Capitulo 1

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El salón de registros de Iacon estaba cerrado para el público. En los estantes de archivos, una estación de trabajo había sido instalada siguiendo la tradición y practica de su casta, estaba sentado el vigilante llamado Orión Pax. Estaba tecleando en la Red de Comunicaciones que invisiblemente se extendía por todo Cybertron, monitorizando y registrando cada comunicación que pasaba atravez de la red. Eso necesitaba cierto criterio, el escuchaba, anotaba, categorizaba y archivaba en diferentes sectores del DataNet.

Como muchos otros del resto de la gran ciudad de Iacon, el salón estaba construido de una aleación con tonalidad dorada religiosamente curvándose sobre si mismo, estilo arquitectónico que predominaba por doquier en la ciudad. Los arquitectos de Iacon tenían preferencia por lo encumbrado, construcciones monumentales acabadas con estructuras cónicas que las hacían mirarse como si fueran a caer. La ciudad entera era un monumento a las aspiraciones... solo ahí donde no habían aspiraciones entre los Cybertronianos nunca más. Ellos nacían dentro de su casta, un lugar que se mantenía por el resto de sus vidas. La civilización de Cybertron existía en un estasis perfecto. Había sido de esa manera por milenios. Iacon era en cierta forma un recordatorio de una cultura Cybertroniana que ya no existía en los bancos de memoria de algún Cybertroniano existente.

Dentro del salón de registros, otra especie de estasis existía. La historia de Cybertron, de las eras míticas de batallas entre los Trece Primes atravez de billones de ciclos, desde las ultimas transmisiones de las lejanas bandas Orión Pax estaba cargado con el monitoreo- todo eso estaba ahí. Todo eso era categorizado, catalogado, almacenado, indexado y contextualizado. Después de eso, guardado para cuando el Alto Consejo u otra autoridad tuvieran interés en una amenaza de orden civil, la siempre creciente colección en el salón de registros era ignorada.

Una vez- Orión Pax entendió leyendo los antiguos registros- que la civilización Cybertroniana mantenía vínculos con otros planetas que rodeaban otras estrellas. Vía a Network de los Puentes Espaciales construidos con tecnología abandonada hace tiempo, las poblaciones de Cybertronianos fluía en un ir y venir de los planetas que mantenían contacto con Cybertron, Gigantion, Velocitron hasta Hub, todos ellos una vez fueron parte de una grandiosa cultura Cybertroniana. Ahora los puentes espaciales estaban degradados y colapsados. El último de ellos, colgaba en los cielos entre las dos lunas y el cinturón de asteroides, no había sido usado desde hace mucho, mucho tiempo atrás. Incluso Orión Pax, que podía ordinariamente sacar información de cualquier cosa fuera del salón de registros o de Teletraan-1 y del DataNet, no estaba seguro exactamente cuánto tiempo había estado el puente ahí.

Ahora un Cybertroniano como Orión Pax no podía ir a las estrellas. El no podría volar por los grandes ideales de los Primes. Un Cybertroniano como Orión Pax podía monitorizar, evaluar, y catalogar transmisiones en la red porque esto era lo que los Cybertronianos de su casta hacían. Otras castas construían y diseñaban, gobernaban, hacían leyes... o peleaban en los pozos de gladiadores.

De ahí, curiosamente, venían algunas de las más interesantes transmisiones que Orión Pax habría escuchado recientemente. El no era un gran seguidor de la arena, pero cuando él supo de el más reciente campeón Megatronus. Acción valiente al asumir ese nombre- eso era porque no había ningún bot que pudiera cargar el peso de uno de los Trece Primes, cuyos actos seguían haciendo eco atravez de megaciclos de historia. Este Megatronus no había perdido alguna pelea desde sus primeros días en la arena. Los gladiadores empezaban sin nombres, y muchos de ellos terminaban sus vidas de esa manera; Megatronus había reclamado no solo un nombre, era un nombre que capturaba la atención incluso de aquellas castas que pretendían no prestar atención a un entretenimiento degradante como los combates de gladiadores.

La visión de dos - o más- Cybertronianos destrozándose unos a otros era algo que pocos podían admitir disfrutar. Además los pozos en los bajos niveles de kaon era uno de los destinos turísticos más populares en Cybertron, y la red estaba viva con transmisiones y retransmisiones de los muchos tornamentos que constantemente sucedían. La única industria que podía rivalizar con la lucha de gladiadores era la de recuperación y reconstrucción. Los ingenieros mecanociruganos de la ciudad- y de su rival en gladiadores Slaughter City. Los combates de arena eran ilegales en Cybertron, pero el Alto Consejo en su sabiduría entendió que una población confinada a una casta necesitaba ciertos entretenimientos. Así que los pozos de Kaon, que habían iniciado hace tanto como una diversión entre los trabajadores en las fundiciones, ahora estaba arraigado fuera de la ley en Cybertron. En Slaughter City era muy parecido.

Transformers Exodus (Traducción en español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora