Capítulo 12.

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—Te voy a echar de menos.

Las palabras fueron dichas en voz baja en el pecho de Valentina, absorbida por su camiseta cuando Juliana refunfuñó contra ella. Los dedos de Valentina corrieron por su cabello mientras suspiraba, su pecho elevando a Juliana y haciéndola descender de nuevo.

—¿Cuánto tiempo se quedará? —preguntó Valentina, dejando que su mano recorriera la espalda de Juliana, sintiendo cada protuberancia de su columna vertebral.

—No lo sé —gruñó, desplomándose aún más contra su novia mientras yacían en la cama esperando a que Lexa llegara. —Se irá a casa cuando se harte. Conociendo a Lexa querrá quedarse por el resto del verano.

Valentina se sentó de repente, atrapando a Juliana antes de que se cayera de la cama. —Eso son dos meses, Juliana —dijo alarmada, los ojos muy abiertos e incrédulos.

—Lo sé, pero ¿qué se supone que debo hacer? Es mi mejor amiga, ¿voy a decirle que se vaya a casa porque quiero pasar tiempo con mi novia? —miró con tristeza a Valentina, deseando poder poner esa chispa de felicidad otra vez en sus ojos.

—Por supuesto que sí —espetó Valentina con pasión, pero luego se desinfló y se recostó de nuevo, tirando de Juliana con ella. —No, creo que no. Esto es un asco, Juls.

—Lo sé. Pero se nos ocurrirá algo. Voy a escaparme algunas noches o algo así; podemos encontrarnos en la playa, por lo menos durante un par de horas cada pocos días.

—Un par de horas —Valentina suspiró —supongo que es mejor que nada, —pero no sonaba mejor. Valentina sonaba triste. —Creo que tal vez solo tendría que secuestrarte, mantenerte en algún lugar donde sólo yo pueda encontrarte.

—¿Sí? —Juliana saltó sobre el giro lúdico de la conversación. —¿Y qué harías conmigo cuando me tuvieras toda para ti?

—Oh, no lo sé. —Valentina fingió pensar, arrastrándose en la cama para poder cernirse sobre ella, aplastándola hacia abajo con fuerza. —Estoy segura de que se me ocurrirá algo.

Juliana se rio cuando Valentina frotó la cara contra su cuello, sus manos haciéndole cosquillas en los costados. Estaba a punto de rendirse cuando el tacto de Valentina se volvió más suave, más sensual, y gruñó cuando le mordisqueó el cuello, tirando de la piel entre los dientes y apretándolos suavemente.

—De verdad voy a extrañarte —le dijo de nuevo, deslizando su cuerpo hasta presionarse contra Valentina. —¿Qué voy a hacer sin ti?

—Vendré, solo procura verme —prometió Valentina contra su piel, chupándola en su boca y haciéndole retorcerse por más.

—No quiero perderte —jadeó Juliana, agarrando la parte de atrás de la cabeza de Valentina y sosteniéndola más cerca.

Valentina se apartó y le miró a los ojos con seriedad. —Yo te encontraré. Siempre te encontraré.

El voto sonaba como mucho más de lo que probablemente pretendía, pero Juliana se aferró a ella, tirando de Valentina para besarla profundamente.

Tuvo que empujar físicamente a Valentina cuando oyó el ruido de un coche en el camino de entrada. Podía decir por el sonido del motor que no era el coche de su padre, lo que sólo dejaba una probable sospechosa.

Valentina gruñó en protesta cuando trató de quitársela de encima, empujándole hacia abajo cuando trató de incorporarse. Por un momento, Juliana cedió, devolviendo el beso, dejando que su lengua entrara en su boca, pero el sonido del portazo del coche la trajo de vuelta a la realidad.

No estaba preparada para que Lexa supiera que era lesbiana, y ciertamente no quería que le pillara en una intensa sesión de besos con su novia.

—Valentina, por favor —dijo un poco desesperada. No quería que Valentina se fuera ni mucho menos, pero no había mucho donde elegir y se les está acabando el tiempo para hacer nada al respecto.

Deadline On LoveTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon