29 | ¿Él está qué?

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Juliette.

Horas antes

Los chicos salen del apartamento, y cierro la puerta con una sonrisa para que vean que aquí no ha pasado nada, tan pronto como me doy la vuelta miro a Adam sorprendida por lo que acaba de hacer.

—¿Prometida? —mi tono de voz suena más agudo de lo normal.

—No es mala idea —se encoje de hombros.

—Estás hablando de matrimonio, no me habías visto en dos años, ¿y lo primero que se te viene a la mente es decir que estamos comprometidos?

No me desagrada para nada la idea, pero tengo que ser realista.

—Sí bueno, sobre eso...

—Sobre eso nada, uno no pide matrimonio así porque sí.

—Pues yo sí, querida, pero supongo que querrás que te lo pida de una manera más creativa.

—No diré nada.

—¿Por qué?

—Porque sé qué harás hasta lo imposible por darme cualquier cosa que te pida.

—Soy todo oídos, Juls ¿cómo tendría que proponerte matrimonio?

No me emociones con tal pregunta, por favor.

—Te diré algo —susurré y se acercó a mí para escucharme mejor—. Sé creativo.

—¡Juls!

—No te pondré las cosas fáciles, pero bueno, sabemos que eso no pasará, tengo que ir a prepararme, te veré en el evento.

Tengo que reconocer que nada me hubiera hecho más feliz que verlo arrodillado y haciendo la gran pregunta, pero mientras Marcus siga de por medio, eso jamás sucederá.

—Seré el chico más apuesto de todo el evento, digo, para que me reconozcas.

—No lo dudo.

Me acompaña hasta la puerta y al bajar tomo un taxi, llego hasta donde me estoy quedando con Karla y ella se encuentra esperándome de brazos cruzados.

—¿Dónde estabas? —reclama.

—Con Adam.

Su indignación total cambia cuando escucha el nombre del rubio.

—¿Qué estaban haciendo? —levanta y baja las cejas.

—Nada, Dios, ¿por quién me tomas?

—Estamos hablando de Adam Stone, uno no solo se queda a contemplarlo, vas y te le montas.

—¡Karla! —me sorprendí por su comentario.

—July no me negarás que el chico está para comérselo.

—Bueno

—¡Ajá! Lo deseas, deja de mentirme.

Sonreí como tonta al recordar la pequeña charla que habíamos tenido «matrimonio» en un mundo paralelo seguro que lo logramos.

—Vienes muy sonriente como para no haber hecho «nada» —simuló las comillas.

—Me atrapó saliendo de su apartamento, fui a dejarle el traje que compramos, le gustó.

—Creo que más bien le gustó la persona a quién se encontró, tardaste mucho como para solo haber dejado el traje.

—Es una interesante historia.

Se sentó en el sofá, de piernas cruzadas como niña pequeña en espera de su dulce y con su mano me indicó que tomará asiento a su lado.

—Dame los detalles —comentó, emocionada.

Hidden (Música y Amor)Where stories live. Discover now