26 | Como si nada hubiera cambiado

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Narrador Omnisciente

El vuelo de regreso al menos sirvió para que los chicos descansaran un poco, Billy se encargó de llevarlos a sus apartamentos, hay que reconocer que brinda servicios muy buenos y de calidad, Adam piensa que quizá lo pueda contratar para que sea solo su guardaespaldas, el hombre se sentiría soñado.

Adam aún no termina de desempacar cuando recibe un mensaje de su padre.

Papá: ¿Estás ocupado?

Adam: No tanto, solo estoy desempacando, ¿por qué? ¿Ya te aburriste de ver televisión en el hotel?

Papá: Estuve haciendo algo mejor, por eso me desaparecí un rato.

Él se asustó en serio, creyó que la historia se repetiría y que todo saldría mal, por suerte William le había dicho que estaría ocupado y que no tenía buen internet, al menos eso tranquilizó a su hijo.

Adam: ¿Y qué hacías?

Papá: Preparando una sorpresa para ti.

Adam: No es mi cumpleaños.

Papá: Lo sé.

Adam: ¿De qué se trata?

Papá: ¿Puedes abrir la puerta de tu apartamento?

Adam: escribiendo...

Iba a responder, pero el simple hecho de imaginarlo le alegró el día.

No es cierto, no es cierto, Adam se emocionó ante la idea de tener su padre ¡¡Papá está aquí!! ¡PAPÁ ESTÁ AQUÍ! —repetía una y otra vez en su cabeza.

Abre la puerta más emocionado de lo que le gustaría admitir y frente a él se encuentra William con una sonrisa de oreja a oreja, su padre ha estado esperando este momento por mucho tiempo.

—Sorpresa —extiende sus brazos para que pueda abrazarlo y no duda en hacerlo.

Está tan feliz que incluso quiere llorar de la emoción, pero no lo hace, se contiene, aún le cuesta un poco de trabajo abrirse con la gente y solo puede pensar en que hay que ser fuertes.

De pronto, mientras el chico se encuentra en los brazos de papá siente que vuelve a ser aquel pequeño que adoraba que lo cargaran, que lo consintieran y le hicieran cosquillas a cada nada, con William a su lado siente que recupera una parte de su vida, está feliz, nunca imaginó que todo lo que necesitaba era un abrazo de su papá.

—No puedo creer que estés aquí —habla con la voz temblorosa.

—Te dije que no volvería a irme, cumpliré mi promesa, hijo.

—Pasa —terminan el abrazo.

No sabe a qué se deba que esté tan nervioso, solo conocerá su apartamento no es la gran cosa, ¿o sí? Cierra la puerta y William observa el lugar, su mirada termina en el cuadro que está detrás de los sillones, es el logo de Set It Off blanco y negro.

—Tu banda favorita.

—¿Cómo lo sabes?

—No me pierdo las entrevistas, casi siempre lo comentas cuando Maya los llega a entrevistar y cuando has tocado covers con la banda suelen ser canciones de ellos, por ejemplo, antes de que la disquera con la que trabajas ahora les pidieran que firmaran bajo su sello discográfico, tocabas en el bar de Zach, de hecho, no conozco al hombre que los invitó a firmar con la disquera, pero seguro que es bueno, disfrutabas tocar con los chicos y presentabas canciones de Set It Off todo el tiempo, los clientes te amaban.

William ha estado presente en casi cada logro de su hijo, trató de no perderlo de vista cuando empezó a interesarse en el mundo de la música.

—Así de cerca estuviste de mí, ¿eh?

Hidden (Música y Amor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora