Capítulo 8 - Tal vez realmente le gustaba

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Los días siguientes podría decirse que fueron un total infierno para los alumnos –y maestros– de otras clases incluyendo a la misma clase "E".

Ahora con sólo escuchar el nombre o apellido Akabane los hacia temblar de miedo, y no era para menos, y en este tiempo había sido capaz de enviar a más de 30 estudiantes al hospital por alguna fractura o hueso roto, sólo porque aquellas personas quisieron plantarle cara.

Todo sin ninguna repercusión.

Utilizando su ingenio en el engaño y trucos salió de toda sospecha por parte de los directivos, y con una que otra amenaza los maestros se mantenían callados si presenciaban algo.

Se puede decir que se había vuelto agresivo en varios aspectos, utilizando siempre palabras pasivo agresivas para poder sacar de sus casillas a otros estudiantes.

De forma literal, cuando Karma fingía ser un demonio uno que otro temblaba por tener que pelear con él o siquiera discutir con palabras, y hacer esto último ya era tener demasiada suerte, pero ahora el miedo que se apoderaba de los estudiantes llegaba a tal punto que incluso voltearan hacia atrás con tan sólo escuchar su nombre.

Ya nadie quería ser su víctima.

Pero lamentablemente, no muchos corrían con esa suerte, y esto se puede ver reflejado en uno de los callejones cerca de la escuela, donde lo único que se escuchaba eran las risas de una persona, y las súplicas y quejidos de dolor por parte de otra.

— P–Porfavor, déjame ir — Suplicó el chico adolorido tratando de safarse del agarre en su cuello.

Se estaba quedando sin aire.

— ¿Qué?, ¿no te gusta? — Preguntó en un tono confundido.

Sin cambiar su expresión de confusión colocó al chico contra la pared, para después simplemente reír con diversión.

Ahí quedaba otro chico que quiso burlarse de él.

— ¿Sabes algo?, ya me aburrí de ti — Comentó mientras lo soltaba, provocando la caída del chico — Juguemos mañana, y espero grites más que hoy —.

Con esas últimas palabras salió del callejón.

Caminó por las calles de la ciudad viendo a las personas pasar, cada una metida en su propio mundo, cuando sintió como alguien lo observaba desde la distancia, reconociendo rápidamente aquella mirada.

Era imposible no notarla.

Y más cuando fue esa misma mirada la que lo enamoró y lo hacía sentirse nervioso, pero esta vez ya no, y sin buscar a aquella persona en el lugar simplemente siguió con su camino.

Realmente jamás pensó sentirse tan bien al darle a la gente el trato que de verdad se merecían de él. Era algo que no podía explicar correctamente, porque ni él mismo sabía el por qué, pero era un sentimiento que se asemejaba a la felicidad.

Él nunca se sintió verdaderamente feliz desde que ocurrió el accidente, teniendo que fingir serlo para no preocupar a las personas en su nuevo entorno, así que se le hacia extraño que después de tantos años esa emoción regresara más viva que nunca, y todo a costa de los gritos, súplicas y miradas de terror que le dirigían.

Era algo extraño.

Su máscara finalmente había caído, y eso lo hacía feliz, al parecer ocultar lo que sentía era lo que le estaba dañando.

Quién lo diría, al parecer ser como un demonio le había regresado su verdadera felicidad que había dado por perdida, y tal vez... eso era lo que era realmente y sólo trataba de negarlo.

Tal vez realmente le gustaba encajar en la sociedad.

Tal ves realmente le gustaba ser un rebelde.

Tal vez realmente le gustaba lastimar a la gente.

Tal vez realmente le gustaba ser el villano de la historia, y no ser el héroe que todo mundo adora y admira por estar en el lado de la luz.

Tal vez...

Realmente le gustaba ser un monstruo.

Amor en la oscuridadWhere stories live. Discover now