerzas rápidamente se renovaban.

Hm, ¿quizás sí sea con ciertas características? — Pensó viendo sus alrededores.

Después de un tiempo, finalmente lo que tanto quería sucedió.

Al pasar por un callejón oscuro fue cuando alguien lo tomó de sus brazos colocando a éstos detrás de su espalda, para después ponerle un pañuelo en su nariz, quizás con alguna sustancia para hacerlo dormir con tan sólo olerla.

La persona que había hecho aquello se veía confiada, al fin y al cabo el adolescente no se había defendido, como si estuviera consciente que no ganaría.

Pero claro que iba a ganar.

Utilizando el entrenamiento previo de Lovro, pateó al hombre en una de sus piernas, haciendo su cuerpo para atrás y liberó uno de sus brazos, consiguiendo sacar el cuchillo oculto bajo su manga y consiguiendo cambiar de posición con el sujeto; ahora él estaba sujetando al hombre por sus brazos y con el cuchillo puesto en su cuello.

Aquel hombre pasó saliva mientras levantaba sus manos, aún sin comprender el cómo terminó en esa situación, ninguno de los adolescentes a los cuales había secuestrado se habían liberado de esa forma.

¿Era algún adolescente con entrenamiento previo?

¿Alguien que sabía defensa personal?

¿Un policía en cubierto acaso?

— ¿Hay alguien más ahí dentro? — Karma preguntó viendo en dirrección al callejón.

— No tengo porque decir– —.

Karma lo sujetó con más fuerza, haciendo un leve corte en su cuello, preocupando al hombre al que sujetaba.

¿Quién era ese adolescente?

— Pregunté que sí había alguien más ahí dentro — Recalcó con una expresión seria, listo para recurrir a la violencia sí el hombre no hablaba de una vez.

— ¡S–Si! — Respondió rápidamente.

En aquel momento una persona más salió del callejón buscando atacar al pelirrojo, y sin embargo, éste rápidamente cambió su localización, dando un salto hacia atrás y cayendo en una rodilla, mientras que el sujeto había quedado sentado de espaldas frente a Karma, quien aún sostenía el cuchillo.

— Sí fuera tú, no me acercaría más — Amenazó sonriendo ligeramente.

Observó de pies a cabeza a la persona, logrando reconocerla como una mujer. Vestía ropa totalmente negra, con su cabello de color azul marino que le llegaba a la cintura, y una mascarilla que cubría la mitad de su rostro.

— ¡No hagas nada Yuki! — Exclamó el hombre con miedo de lo que el adolescente pudiera hacer ahora.

— ¿Qué es lo que buscas de nosotros?, ¿quieres matarnos?, ¿entregarnos a la policía? — Preguntó mientras se colocaba en posición de combate.

— Nada de eso, o quizás un poco del primero, quisieron secuestrarme después de todo — Comentó con calma — Lo que yo busco es información sobre los secuestros — Aclaró.

— ¿Información? — Preguntó con confusión.

— Si, hubo un secuestro en la calle de los cerezos, y tengo la seguridad de que ustedes saben algo—.

— Probablemente, ¿por qué quieres saberlo? — Preguntó con seriedad acercándose lentamente y tomando con más fuerza el cuchillo oculto bajo su manga.

— No creo que te convenga acercarte — Karma comentó dando un nuevo corte en el cuello del sujeto, sólo que esta vez no lo alejó — Así que repito, ¿ustedes saben algo? —.

La chica hizo una mueca mientras chasqueaba la lengua, viendo al hombre que Karma tenía como rehén, para después ver nuevamente al adolescente.

Estaba hablando en serio.

— Se llevaron algo que me pertenecía, y quiero recuperarlo — Confesó soltando un suspiro.

— ¿Algo que te pertenecía? — Cuestionó la mujer.

— Si, y quiero recuperarlo lo más rápido posible, así que te recomiendo que hables ahora, no me gustaría ver como una bala atraviesa tu cabeza —.

La chica se quedó paralizada al escucharlo, es decir, el adolescente no tenía ningún arma de fuego, pero si había dicho eso... ¿significaba que había un francotirador o había alguien detrás de ella?

Fuera cual fuera la respuesta, no quería descubrirla.

— Tsk, tú ganas — Murmuró a duras penas — Trabajamos de manera indirecta con una mafia de Yokohama, simplemente nos encargamos de secuestrar a adolescentes para una venta clandestina que será en una semana a las doce de la noche, en un centro comercial abandonado al otro lado de la ciudad cerca de un hospital y una agencia de policía, asistirán líderes de mafia y personas con mucho dinero — Explicó con seriedad.

— ¿Trabajan de forma indirecta? —.

— Si, no somos parte de la mafia en sí, simplemente nos contrataron para secuestrar a cambio de dinero — Respondió de mala gana.

— De acuerdo —.

Con total calma, Karma soltó al hombre mientras se levantaba, viendo la sangre que había en su cuchillo.

— Gracias por responder, me fueron de mucha ayuda — Comentó — Y una cosa más, sí me estás mintiendo o le avisas a alguien sobre esto... Espero que disfrutes lo que te quede de vida — Sonrió con psicopatía.

La mujer pasó saliva, mirando al adolescente con horror, y viendo como se daba la vuelta comenzando a caminar con suma calma.

Como sí estuviera acostumbrado a ese tipo de situación.

Como sí ya lo hubiera vivido.

Espero no volver a encontrarme con ese chico —.

Amor en la oscuridadWhere stories live. Discover now