34 | Una gran despedida

23 6 0
                                    

Juliette

—¡Meses! —exclaman las chicas al mismo tiempo.

Mientras tanto yo sigo viéndome frente al espejo con el vestido puesto, todo esto ha sido una locura, sigo sin creer que falte solo una semana para el gran día, a veces el simple hecho de pensarlo me pone más nerviosa.

—¿Me escuchaste, Juliette?

—Lo hice, Chloe.

—Es que, ¿quién rayos organiza toda una boda en dos meses?

—Me parece que subestimaste a Adam —interviene Hailey.

—Sí —suspira Sandra—. Ventajas de ser famoso.

—Y rico —añade Karla—. ¿Sabes cuánto costó planear todo esto en dos meses?

—Quisiera tener tanto dinero como Adam.

—Tú también eres famosa, Chloe —acomodo el velo y me veo unos segundos en el espejo.

No imaginé que esté día llegaría, se siente extraño, hemos pasado por tanto y sigue pareciéndome irreal el estarme probando el vestido para la boda, mi boda, pero que Adam sea el hombre que me espera en el altar es todo lo que importa.

No es perfecto, tampoco yo, es impulsivo, egocéntrico, tiene un carácter de los mil demonios cuando se enoja, se le acaba la paciencia con facilidad, pero aún con eso lo sigo amando, porque, así como hay cosas que no me gustan de él también hay otras que me encantan, como el hecho de que sea sincero, que tenga metas y no descanse hasta cumplirlas, que pese a todo siga amándome y la comunicación entre nosotros fluya.

Esa es la base, amor y comunicación. Como solía decir Stella Remington «ambos hablan, ambos escuchan» ojalá que todos pudiéramos tener ese final feliz con el que tanto soñamos, bueno, yo estoy cerca de cumplir el mío.

—Sí, Chloe, no te quejes.

—Lo sé, pero desde que el millonario de su padre volvió le dejó más dinero.

—No es para tanto —interviene Karla.

—Sí, sí lo es, su padre acaba de comprar la empresa para la que trabajaba, ¿sabes cuánto dinero ganará ahora?

—Con razón te está yendo tan bien, prima, no hay cosa que no puedas comprar.

—Chicas, cálmense, no me interesa el dinero de Adam.

—Pero unos millones no le hacen mal a nadie.

—¡Karla! —advierto

—Lo siento, lo siento —levanta sus manos en señal de rendición—. Pero no me digas que no tengo razón.

Solo pongo los ojos en blanco mientras sigo viéndome al espejo.

La verdad es que tiene razón, Adam solo tuvo que hacer un par de llamadas y ya estaba todo arreglado, aunque sé que dos meses es poco tiempo, lograrlo no fue tan fácil, día tras día teníamos que estar revisando los preparativos tuvimos mucha ayuda de nuestros padres, pero aun así, fueron días agotadores, entre que teníamos que escoger la comida, el tipo de invitación, escoger a los invitados, la gama de colores que manejaríamos, pruebas de vestido, de maquillaje, el pastel, los preparativos de la luna de miel, bueno, no me dijo a dónde nos iríamos, quería sorprenderme y lo entiendo, intenté muchas veces averiguar a qué lugar iríamos, en cada intento fallé o eso cree.

—Luces preciosa —habla Hailey detrás de mí.

—Preciosa y lo que le sigue, mi mejor amiga será la novia más perfecta que haya visto.

Hidden (Música y Amor)Where stories live. Discover now